Diez tips saludables para mejorar el rendimiento laboral
El desempeño en el trabajo depende en gran medida de los hábitos alimenticios. Una dieta adecuada favorece al desarrollo y buen funcionamiento del cerebro.
Por Diana Martínez Natera
En medio de los afanes que generan las responsabilidades laborales, algunas personas parecen olvidar la importancia de mantener un estilo de vida saludable. Y, aunque muchos no lo tengan en cuenta, manejar una buena alimentación y tener hábitos de vida saludable tiene una influencia directa sobre el rendimiento que se tiene en el trabajo. Así lo asegura el médico nutriólogo clínico, investigador senior Colciencias, y profesor investigador de la Universidad Simón Bolívar, Isaac Kuzmar.
“La alimentación tiene gran influencia en el rendimiento laboral, buenos hábitos alimenticios ayudan a mejorar la depresión, la ansiedad y la productividad en diferentes entornos laborales”, afirmó.
Asimismo, Kuzmar asegura que la dieta que se realice está directamente relacionada con el tipo de trabajo en el que se desempeña la persona.
“Los alimentos de origen vegetal son ideales para el trabajo de oficina, para trabajos más activos se recomienda incrementar la cantidad de carbohidratos en las comidas, pues la actividad diaria exige un mayor consumo de estos”, explicó.
Por su parte, Carmen María Carrero González, nutrióloga con un doctorado en Ciencias de la Salud, investigadora de la Universidad Simón Bolívar en el programa de Enfermería, recomienda manejar un estilo de vida saludable, pues esto influirá en la forma como se genere el resultado laboral.
Según afirma, es necesario acompañar la ingesta correcta de alimentos con ejercicio e hidratación, pues todo es un conjunto de elementos que al final ayudarán a obtener el resultado esperado.
La experta hace especial énfasis en no consumir comidas fritas y reducir en gran medida las grasas y los dulces de la alimentación diaria.
“Lo mejor es no picar dulces. Si se va a endulzar un jugo es preferible usar azúcar morena, panela o miel”, manifestó.
De igual forma, recomienda la ingesta de algunos alimentos en la dieta diaria. “Es importante consumir frutas, estas aportan fibra, proteínas que ayudan al buen funcionamiento del cerebro”, afirmó.
“Si se va a tomar leche, debe ser descremada, el queso se debe desengrasar, el huevo debería consumirse cocido, no frito, y lo ideal es que el jamón que se consuma sea de pavo o de pollo”, agregó.
Viendo la influencia de la alimentación y el estilo de vida en el trabajo, EL HERALDO realizó una compilación de 10 recomendaciones que hacen los expertos.
Al consumir alimentos es necesario que el cerebro se concentre en ello, es por eso que trabajar mientras se almuerza o se cena puede derivar en problemas de digestión que a la larga afectarán el rendimiento en la labor. Por eso cuando vaya a comer alguna comida fuerte, es necesario desconectarse y dedicarse solo a eso.
Lo ideal es mantener una ingesta de alimentos cada tres o cuatro horas, logrando un total de cinco comidas al día. Esto favorece al proceso digestivo y permite que no se convierta en un problema al momento de realizar los trabajos y también ayuda a tener un metabolismo saludable para la vida diaria fuera de la oficina.
Cuando se trabaja en una oficina es posible que se pase la mayor parte de la jornada laboral sentado en la misma posición, lo que puede generar afectaciones musculares y óseas, por esta razón los expertos recomiendan realizar pausas activas frecuentes, dar una vuelta por la oficina y estirar el cuerpo buscando comodidad.
Es muy común que una taza de café sea el compañero elegido de los días de trabajo, sin embargo, consumir mucho de esta sustancia puede traer grandes consecuencias. El café influye directamente en el sistema nervioso central y en la pérdida de calcio por lo que es muy importante no abusar de él y consumirlo descafeinado.
En una oficina que cuenta con aire acondicionado probablemente no se sienta la necesidad de consumir agua y por ello se obvie esta acción ¡Grave error! El cuerpo siempre debe estar hidratado, es por ello que se deben consumir de 8 a 10 vasos de agua diarios aún si no se siente sed. Es un líquido indispensable.
Las jornadas laborales en algunos casos se extienden hasta horarios nocturnos. Sin embargo, es importante que la cena, que equivale a la última comida del día, se consuma máximo a las 7:00 de la noche, de lo contrario lo que se ingiera se convertirá en grasas y azúcares que a la larga harán que el rendimiento en el trabajo disminuya.
La ansiedad y el estrés son dos de los males más comunes en la actualidad y generan ganas de comer mientras se trabaja, es por ello que lo recomendable es tener a la mano meriendas saludables como frutos secos, yogurt o galletas integrales que ayudarán a la saciedad, pero sin hacer daño al organismo.
El desayuno es la comida más importante del día, si se pasa probablemente se refleje en el humor, dolores de cabeza y debilidad que no permitan desempeñarse de la mejor manera. Por eso es importante consumir un desayuno completo, pero ligero, que contenga fibra, proteínas, carbohidratos y grasas naturales. Nada de fritos.
No es necesario ser un gran atleta, basta con hacer caminatas de 20 minutos o evitar el ascensor y optar por las escaleras, lo importante es mantener el cuerpo en movimiento. No llevar una vida sedentaria. De esta forma el cerebro se activará y la jornada de trabajo se hará más productiva a si escogemos estar sin movimiento.
Sin importar qué tan ocupado se esté, no se deben saltar las comidas. El cuerpo está constantemente consumiendo nutrientes que son necesarios. No importa si estamos hablando de un trabajo de oficina o uno que requiera más movimiento, es indispensable brindarle al organismo lo que necesita para funcionar bien.
