La música que se hace desde los barrios
Tres productores cuentan cómo funcionan los estudios de grabación caseros en Barranquilla. El voz a voz es la herramienta más utilizada por este tipo de espacios musicales.
En un espacio acogedor de su casa con luces azules en el techo, dos monitores, un piano, una tableta, micrófono con filtro, controlador midi, sampler, un panel con material acústico y dos bocinas, Juan Camilo García, de 26 años, crea música.
“En los estudios de grabación caseros el modelo de negocio no solamente consiste en que los artistas paguen por sus grabaciones, sino en acompañar a la persona en su carrera. Esto se da cuando nos cercioramos de que su música funciona para el mercado”, expresó este joven que empezó en el mundo de los sonidos y melodías cuando componía canciones de los géneros pop y urbano.
Juan Camilo, tecnólogo en producción de audio, adaptó hace cuatro años una de las habitaciones de su casa en la carrera 68 con calle 75 para formar el estudio de grabación y producción musical IQ Music.
Este tipo de estudios cobran de $700.000 a dos millones de pesos, en promedio, por un tema totalmente producido.
“La música es una inversión a largo plazo. Siempre es importante que los artistas emergentes cumplan las metas que se plantean con el equipo”, dijo García.
En la actualidad, IQ Music acompaña en sus carreras artísticas a Paul Joseph, Fitho, Chris Music, tres cantantes del género urbano.
“La música que grabamos es variada aunque el mercado en Barranquilla es más que todo urbano. Siempre tratamos de llevar otro tipo de ritmos y conceptos para que no sea más de lo mismo”, dijo Daniel Sosa, arreglista y compositor del mismo estudio.
En una casa de esquina del barrio Carlos Meisel retumban sonidos explosivos de mezcla urbana todos los días. Allí vive Jesús Delgado, de 25 años, conocido como ‘El pequeño Rank’, seudónimo que alude a un rango superior y a su baja estatura.
Para él, la música “es como hacer un bebé”, por eso con amor le dedica hasta días completos a la producción de canciones en una de las habitaciones de la vivienda adaptada desde hace tres años para formar el estudio de grabación VIP Music.
“Me contrataban para producir música en otros estudios de la ciudad hasta que decidí hacer el mío en casa porque no hay nada como la comodidad del hogar”, contó Delgado, que tiene estudios en producción multimedia.
Agregó que la musa o inspiración para crear música puede llegar a medianoche, regresando de una fiesta o en medio de cualquier actividad, así que “cuando quiera puedo prender el computador, los equipos y grabar”.
Muchos de estos negocios, además de producir canciones ofrecen a sus artistas la oportunidad de componer y adaptar temas y hacer covers.
“Este tipo de creaciones las hago con el artista Dany Escobar. Hemos tenido de la fortuna de haber trabajado con personas nacionales e internacionales”, finalizó el también cantante urbano, Jesús Delgado.
“Producimos para cualquier género, pero nuestro fuerte es el urbano. Dentro de este trabajamos lo que es champeta, reguetón, dancehall, merengue urbano, rap, entre otros”, agregó.
Otro estudio de grabación en los barrios de Barranquilla que brinda una amalgama de servicios es Kylla Records, ubicado desde el 2010 en Recreo.
Su propietario, Elkin Orozco ‘Dj Nitro’, de 29 años, decidió utilizar una de las siete habitaciones de su casa para crear este espacio musical.
“Está adecuado al género urbano, pero se graba todo tipo de melodías”, contó.
Desde jingles o campañas empresariales hasta temas originales se crean desde este hogar que cuenta con instrumentos como baterías, congas, guitarra eléctrica, cajón peruano, entre otros elementos “básicos”, ya que “por lo general el músico trae sus propios elementos”.
“Si la persona quiere adicionarle diversas instrumentaciones se le suma los costos de los músicos”, dijo Orozco sobre cómo funciona el negocio de la creación de música desde los barrios.
La herramienta perfecta que han utilizado estos jóvenes para dar a conocer sus estudios es el voz a voz, confiesan.
“Los artistas cuentan entre amigos cómo se sintieron grabando. Eso potencia la industria. Las redes sociales son más para mostrar los productos”, aclaró Juan Camilo García.
“Los cantantes y mánagers han recomendado lo que más les gusta y eso nos da el reconocimiento”, contó Jesús Delgado, que en su proyecto maneja todos los aspectos de composición, arreglo, grabación de instrumentos, entre otros elementos de la producción.
Perfil
El perfil de los artistas que van a este tipo de lugares, según los productores, es de personas que aunque empiezan en el mundo de la música tienen visión de lo que quieren hacer, ambición de radio o medios televisivos, invierten en sus proyectos e incluso cuentan con un representante.
“Cuando nos contactan los artistas para producir, tenemos en cuenta lo que ha venido haciendo y en caso de que sea su primera producción analizamos hacia dónde quiere llegar con el producto porque este va a hablar bien de él, pero también de nosotros como empresa. También influye su personalidad”, rescató Jesús Delgado.
Grabación
Este tipo de estudios antes de realizar una producción se reúne varias veces con un artista para determinar los aspectos del tema.
“No hay un número de visitas determinado porque eso depende de la química que tengamos con el artista”, dijo Jesús Delgado.
Para Elkin Orozco, la duración de una producción depende del género musical. “Si se tiene todo grabado en menos de una semana y media está lista la canción”.
Por su parte, Juan Camilo García, productor de IQ Music aclaró que la grabación de una canción también depende de que “el artista esté inspirado”, algo que para él es lo más importante para obtener un gran resultado.
El estudio VIP Music en sus inicios realizaba la producción de un tema musical en una semana. Ahora, según comentó ‘El pequeño Rank’, al proceso de mezcla, masterización y edición de voces le dedican mucho más tiempo por lo que mensualmente pueden hacer dos o tres canciones.
Elkin Orozco, productor de Kylla Music, contó que graban al mes tres o cuatro agrupaciones.
Industria
Para los propietarios de los estudios de grabación mencionados, la industria musical en Barranquilla está creciendo.
“Estos lugares son una gran oportunidad para todas aquellas personas que no tienen los recursos para grabar en grandes estudios. En Barranquilla hay como 50 estudios caseros”, finalizó Orozco.
Desde la casa, con equipos “básicos”, persistencia y talento, estos espacios musicales de barrio han sido parte del éxito de muchos artistas alrededor del mundo quienes han depositado su credibilidad para cumplir el sueño de posicionarse y construir paso a paso su carrera.
