Los ‘afro’ celebran su día y reafirman su lucha

Ana Victoria Herrera es una barranquillera que lleva 37 años dedicada al negocio de la comida. Sus manos fuertes prepararon la masa con la experiencia de los años reflejada en cada movimiento. En medio de su labor manifestó a sus compañeras lo atrasadas que estaban para terminar las empanadas y carimañolas necesarias para la celebración del Día Nacional de la Afrocolombianidad, una fecha que conmemora la abolición de la esclavitud.

Dos siglos atrás, más exactamente el 21 de mayo de 1851, en Colombia se tomó una decisión que cambiaría la historia de las comunidades de ascendencia africana que vivían en el país. A partir de ese día en adelante no existiría la esclavitud que tantas vidas se cobraron en la era colonial, según historiadores, y se sentó el precedente de la dignidad humana y la libertad en el país.

Ciento cincuenta años después de este hecho histórico, el gobierno del país consagró esta fecha, tal como lo afirma el Ministerio de Cultura, como el Día de la Afrocolombianidad, en el cual las personas afrodescendientes celebran su raza, su herencia y sus tradiciones con orgullo.

Así lo hicieron ayer en el centro Son Palenque del barrio El Valle de Barranquilla, hogar de una gran comunidad afocolombiana que festejó con un concierto organizado por la Gerencia de Asuntos Étnicos de la Gobernación del Atlántico. Del evento participaron artistas como Young F, Gran Benko y Mulato Bantú, así como las agrupaciones Kumbe y Danza Fuerza Negra. Asimismo, en el lugar hubo venta de dulces y de productos representativos de la raza, todo esto con motivo de celebrar el “color negro” de su piel.

Sin embargo, lo cierto es que no todo en la ciudad es tan alegre y colorido para esta comunidad. Muchos de ellos deben enfrentarse a diario a discriminaciones y desaires que parecen increíbles en este siglo.

“Cuando me monto a un bus y me siento, muchas veces las personas a mi lado se levantan para no estar en el mismo asiento que yo”, manifestó Ana Victoria, mientras preparaba sus arepas.

Para Francisco Adelmo Asprilla, un afrocolombiano nacido en Chocó, pero que reside en Barranquilla desde 1981, el problema radica en que “el reconocimiento a las comunidades afro en Colombia es intangible, solo les dan cabida cuando se trata de moda o de cultura, pero no existen oportunidades reales para su desarrollo en el país”.

“Basta con mirar a los grandes dirigentes del gobierno y analizar cuántos de ellos son negros. Ese es un reflejo de la realidad de esta comunidad en la sociedad, los negros en realidad están es rompiendo calles o cargando bultos”, expresó.

Por su parte, la docente Vilma Solano Oliveros considera que gran parte del problema de rechazo y discriminación empieza en las escuelas, “sobre todo cuando hay poca cultura y enseñanza de la aceptación”.

“A pesar de que Barranquilla ha evolucionado es muy común encontrar personas afrodescendientes que no se aceptan a sí mismas. Aún existe vergüenza por el estigma que carga nuestra raza desde los tiempos de la esclavitud”, manifestó.

En su opinión, la aceptación y el reconocimiento son “la clave” para visibilizar de manera positiva la comunidad afrocolombiana.