Droopy, el perro que se robó el ‘show’ en el Metropolitano
No se llama Firulais, como lo bautizaron en los memes que se hicieron virales en las redes sociales. Le crearon una cuenta en Twitter.
Llegó en 2007 a la casa de Rosiris Barreto, una enfermera que vive junto a su madre y hermanas en una esquina del barrio Los Girasoles, cerca al estadio Metropolitano Roberto Meléndez, donde este martes se jugó el partido Colombia vs Brasil por las eliminatorias al mundial de Rusia-2018. Su nombre es Droopy Sebastian Barreto Ortega y fue el protagonista del encuentro deportivo.
Corría el minuto 43 del primer tiempo cuando un perro amarillo, de tamaño mediano, desorientado y hasta asustado por la algarabía, invadió el campo provocando risas y robándose el show en el partido. Los memes no se hicieron esperar, pues varios minutos después Willian, de la selección Canarinha, abrió el marcador con un potente remate al arco tras un pase del crack Neymar.
A la entrada de Droopy a la cancha le atribuyeron el marcador en contra de Colombia y de repente empezaron a hacerse virales en las redes sociales imágenes en las que un perro muy parecido a él decía expresiones como: “Ahora la culpa es mía”, “me les tiré el partido” y “quería morder a Neymar”.
Sus dueños en un principio no reconocieron a este can de raza labrador cruzado con basto. “Estábamos viendo el partido, pero acá la señal es mala, como de lluvia, y no se veía bien el perro. Cuando mi sobrino Kevin observó en Facebook que había varias fotos de él, supimos que era”, dice Niny Barreto.
Comenta que uno de los rasgos que ayudaron a identificarlo es una verruga negra que tiene en el vientre. “Cuando miramos las fotos del perro, que tenía cargado un muchacho del estadio, le vimos lo que tiene en la barriga, una especie de tetilla grande de color más oscuro”.
Más vidas que un gato
En su calle le dicen el ‘sobreviviente’ porque ha estado a punto de morir más de una vez. “Hace unos años casi lo envenenan en varias ocasiones, pero no se murió”, indica Socorro Ortega, mamá de Rosiris, al tiempo que recalca que así como esas veces, ha estado cerca de la muerte cuando lo atropelló un carro y cuando, desmayado, casi se lo comen las hormigas en el patio de la casa.
“Él es un sobreviviente. Cuando creemos que ya no va a aguantar más se levanta y sigue por ahí buscando perras en celo”, añade. Esta fue la razón por la que antes de ayer se metió por el parqueadero del ‘Metro’ para seguirle la pista a una perrita negra que es “su novia”.
Le gustan los balones
Este perro de siete vidas, que cumplirá 10 años el 12 de octubre, es un “aficionado” al fútbol. Siempre que hay personas jugando se integra al partido, corre y daña balones que después su familia tiene que pagar. “Droopy está en las ligas mayores, él quería conocer a Neymar y a James, por eso se metió a la cancha”, comenta, entre risas, Rosiris.
El guardián
Droopy Sebastian tiene dos casas, una en la que vive y otra en la que hace la siesta. La casa de al frente es también su hogar debido a que es un guardián en el barrio, este derecho se lo ganó cuando impidió dos robos ahuyentando a los ladrones con sus ladridos. “La vecina deja que se acueste en su terraza porque por él no se le metieron a la casa”.
Hace unos días era un animal como cualquier otro, que iba tras las hembras en celo y se paseaba como “perro por su casa”. Pero hoy es uno de los más famosos canes. Crearon en Twitter una cuenta llamada @Perritoquesemetio en la que dicen que se llama Firulais y tiene más de 8.900 seguidores.
Su familia lo bautizó Droopy porque cuando estaba cachorro, sus cachetes y cara de “amargado” eran muy parecidos a los de la caricatura.
Rafael Robayo, voluntario de comunicaciones de la Federación Colombiana de Fútbol, fue quien sacó a Droopy de la cancha. “Al ver que nadie entró a sacarlo le pregunté al jefe de comunicaciones que estaba al lado mío si entraba yo. Cuando empezó el “ole, ole”, porque no podía coger al perro, me preocupé porque si no lo agarraba la montada iba a ser grande”, comenta.
Robayo lo sacó y lo dejó en la zona dispuesta para la Cruz Roja, de donde fue retirado por personal de logística.
Gustos selectos
“Solo se alimenta de comida para gatos y pan, le gusta la Coca Cola y el agua fría”, dice su ‘mamá’ humana.
Ha criado a cuatro gatos que hay en su casa como si fuera su padre. “Cuando nacieron les lamía el ombligo para que se les sanaran”, añade Rosiris. Su rostro se ha vuelto viral, no solo estuvo en el terreno de juego junto a las selecciones de Brasil y Colombia, también “apareció” en la bienvenida de Francisco al país, según los memes de la visita del Papa.
