Una sabia decisión
La noche del sábado se conoció la respuesta al malestar producido por los nuevos precios de los peajes ubicados en la Vía al Mar que ahora son administrados por la Concesión Costera.
En buena hora se conoció ayer el proyecto de resolución que aplaza el aumento de los tres peajes de la Vía al Mar, porque las reacciones comenzaron desde el mismo viernes. El primer día de incremento se produjo una protesta pacífica de conductores sorprendidos por los ajustes que van de 22.1 a 30%. Por ello, quienes manejan vehículos particulares y de transporte público de manera habitual en esa zona solicitaron reconsiderar la decisión.
El reajuste tarifario tendría, sin duda, un gran impacto en la economía del sector, tanto rural como turístico, y sobre las personas que transitan varias veces a diario, porque trabajan en una de las dos ciudades y residen en la otra.
A todas luces les cabía razón a los usuarios permanentes de la vía al Mar, entre Barranquilla y Cartagena, por el aumento del valor del peaje, considerado escandaloso por quienes deben meterse la mano al dril para transitar por esa carretera que está cumpliendo 29 años de servicio. Las nuevas tasas habían comenzado a ser cobradas hace cuatro días en los peajes Los Papiros, Puerto Colombia y Marahuaco, que ahora cuentan con la administración de la Concesión Costera. Y tal vez por esta situación existe la urgente necesidad de crear una política pública, como lo han pedido hace poco en la Comisión de Ordenamiento Territorial del Senado.
Sobre la solicitud de reconsiderar los precios, la Concesión Costera dio una respuesta inmediata al señalar que las tarifas son reguladas por el Gobierno nacional, el cual debe revisar las inquietudes de los afectados. La preocupación aumenta porque en enero de 2020 se podría aplicar un nuevo aumento de los peajes, lo cual se hace anualmente en todo el país.
En consideración de usuarios y residentes en la zona se trata de un valor desmedido, porque las obras que se adelantan son del resorte nacional y van a paso de tortuga. La doble calzada se construye desde hace varios meses y en la vía no hay ninguna obra nueva que justifique el alza.
No se sabe si hubo un estudio para aplicar el incremento de estas nuevas tarifas en una vía de tanta movilidad, pero la noche del sábado se conoció la respuesta al malestar producido por los nuevos precios. Por lo pronto, el asunto es de mayor interés, si consideramos también los dos peajes que hay entre Palermo y Ciénaga, en una longitud de menos de 60 kilómetros. En este momento han aumentado las voces de protesta en Colombia por la proliferación de peajes en las carreteras y su alto costo; y de otro lado los expertos consideran que el país está urgido de acciones reales frente a la actual situación de la infraestructura vial y los valores de los peajes para no entorpecer la competitividad, el turismo y la economía rural. Ojalá el aplazamiento de la nueva tarifa sirva para repensar bien la decisión.
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