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Jornada de vacunación realizada en Barranquilla por la Secretaría de Salud distrital. Archivo
Ciencia

Pedagogía sobre VPH, única ‘arma’ para lograr inmunización: expertos

En esta segunda entrega expertos analizan las coberturas de la vacuna en la Región Caribe y la implicación a futuro de no inmunizar a las niñas y jóvenes.

“Más que campañas y acciones convencionales de comunicación, se requieren estrategias a largo plazo, sostenibles, pensadas desde y con las personas de los territorios, movilizando actores claves y con rápida capacidad de respuesta a las inquietudes de las comunidades”. Eso es lo que dice Jair Vega, profesor e investigador de la Universidad del Norte, respecto a las estrategias que deben implementar los gobiernos departamentales y distritales para aumentar las tasas de cobertura de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH).

Él fue experto ad honorem del Instituto Nacional de Salud para el tema de las vacunas del VPH y conoce bien el tema.

En un análisis publicado esta semana en EL HERALDO se evidencia de que las tasas más bajas de cobertura de este biológico en el país estaban en la Región Caribe, y que al consultar a los responsables de cada entidad se encontró que la mayoría de ellos atribuye la falta de avances en su aplicación al rechazo colectivo a raíz del fenómeno de las niñas que sufrieron desvanecimientos en El Carmen de Bolívar, en 2014.

Lúcia Helena De Oliveira, asesora regional de inmunizaciones en la Organización Panamericana de la Salud en Washington y PhD in Medicina Tropical, explica en diálogo con este medio que la OPS/OMS recomienda la vacunación contra el VPH como una importante medida de salud pública. “En 2017 la Asamblea Mundial de la Salud aprobó una resolución sobre la prevención y el control del cáncer en el contexto de un enfoque integrado, en que, entre otras intervenciones, se insta a los Estados Miembros a elaborar y ejecutar planes integrales de prevención y control del cáncer, poniendo el énfasis en las intervenciones costoeficaces, la equidad y el acceso”.

Recuerda que la vacunación contra el VPH está recomendada por el comité de vacunas de la Organización Mundial de la Salud, Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico (SAGE), y Grupo Técnico Asesor (TAG) de la OPS y que “es una importante medida de intervención en la meta de eliminación del cáncer cervicouterino como problema de salud pública”. Esta también previene otros cánceres como el de ano, orofaringe, pene, recto, vagina y vulva.

Colombia tiene la vacuna, es gratuita y logró tasas de cobertura por encima del 90% cuando empezó el proceso. Llegó además a las instituciones educativas y vacunó a las niñas de cuarto grado, así como también amplió el programa a las no escolarizadas. ¿Cómo recuperar esas tasas de 2012-2013?

“Es importante que los profesionales de salud en todos los niveles puedan difundir la importancia de esta vacuna en la prevención de una grave enfermedad. Es una vacuna segura, donde ya existen muchos estudios alrededor del mundo comprobándolo”, sostiene De Oliveira.

Retos

En 2012 la cobertura nacional de la primera dosis alcanzó el 97,9% y la segunda 96,8%, al año siguiente la primera alcanzó el 94,8% y la segunda 72,6%.

En 2014, cuando se presentó el hecho al que atribuyen la baja de la cobertura, las tasas fueron 82,4% y 27,6% para cada dosis y en 2015 se cubrió el 60,3% y 32,5%. En 2016 la caída fue más drástica, la primera dosis bajó hasta 6,1% y la segunda a 1,6%, mientras que en 2017 se recuperó subiendo a 16,1% y 3,4% en primera y segunda dosis respectivamente. El promedio nacional en 2018 fue de 28,9% y 8,9%.

De este fenómeno ocurrido en nuestro país se han realizado dos estudios, uno por parte del Instituto Nacional de Salud y otro de un grupo de investigación de la Universidad de Cartagena  —este último como solicitud de los padres de las niñas y jóvenes—. Se catalogó como respuesta psicógena masiva.

