El Heraldo
Opinión

Repensar nuestra historia

Los restos arqueológicos hallados en el Barrio Abajo, que se remontan al siglo XIII, nos obligarán a incluir en nuestro relato urbano un componente indígena al que hasta ahora no hemos dedicado suficiente atención.

El jueves pasado sucedió un hecho excepcional en Barranquilla, que sin lugar a duda obligará a replantear la narrativa histórica de nuestra ciudad. Nos referimos a la presentación de unos restos arqueológicos encontrados durante la ejecución de las obras del Par Vial en el Barrio Abajo y que se remontan al siglo XIII. Es decir, a hace más de 700 años.

La presencia indígena en nuestro territorio ya fue objeto de investigación por parte del inolvidable arqueólogo Carlos Angulo, que se empeñó en recordarnos que detrás de la “savia joven del árbol nacional” había una formidable historia precolombina que debíamos recuperar para entender a cabalidad lo que somos.

Sabíamos, pues, que grupos indígenas, primordialmente mocaná, desarrollaban en nuestra geografía actividades comerciales y domésticas. Sin embargo, la trascendencia de los hallazgos en el Barrio Abajo, realizados por investigadores de la Universidad del Norte, es que sitúa con exactitud esa presencia en un barrio situado en el propio corazón de Barranquilla.

A ello hay que sumar la cantidad de objetos encontrados –más de 60.000 fragmentos, entre piezas de cerámica, restos de fauna y conchas, entre otros–, lo que nos da una idea de que la zona era algo más que un sitio accidental de paso.

Uno de los investigadores del proyecto, el profesor Javier Rivera, ha afirmado que el hallazgo “va a cambiar la historia y la percepción de la gente sobre la memoria que tiene de la ciudad”. Y no exagera un ápice.

Muchas generaciones de barranquilleros  aprendieron en el colegio que Barranquilla fue fundada por unos vaqueros de Galapa que venían tras sus reses en busca de agua. Esta leyenda da cuenta de una ciudad joven, sin historia, lo que a su vez guarda coherencia con el discurso muy arraigado que vincula el comienzo de la historia de Barranquilla a la llegada masiva de inmigrantes a partir de mediados del siglo XIX.

Sin duda, el mito fundacional de las vacas de Galapa resulta atractivo para explicar nuestra carácter irreverente, libre de ataduras con el pasado. Y la narrativa de la inmigración como ‘big bang’ de nuestra historia nos permite apuntalar un relato de dinamismo social y modernidad del que carece cualquier otra ciudad colombiana.

Por supuesto que la inmigración de europeos, norteamericanos, árabes, judíos, chinos, etc. configuró la ciudad que tenemos hoy y le dio esa personalidad única de urbe pionera, industrial,  abierta al mundo. 

Sin embargo, esta realidad no tiene por qué colisionar con la constatación de que existe, además, un rico pasado –tanto indígena como de asentamientos humanos más cercanos en el tiempo– que estamos en mora de incluir en nuestra narración histórica.

Ahora disponible en: Spotify
Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp

Más Editoriales

El Heraldo
Editorial

PAE a cuentagotas

Justo cuando comienza el cuarto mes del año en curso y dos meses después del inicio del calendario académico, de los siete departamentos de la región Caribe tres no han comenzado aún a ejecutar el Programa de Alimentación Escolar al que est

Leer
El Heraldo
Editorial

Inflación sin control

La decisión de la Junta Directiva del Banco de la República de subir las tasas de interés al 5 %, en un nuevo intento para contener la galopante inflación en el país, podría quedarse corta o ser insuficiente ante el alza de los precios que,

Leer
Ver más Editoriales
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.