El empoderador discurso de viuda alegre en la muerte de Joselito
El martes, la reina ‘Fefi’ Mendoza dijo que que no tenía por qué llorar a ‘Jose’, pues era borrachón y mujeriego “y yo me merezco algo mejor”. Este mensaje va más acorde con la mujer de hoy: expertos.
Los gritos desconsolados, las lágrimas a flor de piel y el abrazo constante a un borracho moribundo quedaron a un lado en el último día del Carnaval, cuando la reina Stephanie Mendoza Vargas bailó, sonrío y miró con desagrado a su parejo desgreñado, Joselito Carnaval. “Es que ese man es cachón, borracho y parrandero. Yo necesito a alguien mejor, me lo merezco”, dijo la soberana durante el desfile.
Esta nueva actitud de la viuda alegre –explican conocedores del tema–logró reflejar el empoderamiento femenino sobre el ego masculino en esta festividad.
De este modo Roxana Osorio, miembro del colectivo Mujeres con Poder, cuenta que ‘Fefi’, con este discurso, pudo llegar a “sensibilizar la problemática del comportamiento masculino durante el Carnaval, que termina afectando la estabilidad del núcleo familiar cuando el hombre sale a emborracharse durante días”.
Añade que este es un reflejo del empoderamiento femenino, donde la mujer deja de ser sumisa y saca a relucir su fortaleza.
El reflejo de la acutalidad
Aparte de esta percepción sobre el papel que jugó la reina, el sociólogo Jorge Bolívar considera que la puesta en escena de la muerte de Joselito fue “una representación de los nuevos tiempos y de cómo se ve la muerte en la actualidad”.
De esta manera argumenta que los carnavales demuestran cada año que terminan siendo “una parodia de la vida”. Detalla, además, que esta imagen femenina de la viuda alegre invita a la mujer a liberarse del yugo sicológico, contextualizado con el maltrato femenino que se registra en la actualidad.
Por otro lado, Bolívar comenta que aunque fue algo inesperado, la cultura barranquillera toma los cambios con folclor, pero “no creo que se convierta en un modelo de lo que será el desfile del último día de Carnaval de ahora en adelante”.
Una propuesta diferente
Stephanie Mendoza, soberana de las carnestolendas, considera que “la mujer barranquillera siempre ha salido adelante y así se debía mostrar en el último día de Carnaval”.
Destaca, además, que esta idea hace parte del sello diferencial de cada reina, quienes en años anteriores han salido vestidas de novias o con bebés en brazos.
Asimismo, ‘Fefi’ comenta que cada generación empieza a pensar y tener comportamientos diferentes, por lo que “cada vez vemos mujeres más independientes”.
Por su parte, Marcela Dávila, reina del Carnaval de Barranquilla en el año 2011, opina que la viuda alegre fue una muestra de lo que son las mujeres en la actualidad: contentas e independientes. Resalta que “la reina supo representarlo conservando los estándares de la tradición”.
Marcel García, reina de las festividades en 2016, recuerda que haberse vestido de novia plantada provocó algunas críticas por cambiar el tono tradicional, pero “al final la gente lo asimila y cuando uno se sale del molde lo disfruta más”. Expresa que cuando las reinas se sienten cómodas y seguras con lo que quieren transmitir logran un papel excepcional y que la reina ‘Fefi’ “demostró que es buena hasta para actuar”.
