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Cualquier elemento es bueno para protegerse del sol. El intenso calor también azota Sincelejo. Rafael Polo y José Luis Cruz
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Ola de calor golpea la Región: Barranquilleros ‘sobreviven’ al calor

Según el Ideam, estos días han sido los más calurosos de octubre, con temperaturas sobre los 34 grados Celsius. 

Un frondoso ‘palo’ de matarratón es el escudo idóneo para que Freddy Melo se refugie del inclemente sol de mediodía que arropa la ciudad con sus penetrantes rayos. La ola de calor, que por estos días se vive en Barranquilla y la Región Caribe, hace que los habitantes busquen cualquier método para resguardarse del “mono”.

Las aceras y las carreteras parecen derretirse bajo una brillante luz que quema las cabezas de quienes caminan por cualquier calle de la Arenosa, que según varios barranquilleros debería ser llamada la ‘calurosa’. Entre chistes, para “distraer la sofocación”, le ponen buen ánimo a este fenómeno.

Las ventas de limonada, raspao, agua y patillazo se han incrementado, de acuerdo a Martín López, un comerciante del Paseo Bolívar, al que dos tanques de jugo no le bastan por la demanda que hay. “Se me han duplicado las ventas. Me ha ido muy bien”, asegura con una sonrisa en su rostro. 

Junto a él, Alberto Calle se toma ansioso un vaso de limonada, mientras se seca el sudor de la frente. “Joda, qué calor tan bárbaro. Nos está matando”, dice.

De acuerdo al Instituto de Hidrología Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, en Barranquilla, estos últimos días han sido los más calurosos del mes de octubre, registrando temperaturas sobre los 33 grados, los días viernes, sábado y domingo. Entre tanto, el 17 de este mes fue el día que más hizo calor con una temperatura de 35.4 grados Celsius. 

 

En Cartagena, un hombre se refresca en la calle. Wilfred Arias

Sandibel Orozco Valencia es una futbolista de 18 años perteneciente a la Liga del Atlántico que encuentra en el parque Suri Salcedo la sombra para reposar a la hora del almuerzo en compañía de unas compañeras. “Me provoca estar metida en una piscina llena de hielo. El calor ha estado muy intenso, las fuertes temperaturas no son tolerables. No me dan ganas de salir. Yo que practico fútbol no resisto ni 20 minutos en la cancha, aunque tengo buen estado físico. He sufrido de insolación, tengo los labios reventados y me ha dado mucha fiebre”, comenta. 

“Toca buscar la sombra bajo este arbolito. ¿Cómo se hace?, si esta temperatura que está haciendo es impresionante. Es el lugar donde me resguardo del ‘man”, dice, señalando al sol, Fredy Pacheco, una de las decenas de personas que buscan sombra, hacen siesta o descansan, en el Suri. 

Por su parte, Karen Sánchez opta por no salir de su casa a menos que “sea estrictamente necesario”. 

“Si no hay aire acondicionado, prefiero no ir. El calor hace que uno se sienta débil”.

Guillermo Oeding, médico intensivista, jefe de la hospitalización crítica y no crítica de la Clínica Portoazul, afirma que se debe evitar el llamado ‘golpe de calor’. “Esta condición es el aumento de la temperatura corporal por encima de 40 grados. Es una situación en la que el organismo no logra controlar la temperatura y se puede sentir descompensación, fiebre, mareo y dolor de cabeza”. 

Para evitarlo, recomienda no exponerse a altas temperaturas, salir en horas en las que el sol está más fuerte (12 del mediodía a 3:00 p.m.), tener buena hidratación, no hacer ejercicio en exposición solar y protegerse con bloqueador solar, sombrilla o sombreros. 

“La hidratación es primordial porque esto permite que se tenga una buena sudoración, que es el mecanismo de defensa para controlar la temperatura. Cuando se suda se pierde agua en cantidades considerables, por lo que se debe tomar mucho líquido”, añade. 

Recalca que cierto grupo de personas están más susceptibles a sufrir este golpe. “No es lo mismo que una persona joven esté expuesta al calor, a que lo esté una persona joven y enferma. Un paciente con hipertensión arterial va a estar más propenso a que le afecte el calor”.

Valledupar está envuelta en un clima sofocante. Néstor de Ávila

En Valledupar no soportan el calor. “Estamos afectados, hace algunos días era porque estaba lloviendo mucho, y ahora por las fuertes temperaturas, así termina uno enfermándose", precisa Angélica García, vendedora informal en el centro de esta capital.

De otro modo, en Sucre los pacientes crónicos están sufriendo por el inclemente calor. Román de la Rosa Montenegro, médico del Grupo Élite de la Salud, manifiesta que esto ha sido desfavorable para los pacientes crónicos, aquellos que padecen enfermedades como diabetes e hipertensión, también los de enfermedades cutáneas.

“Las camillas en UCI y urgencias no dan basto, los pacientes crónicos se descompensan y sufren preinfartos. La ocupación ha aumentado en un 30%”, dice.

Entre tanto, en Cartagena las personas han optado por bañarse dos y tres veces al día. La ola de Calor obliga a los ciudadanos a hacer paradas obligatorias en zonas como el Centro Histórico, donde encuentran lugares estratégicos para ampararse del calor. 

A dormir sin calor

Las altas temperaturas no son solo propias del día, en las noches el calor en la ciudad es desmedido, tanto que los cuartos –que no tienen aire acondicionado– parecen hornos microondas y las camas calientes sancochan los cuerpos sudorosos que intentan dormir. 

Para lograr un descanso plácido, se recomienda no tomar una ducha de agua fría antes de ir a la cama. Aunque es muy placentero, de acuerdo a especialistas, el choque térmico con agua fría produce una sensación de frescura momentánea, pero reactiva el organismo y el gasto energético, generando más calor. Se recomienda tomar un baño con agua al clima. 

La ropa y las sábanas hechas de materiales naturales, como el algodón, son más transpirables, lo que evita que se concentre el calor y la sudoración. Se sugiere usar prendas anchas que permitan que la piel respire. 

Un tip que sirve cuando no se tiene la ayuda del aire acondicionado es mantener las cortinas cerradas durante el día, esto evita que el calor entre a las habitaciones. 

Dormir con los pies fuera de las sábanas, no acostarse en ‘cucharita’, tomar agua antes de dormir y alejar los dispositivos electrónicos de la cama también ayudan a hacer la noche más fresca. 

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