El caso de Colombia, sostiene De Oliveira, fue una situación inusitada, donde ocurrieron eventos sociogénicos ya descritos muchas veces en la literatura y donde se realizaron extensas investigaciones. “En la gran mayoría de los casos no hubo una enfermedad orgánica de base que explicase los síntomas, lo que ocurrió fue “un evento psicógeno masivo”, es decir, se trató de un episodio de sugestión colectiva desencadenado en parte “por la percepción exagerada del riesgo relacionado con haber sido expuestas (a la vacuna)”.

Vega considera que existen algunos retos para que la aplicación de este biológico sea consistente y se pueda evitar la incidencia y la mortalidad por causa del cáncer de cuello uterino. “A nivel nacional seguir avanzando en un trabajo sistemático en procesos de comunicación y pedagogía para lograr no solo la comprensión por parte de padres y madres de la importancia de estas vacunas, sino también una movilización que involucre periodistas, docentes y profesionales de la salud a nivel local, de tal forma que estén en capacidad de orientar a las comunidades ante posibles dudas y desinformación”.

Trascender

Un editorial publicado por la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología indica que “la preocupación no resuelta de padres y pacientes con respecto a la seguridad de la vacuna constituyó el detonante de esta cadena de eventos. La falta de educación, la carencia de una adecuada comunicación y la ausencia de discusión con respecto a los beneficios y riesgos de la vacuna, configuró al interior de la población de El Carmen de Bolívar una barrera insalvable que llevó al rechazo de la vacuna”.

Las coberturas de vacunación con VPH son muy variables entre los países. Lo que sí pueden afirmar desde la OPS es que año a año vienen incrementándose. Las cifras en el país van en aumento, en muchos departamentos la confianza en la vacuna y su cobertura se ha elevado también. Sin embargo, el Caribe sigue quedando rezagado. 

La estrategia que ha sido más efectiva en aumentar las coberturas de vacunación, dice la especialista de la OPS, es la de vacunación escolar. “Está demostrado en varios países de las Américas que contribuye mucho”.

Por otra parte, “en el Caribe colombiano es necesario trascender lo ocurrido en El Carmen de Bolívar. Se debe partir de una evaluación de la forma como se manejó allí tanto la información sobre el proceso, como la respuesta a las inquietudes y demandas de la comunidad. Se deben realizar esfuerzos sistemáticos y sostenidos con especialistas en comunicación y salud, de tal forma que se desarrollen estrategias que posibilitan retomar las tasas de vacunación que se tuvieron cuando comenzó”, explica Jair Vega.

Para él es evidente que hay regiones del país que han logrado mantener altas tasas de cobertura de la vacuna contra el VPH y sería importante conocer más de cerca sus procesos. “Sin embargo, lo que es evidente es que no se trata simplemente de dejar de distribuir y aplicar la vacuna por temor de reacciones negativas de algunas comunidades, o hacerlo de una forma residual. Por el contrario, el reto es asumir un esfuerzo serio y comprometido de los entes territoriales y las instancias responsables, dialogando con las comunidades, comunicando, movilizando, apoyados en expertos en el campo de comunicación en salud”.

Los retos involucran a los gobiernos, los padres de familia, periodistas, docentes y profesionales de la salud.
A futuro

Ya conociendo los argumentos de los especialistas y las recomendaciones brindadas para establecer una línea de trabajo firme que busque aumentar los índices de cobertura, es importante también saber a qué estamos expuestos —a largo plazo— con estos números bajos y su incidencia en las enfermedades.

Cada año se diagnostica a unas 83.200 mujeres y 35.680 fallecen por esta enfermedad en América; una proporción significativa (52%) de ellas son menores de 60 años, según cifras de la OPS. La meta es la eliminación del cáncer de cuello uterino y tiene como estrategias la vacunación contra el VPH y también con el tamizaje y el tratamiento de las lesiones precancerosas.

Con respecto a cifras de cáncer de cérvix que se manejan en el Registro Poblacional de Cáncer de Barranquilla el número de casos nuevos en el período 2008 – 2012 es de 870, para un promedio de 174 casos anuales. Siendo el cáncer de cérvix el segundo por frecuencia en la ciudad después del cáncer de mama que tiene 2,148 casos en el mismo período. 

