Danza de Negro y tambores en el último adiós a Magín
Este jueves arribó a Gamero, Bolívar, el cuerpo del artista, quien murió en Las Vegas el pasado 29 de noviembre tras viajar en busca de un Grammy Latino.
La alegría y la tristeza fueron una sola en Gamero. Los tambores y las caras sonrientes y juguetonas de los bailarines de la Danza de Negro, contrastaban con las lágrimas de las matronas del pueblo que esperaron pacientemente el regreso del gran ‘Orisha de la Rosa’.
La espera terminó. En caravana, desde la funeraria Lorduy, al norte de Cartagena, el cortejo fúnebre con el cuerpo de Magín arribó al municipio que hace exactamente un mes, lo vio partir rumbo a Las Vegas, Estados Unidos, a cumplir un nuevo sueño: alzarse con un Grammy Latino.
En Gamero, ayer no despidieron al Premio Vida y Obra del Ministerio de Cultura, ni al artista que se convirtió en tendencia en redes sociales tras morir en Las Vegas a sus 95 años. Tampoco al ganador del Grammy Latino al mejor diseño de carátula por su producción El Orisha de la Rosa. En Gamero, decenas de amigos, seguidores y artistas, le dieron el último adiós al vecino, al padre, al cautivador de rosas, al sonriente cacique de la Danza de Negro que durante más de 50 años amenizó los carnavales del pueblo.
Los tambores no cesaron ni un solo momento desde que el féretro llegó a suelo gamerano. Sus discípulos, grandes y pequeños, bailaron y brillaron en lo que ellos mismos describieron como su mejor presentación.
“Magín fue nuestro mejor cacique. Él es orgullo de nuestra Danza de Negro. Lideró y bailó nuestros carnavales hasta que no tuvo fuerzas para hacerlo, por eso no hay mejor forma de homenajearlo que esta”, dijo Leonardo Torres, nieto de Magín, mientras guiaba el recorrido desde la entrada hasta la iglesia de Gamero.
Las mujeres, las rosas que Magín enamoraba con sus cantos, también estuvieron a la altura para despedir a quien será recordado como uno de los mayores intérpretes de esta región. Vestidas con faldas coloridas, decenas de amas de casas y estudiantes, salieron a las calles de Gamero a bailar al ritmo de Rosa y A pilá el arroz, sus canciones más sonadas.
Para ellas, no había mejor forma de recompensar una vida de cantos y tantas sonrisas. “Magín siempre me decía que no quería llanto, que el día de su entierro quería música y sobretodo mucho baile, porque eso era él. Esa era la esencia que lo mantuvo con nosotros por tanto tiempo”, recordó Rosaura Piñeres, sobrina de Magín, y quien cuidó de él por muchos años.
En la iglesia, a unos cinco metros del frondoso árbol en donde sus últimos años veía pasar los atardeceres, artistas como Rafael Casssiani, de El Sexteto Tabalá, Isolina León, de los Soneros de Gamero, y Pabla Flores, cantaron en homenaje a Magín.
Allí, todos recordaron también anécdotas de quien apodaban el ‘negro’ y a quien describieron como un “alma libre y soñadora, que amaba cantar para hacer feliz a los demás”.
Uno de estos artistas, y quien sin duda, conoce de cerca la historia musical de Magín, es Enrique Díaz, un músico que lo acompañó por sus correrías en Venezuela y Valledupar.
“Magín era un hombre cambiado cuando estaba cantando. Él sentado se veía tranquilo, todo pasivo, pero cuando empezaba a cantar era otro. Alegre, lleno de vida. El legado que nos deja Magín debe ser inspiración para todos los jóvenes, para que amen lo que hacen”, describió.
Un centro cultural en su nombre. La directora del Instituto de Cultura y Turismo de Bolívar, Lucy Espinosa, aseguró que tal como lo había anunciado hace un par de días el gobernador Dumek Turbay, el próximo año se pondrá en marcha la ejecución de un centro cultural con el nombre de Magín Díaz que rinda tributo a su legado artístico.
“Estamos convencidos que los artistas merecen espacios que dignifiquen su labor. Queremos crear este espacio para impulsar el baile, la música y el canto en cada uno de estos jóvenes que hoy ven en Magín una inspiración”, detalló la funcionaria del Instituto, que junto a la Gobernación departamental apoyó la repatriación del cuerpo de Magín desde Estados Unidos hasta Colombia, una vez se conoció la noticia de su muerte el pasado 29 de noviembre.
