En video | El ‘Gran K’ se jubila: entra en vigor la nueva definición de kilogramo
Por 130 años la definición de kilo usaba como referencia un cilindro metálico con masa inexacta, desde ayer se comenzó a definir con base en la constante de Planck. EL HERALDO fue a las calles para conocer la opinión de los barranquilleros frente a la nueva medida y, aunque algunos aseguraron desconocer de qué se trata, hay quienes afirmaron que la nueva definición de kilogramo podía traer ciertas ventajas.
¿Sabía usted que el kilogramo de hace dos días no es el mismo de hoy? Esto debido a que ayer, coincidiendo con el Día Mundial de la Metrología, entró en vigencia una nueva definición mundial de kilogramo.
No se alarme, el kilo de papa que suele comprar seguirá siendo el mismo y, probablemente, su precio no cambie; sin embargo, la referencia utilizada para calcular la unidad básica de masa de las cosas cambió y de paso convirtió un lunes común y corriente en una fecha histórica.
Adiós al ‘Gran K’. Hace 130 años la comunidad internacional acordó dejar de medir el kilogramo con la masa de un decímetro cúbico (litro) de agua y comenzar a utilizar un objeto como referencia de la cantidad exacta para definir un kilogramo de masa.
Este objeto era un cilindro fabricado en un 90 % de platino y 10 % de iridio cuya masa representaba la mencionada unidad de medida en el Sistema Internacional (SI). Durante la primera Conferencia General de Pesas y Medidas (CGPM), en 1889, el cilindro recibió el nombre de ‘Gran K’ y se convirtió oficialmente en el prototipo internacional del kilogramo. Hasta ayer.
La decisión de “jubilar” al ‘Gran K’ se produjo luego de que científicos encontraran que la masa del prototipo original había cambiado en unos 50 microgramos en comparación con otras seis copias del mismo cilindro hechas a finales del siglo XIX.
La variación en el peso del ‘Gran K’ correspondería al peso de un copo de nieve o de un grano de arena y, aunque para muchos resulte infinitesimal, representaba un problema de inexactitud para la comunidad científica e industrial a nivel mundial, sobretodo para quienes trabajan con tecnología cuántica.
De esta manera, en la Conferencia general de pesos y medidas de noviembre pasado, en Versalles (Francia), se decidió que el kilogramo como unidad básica de medida se derivaría de la constante de Planck (h), una fórmula que relaciona la energía de un fotón (partícula mínima de energía) con su frecuencia. Esto es, que el kilogramo se define en términos del segundo y del metro, unidades del sistema internacional.
El ganador del Premio Nobel de Física Wolfgang Ketterle afirmó que “la nueva definición de un kilogramo corresponde a la masa de un número exacto de partículas; un número muy grande de partículas”.
Más exacta. De acuerdo con el profesor Luis Sogamoso, experto en metrología y docente del departamento de Física de la Universidad del Atlántico, el cambio en la definición de kilogramo no afecta la vida cotidiana de las personas.
“Hoy todas las unidades de medida del Sistema Internacional de Unidades están en términos de constantes físicas para garantizar la universalidad, pero lo que uno hace en la práctica no cambia, solo varía la referencia”, aseguró el profesor.
Al hablar de referencia universal, dice el profesor, se utiliza un mismo patrón de medida que ya no va a estar ligado a un objeto sino a una fórmula matemática y, además, garantiza la exactitud de la medida de la unidad de masa.
A modo de ejemplo, el profesor Sogamoso explicó que una balanza se calibra con una pesa patrón. Esa pesa es calibrada con otra pesa patrón de mayor exactitud y esa otra pesa se calibra con la pesa patrón que está en el Instituto Nacional de Metrología, en Bogotá y que sería una replica del ‘Gran K’.
“Ahora esa pesa patrón que tienen en Bogotá se compara con la nueva definición, la constante de Planck, y garantiza que se tienen medidas más exactas”, afirmó para concluir que esa nueva medida que da la balanza es más confiable porque va acorde a una constante física que no varía y que es universal.
Esto, según Sogamoso, brinda nuevas garantías de exactitud en los ámbitos científico, comercial e industrial.
Cabe destacar que ayer también entraron en vigor nuevas definiciones del amperio, el kelvin y el mol.
