La tragedia de la familia Kennedy
Una serie de eventos desafortunados han marcado la historia de los Kennedy, más allá de la muerte del presidente John F. Kennedy y de su hermano Robert. Cronología de una ‘maldición’.
John Fitzgerald Kennedy, el presidente más joven de la historia de Estados Unidos, murió en un día soleado mientras paseaba en el coche presidencial por la Plaza Dealey de Dallas, Texas, al recibir un fulminante disparo en la cabeza. Tres segundos antes, JFK dejaba de saludar al público y se apretaba adolorido el cuello. Una bala lo había alcanzado por la espalda y salía expulsada por la garganta. Los detalles de su asesinato han sido documentados de todas las formas posibles y es, sin embargo, apenas una de la trágica sucesión de desdichas que han marcado a la célebre familia.
La historia de los Kennedy está plagada de una serie de sucesos desafortunados que incluyen muertes prematuras, atentados, accidentes mortales, escándalos y sobredosis. Son, por su puesto, hechos aislados que han trascendido hasta tal punto de recibir un nombre: la tragedia de los Kennedy o –aunque peyorativamente– la ‘maldición’ de los Kennedy.
Esa idea, que es más bien un ‘mito urbano’, tuvo incluso eco en el fallecido senador estadounidense Edward ‘Ted’ Kennedy, que llegó a preguntar públicamente si su familia estaba siendo azotada por una supuesta maldición.
Caída en picada
La cronología que narra las distintas tragedias de la dinastía están sujetas al historial de fallas que terminaron en accidentes aéreos. El hijo de JFK, John F. Kennedy Jr, murió junto a su esposa, Carolyn Bessette Kennedy, y su cuñada Lauren Bessette, tras estrellarse mientas este piloteaba un pequeño avión en 1999 en Massachusetts.
Pero ellos no han sido los únicos. Joseph P. Kennedy, Jr., hermano del que sería el presidente de EE.UU, falleció en 1944 luego de un bombardeo a su avión durante una operación de la Segunda Guerra Mundial en Inglaterra. Apenas cuatro años después, Kathleen Cavendish, marquesa de Hartington, no regresaría de un viaje en avión con su amante Peter Wentworth-Fitzwilliam, conde Fitzwilliam, con quien además tenía planeado casarse. Ambos se dirigían al sur de Francia.
Las tragedias aéreas continuaron con Edward ‘Ted’ Kennedy, que fue senador sénior del estado de Massachusetts durante 47 años. Un año después del homicidio de su hermano JFK, cuando volaba a una convención demócrata, el avión se estrelló y Edward sufrió una fractura en la espalda y una perforación en el pulmón. En el siniestro murieron su asistente y el piloto. Edward sobrevivió, pero la lesión no le dejaría estar enderezado durante el resto de su vida.
Cinco años más tarde, en 1969, Edward protagonizaría el incidente Chappaquiddick, un escándalo que incluso fue recreado en una película y que le pasó factura hasta el fin de su carrera política. Después de una fiesta, Edward se subió a su vehículo con Mary Jo Kopechne, la antigua secretaria personal de su hermano Bob. Mientras conducía, perdió el control del carro y este cayó desde un puente al lago Poucha. Mary murió tras quedar atrapada, mientras que Edward logró nadar a la orilla. Avisó a la policía... 10 horas después.
Una lobotomía
Una de las historias más trágicas de los Kennedy le pertenece a Rosemarie Kennedy, la tercera de los nueve hijos del matrimonio de Joseph P. Kennedy y Rose Elizabeth Fitzgerald.
La joven fue sometida a una lobotomía prefrontal que la envió a un hospital psiquiátrico hasta el día de su muerte. En la década de los 40, este tipo de incisión quirúrgica se consideraba una técnica revolucionaria para tratar las dificultades de aprendizaje. Rosemary tenía 23 años cuando quedó sin poder caminar ni hablar, entre otras muchas complicaciones.
Drogas y drogas
A los 28 años, David A. Kennedy, el cuarto de los 11 hijos de Robert F. Kennedy y Ethel Skakel, falleció por una sobredosis. Era la primavera de 1984.
El joven fue hallado muerto sobre el piso de la habitación 107 del lujoso Hotel Brazilian Court de Palm Beach, Florida, donde llegó a hospedarse después de completar un mes de rehabilitación.
Los hechos más recientes de las tragedias en el árbol genealógico de los Kennedy también se relacionan con la adicción. Mary Richardson, exmujer del activista Robert Kennedy Junior, murió en mayo de 2012 como consecuencia de –lo que se cree– un suicidio. Durante años, Mary había batallado contra las drogas y alcohol.
El último suceso de esta serie de ‘desgracias’ ha sido la muerte, a principios de este agosto, de Saoirse Kennedy Hill, nieta de Robert F. Kennedy, el hermano del expresidente JFK. Tenía 22 años y, según fuentes anónimas, fue consecuencia de una posible sobredosis.
“El mundo es un poco menos hermoso hoy”, dijo en un comunicado su abuela Ethel Kennedy, parte de una familia con muchos momentos muy pocos hermosos... casi como en cualquier familia.