En el país hay cinco registros poblacionales de cáncer vinculados al Observatorio Nacional de Cáncer liderado por el Instituto Nacional de Cancerología. Para el periodo 2008-2012 la tasa de incidencia ajustada por 100.000 mujeres en cuanto a morbilidad por cáncer de cuello uterino en Barranquilla fue de 26,6, en Bucaramanga de 13, Manizales 18,9, Pasto 19,1 y Cali 17,4. 

Édgar Navarro, coordinador de la maestría en Epidemiología de la Universidad del Norte, señala respecto a las implicaciones de la no vacunación contra VPH en las niñas y adolescentes que esto “generaría la persistencia de los cánceres asociados a la infección por VPH”.

Lo anterior debido a que la vacuna ha demostrado una eficacia contra la infección por VPH el cual se encuentra asociado en más de un 95% de los casos de cánceres de cérvix. “Pero de manera adicional la infección por VPH se ha asociado en alto porcentaje a los cánceres anales (90%), de vagina (alrededor del 70%) y de vulva (cerca del 40%)”.

“Algunos estudios de seguimiento a 10 años han demostrado que la aplicación de las dosis completas de la vacuna reduce las infecciones por el virus del papiloma humano en un 86% en las mujeres con edades entre 18-24 años y en un 76% en las que habían recibido por lo menos una dosis. De allí la importancia de aplicar el esquema de vacunación completo para lograr una mejor protección”.

“No alcanzar coberturas adecuadas de vacunación resultará en no alcanzar las metas de eliminación del cáncer de cuello uterino como problema de salud pública”, advierte la especialista de la OPS.

Caso Escocia

Escocia es un país que ha conseguido llevar sus tasas de vacunación cerca al 90%, lo cual ha llevado a “una reducción dramática en la enfermedad cervical preinvasiva”, así fue plasmado en un artículo publicado en la revista British Medical Journal.

Tim Palmer, líder clínico para el cribado cervical en Escocia, dijo a EL HERALDO que hay una serie de elementos clave para seguir con el ejemplo de su país en el tema de cobertura y reducir casos de cáncer de cuello uterino. “En primer lugar, la vacuna debe ser gratuita. Debe administrarse en la escuela –hay buena evidencia de que la absorción de la vacuna es mejor que si se les da por el médico de familia–, lo siguiente es que los padres deben estar seguros de que las escuelas, las enfermeras, los médicos y el Gobierno son muy seguros y que la vacunación es lo correcto. Además, se deben conocer los beneficios de la vacunación, y las consecuencias de no vacunar y por lo tanto el desarrollo de cáncer. Estos deben ser comentados y publicitados cada vez que se tenga oportunidad”.

Toda la evidencia dice que la inmunidad después de la vacunación dura mucho tiempo. En Escocia, las mujeres que se proyectaron fueron vacunadas hace 8 años o más son las que sirven para ver ahora reducciones dramáticas en precáncer.

“Si una niña no está vacunada cuando crece y está expuesta al VPH se corre el riesgo de desarrollar cáncer. El cáncer cervical es más común en las mujeres de 35-45 años de edad. Es la causa más común de muerte por cáncer en las mujeres de esta edad en todo el mundo y se puede prevenir en más del 90% de los casos”, asegura.

Si una gran cantidad de niñas recibe la vacuna -se requiere la captación de más del 70%- a continuación, las que no recibieron la vacuna tendrán algún tipo de protección también. “Esto se conoce como 'protección de grupo'. Si también se vacunan los niños, la protección parece desarrollarse una vez que alrededor del 50% de las niñas y el 50% de los niños que son vacunados”, agrega.  

A nivel local

La Secretaria de Salud de Barranquilla, a través de correo electrónico, informó que han recibido la invitación por parte del viceministro de Salud, Iván Darío González, “a participar en un programa que buscará aumentar las coberturas de vacunación para VPH, y se está  a la espera de los lineamientos para el inicio del proceso”.

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