
Alemania indemniza a judíos evacuados al Reino Unido
Se trata del traslado de infantes en 1938 desde Berlín. Los más pequeños eran recibidos por familias de acogida.
Alemania pagará una indemnización excepcional de 2.500 euros a judíos evacuados a Reino Unido durante su infancia en los albores de la Segunda Guerra Mundial, anunció el ministerio de Finanzas.
“Con este pago excepcional se rinde un homenaje al particular destino de estos niños”, señaló un portavoz del ministerio.
Estos niños “tuvieron que dejar a sus familias en tiempos de paz, y en muchos casos nunca las volvieron a ver”, añadió.
El número de personas que iban a beneficiarse de este medida no fue precisado.
La Jewish Claim Conférence (JCC), que se encarga desde 1951 de obtener y gestionar en todo el mundo las indemnizaciones a los judíos víctimas del Holocausto, será la responsable de efectuar los pagos.
Durante el nazismo, es la organización judía británica World Jewish Relief la que encargó de la logística de los Kindertransporte, una vasta operación de rescate que se puso en marcha la víspera y al principio de la Segunda Guerra Mundial.
El primer Kindertransport por barco llegó el 2 de diciembre de 1938 a Reino Unido, con 196 niños de un orfanato judío de Berlín que había sido incendiado durante la Noche de los Cristales Rotos el 9 de noviembre.
En 18 meses, fueron exfiltrados 10.000 niños procedentes de Alemania, Austria, Checoslovaquia y Polonia.
Los más pequeños eran colocados en familias de acogida. Los adolescentes de más de 16 años recibían ayuda para encontrar una formación o un trabajo.
“Nadie puede imaginarse el dolor vivido en los andenes de la estación cuando empezaron los transportes de niños y lo que los padres tuvieron que hacer para salvar la vida de sus hijos, una vida que estos niños tuvieron que llevar sin madre, ni padre y en muchos casos sin familiares”, señaló Greg Schneider, vicepresidente ejecutivo de la JCC, en un comunicado.
La mayoría de estos padres fueron luego asesinados por los nazis, recuerda la JCC, que insiste en el tormento psicológico de estos niños que pensaban en muchos casos que fueron abandonados, según Rüdiger Mahlo, representante de JCC en Alemania.