Un hueso duro de roer
El desmonte de los subsidios de energía al estrato 3, que contempla el Plan Nacional de Desarrollo, ha desatado la discusión de los sectores afectados, gremios y congresistas, que empiezan mañana el debate.
La propuesta de desmontar los subsidios del 15% en la energía al estrato 3 es un hueso duro de roer para el Gobierno y un golpe a regiones como el Caribe. Es esta una controversial iniciativa planteada por el mismo Ejecutivo en el Plan Nacional de Desarrollo. Nada más en el Atlántico hay mal contados cerca de 86 mil usuarios, a quienes afectará ese incremento sustancial en la factura de energía. Y en la Región Caribe el total de estos se estima en 250 mil hogares y el costo económico en $20 mil millones mensuales.
Varios congresistas costeños y redes de consumidores se han pronunciado rechazando el desmonte del beneficio, el cual ha aliviado durante años las cargas de la vida cotidiana a millones de personas. Con esa propuesta se afecta el nivel de gastos de los sectores ubicados en ese estrato, que de por sí, se ven en calzas prietas para sobrevivir por el galopante costo de la canasta familiar.
Un informe de este diario revela cómo se alteraría la factura de energía de los hogares que pagan al mes entre $80 mil y $100 mil por el consumo. No es necesario aplicar fórmulas magistrales aritméticas para saber que el desmonte representará un incremento calculado entre $12 mil y $15 mil, un valor insignificante para algunos y considerablemente alto para muchos.
Contrariando los argumentos del Gobierno para aplicar ese discutible desmonte están los planteados por la comunidad, la cual, voz en cuello, afirma que en vez de quitar un subsidio necesario, lo que debe hacer el Gobierno es apretar las tuercas a los prestadores de un servicio deficiente y constantemente interrumpido. Exigen, por lo tanto, normalización de la energía y la revisión de un Plan de Desarrollo al que consideran lesivo para las clases que están en la sensible y riesgosa mitad del sándwich.
La almendra de la discusión está en el artículo 179 del proyecto, el cual propone la modificación del numeral 99.6 del artículo 99 de la Ley 142 de 1994, en el cual quedaron establecidos los subsidios para los estratos 1, 2 y 3. Estos no deben superar 50%, 40% y 15% del consumo de subsistencia, respectivamente.
Vale la pena comparar a nivel nacional la denominada pobreza multidimensional, la cual en la Región Caribe supera en 24% la de la capital del país. De tal manera que el Gobierno central debe considerar una mejor alternativa para el estrato 3 de esta zona, en la que los subsidios de los servicios públicos constituyen una garantía con el fin de darle equilibrio al país en búsqueda de la igualdad.
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