La Loa de Baranoa, una tradición para destacar
El pasado 6 de enero, la plazoleta Manuel Patrocinio Algarín Palma se engalanó con una obra majestuosa y una asistencia multitudinaria.
Atrás quedaron las madrugadas y los escenarios en palma de coco para la tradición escénica Loa de los Santos Reyes Magos en Baranoa.
La pasada noche del 6 de enero, la plazoleta Manuel Patrocinio Algarín Palma, de ese municipio atlanticense, se engalanó con un montaje impecable, una obra majestuosa y una asistencia multitudinaria.
Dos tarimas decoradas a la perfección. Una simulaba el palacio de Herodes –rey de Judea– mientras que la otra era el aposento donde permanecía el niño Jesús, José y María.
El sonido, la iluminación, los juegos pirotécnicos y el cuidado actoral también se destacaron en la obra que este año celebró 148 años.
Esta tradición escénica popular de la región Caribe colombiana fue dirigida por Agustín Consuegra Ortega, que interpreta el personaje de Herodes y quien estuvo a cargo de más de 120 artistas que participaron en escena, entre actores, músicos, escenógrafos, luminotécnicos, ingenieros de sonido y productores.
“Contento de seguir representando la cultura de nuestro municipio. El mensaje para los jóvenes es que amen a la Loa y al pueblo para que la tradición no se pierda”, expresó Victor Sierra Gutiérrez, quien interpreta al el rey Gaspar desde hace cuatro años.
La Loa (que significa adorar) constó de cuatros actos: interrogatorio de la guardia herodiana a los Reyes Magos, diálogo del rey Herodes con los Reyes Magos, adoración de los reyes al Mesías y soberbia del rey Herodes ante el no regreso de los Reyes Magos al palacio.
Este patrimonio cultural, oral e inmaterial municipal y departamental se realiza en honor al sacerdote Santiago Acosta Sánchez.
Este padre en 1860 la escribió y enseñó a los habitantes de Baranoa que año tras año se reúne para presenciar la única representación del departamento en torno a la celebración mundial de la fiesta de la Epifanía de los Reyes Magos de la Iglesia católica.
La Loa de Baranoa, una tradición que crece
