La nota baja que reinó en el Festival Vallenato
La especulación en tarifas de bienes y servicios y la incertidumbre sobre el manejo del parque, entre otros, desmejoraron la fiesta.
Muchos son los argumentos, desde diferentes puntos de vista, para asegurar que el Festival de la Leyenda Vallenata 2019 ha sido considerado como el más “malo” en los últimos años. La baja afluencia de público, la especulación en bienes y servicios, la incertidumbre sobre el parque Consuelo Araújonoguera, ahora en poder del Municipio, la falta de un espectáculo de talla internacional a los que ya venían acostumbrados los asistentes, incluso hasta tintes políticos, entre otras, habrían incidido en la percepción de que el evento quedó “malo” este año.
Silvestre Dangond, durante su presentación en la velada final del certamen, no aguantó ver lo que estaba sucediendo y se pronunció diciendo: “Esta es nuestra fiesta, esto no es de política, es de folclor, de cultura. Han amedrentado a la Fundación y ya se están viendo los resultados. Estaban llorando los hoteles porque este año hubo minoría (…) este año vamos a hacer el Festival los vallenatos, los que vivimos aquí”.
El disgusto del cantante urumitero obedeció a todos los obstáculos que tuvo la organización del evento para sacarlo adelante. Tras un fallo del Consejo de Estado, el parque, principal escenario para el Festival, pasó a manos de la Alcaldía, que solo faltando unos cuantos días para arrancar el certamen lo arrendó a la Fundación del evento, en medio de una marea de críticas por la dilatación del proceso, lo que pudo incidir en no establecer con anterioridad una nómina de artistas internacionales como lo había hecho el ente organizador en ediciones pasadas.
Esto también habría influido en la baja promoción del evento, que este año tuvo una baja histórica en visitantes. Cuando en ocasiones anteriores, para la fecha del Festival no había cupos en los hoteles, teniendo que recurrir algunos turistas a alquilar casas y apartamentos, en esta oportunidad quedó mucha reserva por ocupar.
De acuerdo con el reporte de la Terminal de Transportes de Valledupar, el flujo de pasajeros disminuyó para los días de este Festival en 7.992 personas, en comparación con el año pasado. Según el gerente de la entidad, Luis Fernando Cuello, 21.021 personas llegaron a esta capital en el marco del certamen, y salieron 27.800. Es decir, fue más la gente que se fue, que la que vino.
No obstante, hubo un incremento en el número de pasajeros en el aeropuerto Alfonso López. Entre el 26 y 30 de abril de este año, llegaron 7.547 personas, mientras que en 2018 arribaron 7.004.
El presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón Márquez, dijo que “hay que seguir trabajando duro en la cultura del turismo”, porque todavía existen dificultades en “el transporte y los altos costos de los eventos”.
“Desde la Cámara de Comercio invitamos a las personas a que tengan optimismo, defendiendo ese patrimonio inmaterial de la humanidad que es el vallenato. Se tardaron un poco algunas decisiones de los eventos más importantes, se necesita mayor promoción de los mismos, pero también se llama la atención de empresarios y microempresarios frente al tema de los costos, que ponen en riesgo el regreso de muchos turistas al siguiente festival”.
Por su parte, el presidente de Fenalco, seccional Cesar, Octavio Pico Malaver, dijo que “hay que crear las condiciones de infraestructura y fomentar incentivos, para que esto propicie” un crecimiento económico, “porque por ahora el impulso a la economía naranja” se “está volviendo puro discurso” que se nota en “el uso de camisas de ese color, con promesas presidenciales que se han tornado populistas”.
“Los que tenemos que movernos somos los que estamos aquí en la ciudad”, agregó Pico Malaver.
El empresario también cuestionó que algunos taxistas cobraran entre 15.000 y 20.000 pesos por carrera cuando la mínima es de 6.000 pesos en la ciudad, así como el incremento desmedido en precios de la comida. Dijo que en inmediaciones de la plaza un restaurante cobraba hasta 48.000 pesos por un almuerzo.
Las ventas en sectores turísticos, como el balneario Hurtado, no fueron las mejores en comparación con años anteriores. Ignacio Andrade, comerciante del lugar, manifestó que este festival no llenó sus expectativas.
“En el pasado era una temporada en que por el flujo de visitantes se incrementaba el consumo de bebidas, comidas y de los servicios que ofrecemos en el río, pero en esta ocasión nos fue mal”, dijo.
Dairo García, conductor de taxi, señaló que el bajo flujo de personas se notó tanto en los servicios como el acceso a los sitios donde se presentaban los espectáculos. “Antes era un lío llegar hasta el Parque de la Leyenda por la cantidad de gente, en esta ocasión fácilmente uno podía parquearse en los alrededores y esperar las carreras”.
El arriendo del parque
Muchos ciudadanos criticaron los retrasos por parte de la Alcaldía para entregar el Parque de la Leyenda la Vallenata a tiempo y así darle seguridad al evento. Al respecto, el secretario General de la administración, José Juan Lechuga, dijo a un medio local que desde febrero pasado el alcalde Augusto Ramírez había garantizado que para los días del evento el uso exclusivo del escenario sería para la fundación que organiza el certamen.
“Lo único que teníamos que hacer era acordar la figura jurídica que íbamos a utilizar, que ya se sabía que no iba a ser un comodato por cuanto el bien era sujeto de aprovechamiento económico. En una reunión, donde estuvieron representantes de la Fundación del Festival y de la Alcaldía, se dejó claro que el uso iba a ser 100 % de la fundación, que iba a tener control de los parqueaderos, baños, coliseo, entre otras partes del parque. Por simple lógica uno no podía tener varios operadores si en últimas el que iba a responder era la fundación”, dijo.
Sostuvo que no se le negó el ingreso a la fundación, incluso antes de firmar el contrato, que solo se pudo suscribir el mismo día en que comenzaba el evento. “Lo único que no se tenía era el contrato que se suscribió hasta el viernes 26 de abril, buscando la estructuración de los estudios previos y buscando una fórmula adecuada para ambas partes, que convirtiera el arriendo más económico, estudio que se realizó con la Lonja del municipio de Valledupar. Sin embargo, mucho antes se sabía, por el valor de los predios que están alrededor, que el canon de arrendamiento diario estaría entre 45 millones a 60 millones de pesos. Al final se arrendó en 53 millones de pesos por día”.
Le cumplimos al país
El alcalde Augusto Ramírez dijo, al entregar un balance del evento, que “la ciudad, la fundación, las entidades y la Policía” le cumplieron “al país vallenato” y a los amantes de la música vallenata. “Todos los eventos fueron perfectos, la gente contenta, una ciudad limpia donde disminuyeron los delitos en un 75%, hubo un plan de movilidad exitoso; pero siempre la gente quiere más, podemos hacer más y desde ya estamos organizando las bases para que el próximo año, el gobierno encuentre el proceso avanzado”.
Por su parte, el presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina, indicó que se cumplió con la organización y desarrollo del evento,agradeciendo a todas las personas que participaron en la realización del certamen.
