En video | Diana Burco y su nota vallenata en los Grammy Latino
Con 23 años, esta bumanguesa se convirtió en la primera mujer en la historia que es nominada en la categoría Cumbia-Vallenato.
El nombre de Diana Burco quedará inscrito para siempre en la historia del vallenato. La bumanguesa, de 23 años, fue nominada al Grammy Latino en la categoría Cumbia-Vallenato.
Con el álbum que lleva su nombre se medirá el 15 de noviembre con artistas como Juan Piña, Alberto Barros, Silvestre Dangond y Jean Carlos Centeno.
“Aquí ganará la buena música, esa que se hace con el alma. El vallenato es un género que estremece todo y pienso que eso fue lo que vio la Academia. No importa si eres hombre o mujer, yo estoy nominada por la buena música que hice en mi álbum”, dijo a EL HERALDO la estudiante de noveno semestre de Música en la Javeriana.
Su romance con el vallenato nació en su casa en Bucaramanga, y a los 12 años su padre, que vio el talento, la llevó a Valledupar para que tomara clases con Andrés ‘el Turco’ Gil.
“Había aprendido a tocar violín, pero estaba destinada para el acordeón, la primera canción que me aprendí fue Diana que hizo famoso a Diomedes, me encanta porque además de mi nombre su historia conecta.
Posteriormente participé en el Festival y me di cuenta que mi canto también gustaba, por lo que desde los 16 años tomé en serio esto de la música”.
Al meterse de lleno al mundo de los acordeones, tomó como referentes a los pioneros de este género. “Juglares como Alejo Durán y Calixto Ochoa fueron mi guía en la digitación. Luego me dio clases la maestra Rita Fernández con quien encontré mi estilo. Anteriormente Patricia Durán le cantaba a los hombres, pero yo estoy haciendo lo propio con las historias que nos ocurren a las mujeres, soy una intérprete de nuestros sentimientos”, dijo Burco quien lidera una agrupación integrada por cinco mujeres.
Diana expresó que independientemente de ganar o no el Grammy, seguirá trabajando por dejar una huella indeleble.
“Quiero ser recordada como alguien grande del vallenato, sé tocar acordeón, escribo mis canciones y también las interpreto. Además salgo a tocar por muchas partes, eso es lo que hacían los juglares y siento que puedo ser comparada con ellos, estoy haciendo lo mismo que estos grandes pilares”.
Finalmente, dice que el machismo en el vallenato debe terminar.
“Llegó la hora de que las mujeres salgamos a cantarles con el acordeón en el pecho a los hombres, estamos en los tiempos del empoderamiento femenino”.
