En tiempos de centennials ¿qué motiva a los niños a vivir el Carnaval?

Por Diana Martínez Natera

Los centennials son una generación que abarca a los nacidos desde  el año 1997 hasta la fecha. Se caracterizan por haber crecido en el auge de la era digital, por lo tanto lo más común es encontrarlos cerca de los dispositivos electrónicos.

Muchas personas pensarían que en medio de tantos avances y tecnología las tradiciones del Carnaval se irían acabando con las generaciones mayores.

Sin embargo, tal como se evidenció en el evento del Semillero del Carnaval, son muchos los pequeños que participaron y mostraron que viven y disfrutan la fiesta.

Gozando la niñez. En Barranquilla, a partir del minuto uno del primero de enero dejan de sonar las canciones navideñas para abrir paso a los temas tradicionales del Carnaval. Cumbias, fandangos y porros se escuchan en las calles de la ciudad y casi pueden hacer sentir a sus habitantes el olor de la maicena y los brillos de los disfraces.

En medio de este ambiente crecen muchísimos centennials, que por influencia de sus padres o por decisión propia se dejan contagiar por el espíritu de la fiesta más importante de Colombia. 

Este es el caso de María Fernanda Vizcaíno, de 9 años, que desde muy pequeña participa en los principales desfiles de la fiesta barranquillera.

“ Me divierte bailar, es algo que había querido hacer toda mi vida”, expresó.

Actualmente, ‘Mafe’, como le dicen sus amigos, es bailarina del Rumbón Normalista y no duda en decir que bailar ahí “es un sueño cumplido”.

Por su parte, Luz Irina Goméz, de 8 años, afirma que bailar en el grupo de tradición popular Torito en Carnaval es “lo más divertido” que ha hecho en su corta vida. 

Para ella quedarse jugando en su casa es algo “muy aburrido” comparado con la alegría que siente al participar en el Carnaval. Es por esto que no duda en acudir a múltiples ensayos semanales con tal de seguir disfrutando de estos momentos de “diversión”.

Alan Romero, un adolescente de 13 años, que tiene celular y otros artefactos electrónicos, asegura que durante meses reparte su tiempo entre la tecnología, el estudio y los ensayos del grupo folclórico al que pertenece.

“La tecnología hay que saber utilizarla y no puede ponerse por encima de las pasiones”, afirmó el capitán de los Cumbiamberitos de Buenos Aires.

Grinch Carnavaleros

  Tal como aquel personaje que no gustaba de la Navidad, entre los centennials barranquileros hay quienes son Grinch del Carnaval. Juliana Urueta hace parte de esos adolescentes que prefieren quedarse en su casa entreteniéndose con videojuegos que participar de la fiesta.

“A mí no me atrae la idea del Carnaval, ni me muero por asistir a él”, dijo.

“Es más divertido estar cómoda en mi casa, que ir a que me llenen de maicena en un desfile”, finalizó la joven.

Javier Prieto, de 10 años, dice que el Carnaval no le representa un gran atractivo.

“Lo único divertido que tiene el Carnaval es la recocha, pero  no tiene nada más que me guste”, dijo.

En ambos casos, los pequeños solo asisten a la fiesta por motivaciones ajenas a su voluntad. Afirman que algunos años sus familias prefieren salir de la ciudad en épocas de Carnaval para conocer otros lugares y ellos respaldan esa decisión.

“Muchas veces mi familia y yo nos vamos de viaje en esos días, para mí eso es mucho mejor que quedarme en los desfiles”, confesó Javier.

Si bien es cierto que actualmente muchos chicos no se sienten muy atraídos por la idea de la fiesta, tanto Javier como Juliana prefieren no descartar la idea de que en un futuro puedan cambiar de parecer y llegar a disfrutar del Carnaval, así sea con un videojuego.