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En video | Ismael Miranda, Ray De la Paz y Hermán Olivera sonaron los cueros en Barranquijazz

Con un asalto, los soneros se tomaron el Jumbo del Country Club y le pusieron sabor a la última gala de la edición 22 del festival de música.

Sonaron los cueros. La timba alcanzó su clímax con una cátedra de salsa ofrecida por Ismael Miranda, Ray De la Paz y Hermán Olivera en la última gala de la edición 22 de Barranquijazz. 

Una cumbre de soneros arrastró a los bailadores como un imán a la  pista en el Salón Jumbo del Country Club. 

Parejas de novios, esposos y amigos celebraron el Día del Amor y la Amistad con las explosivas notas de los instrumentos  fusionados con las voces de estos gigantes, un resultado narcotizante para los amantes de la salsa.

—Avísale a mi contrario que aquí estoy yo, que venga para que aprecie sonoridad—, cantó con su inconfundible voz Hermán Olivera. Con ese verso provocador estallaron las congas y los timbales de la Orquesta de Alaín Pérez, que le dieron a la salsa el papel protagónico de la noche.

“¡Ahí na ma!...Barranquilla, es un honor estar con ustedes esta noche. Mis llaves, los llevo en la buena”, dijo Hermán Olivera imitando el acento barranquillero antes de interpretar Sujétate la lengua y Qué humanidad, ante una explosión de aplausos de los asistentes.

Con la clave, la tumba y el bongó, sonó Pa’ bravo yo, una composición de Ismael Miranda en la voz de Olivera. El sabor de este himno de la salsa  hizo que los que vinieron a observar se contagiaran de la sangre africana, el son cubano, chachachá, son montuno, mambo, pachanga y demás ritmos que en un amasijo caribeño lograron uno de los resultados más excelsos de la música. 

Ray De la Paz abrió su participación en Barranquijazz con Mentirosa, siguió con Todo se derrumbó, Solo tú y yo, y le dedicó a los que se aman un eterno clásico de la salsa de alcoba, Estar enamorado para darle paso a uno de los inolvidables integrantes de La Fania All- Stars, Ismael Miranda.

Les dije que me esperaran y aquí estoy, les dije que yo volvía y volví—sonaba en el recinto.

 La banda anunciaba la llegada de este coloso de la música con un canto salsero —Ismael llegó y no se va porque vino a poner a la gente a gozar—. Así fue el arribo a la tarima del puertorriqueño, que una vez más, fue abrazado por el calor del público barranquillero. 

“Volvemos a estar en Barranquilla One More Time, hicieron unas olimpiadas brutales —dijo refiriéndose a los Juegos Centroamericanos y del Caribe— el mundo se enteró”, expresó  Ismael recibiendo la ovación del público. 

Acto seguido interpretó Careta, uno de sus himnos con la elegancia y estilo de un excelso sonero. 

Rosa y Manuel Villa bailaban en “una baldosa”. Esta pareja de esposos exaltaron la presentación de cada uno de los artistas agradeciendo que exista  un espacio dedicado a la cultura que tenga en cuenta la salsa. 

“Impresionante. ¡Qué calidad, qué estilo, qué elegancia! Se nota el respeto que sienten por el público no solo en su impecable forma de interpretar este género. Eso se ve  hasta en la vestimenta de los artistas”, comentó Manuel. 

Canciones como Las esquinas son  y Abran paso fueron parte del repertorio de este magistral exponente. 

La promesa a Barranquilla se cumplió. El escenario estalló en éxtasis cuando al cantar Ismael, Señor sereno, invitó a la tarima a sus colegas salseros Hermán Olivera y Ray De la Paz.  

El ambiente se encendió  en torno a la música. Los soneros se unieron en una improvisación de versos a Curramba bajo el coro: “que viva mi gente de Barranquilla”.  

La flamígera presentación de este trío animó a Alaín Pérez a dirigir la orquesta con su teclado. Con la inspiración a flor de piel, preso de un deleite musical tocó en la Cumbre se Soneros de Barranquijazz no solo con  sus manos sino también con su alma.

Antonio Arnedo Quinteto. La velada en el Jumbo del Country Club se inició con Antonio Arnedo y su Quinteto. El músico colombiano tocó por primera vez en Barranquijazz acompañado de Urian Sarmiento en la percusión  Santiago Sandoval en la guitarra, Ana María Oramas en la flauta y José Juviano en el contrabajo.

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