Esclarecer con la mayor celeridad los hechos que rodearon la muerte del joven realizador audiovisual Angello Alzamora Córdoba, el domingo en medio de un atraco en el barrio Paraíso, según las primeras pesquisas, debe ser la prioridad de las autoridades en momentos en los que la sociedad exige respuestas y acciones contundentes contra la delincuencia.

Cada vez que un caso de esta naturaleza estremece a la comunidad, los logros en materia de seguridad pasan a segundo plano y las estadísticas de lucha contra el hampa pierden vigencia, por lo que se trata de no bajar nunca la guardia y trabajar sin descanso en beneficio de los barranquilleros. De comprobarse la hipótesis inicial, el caso de Angello entraría a engrosar la lista de vidas perdidas a manos de atracadores que son capaces de accionar un gatillo para apoderarse de una billetera, un portátil o, lo más apetecido: un teléfono celular. 

Así ocurrió un año atrás con el asesinato del joven abogado Alejandro Ruiz Noriega, baleado por atracadores que lo despojaron de una billetera y un celular al salir de su casa en el barrio Los Nogales, y había sucedido en 2015 con el estudiante del Colegio Barranquilla Juan José Montenegro Orozco dentro de un bus que recorría el barrio Carrizal. Por mencionar tres ejemplos que han generado conmoción en la ciudadanía, aunque casos como estos son registrados en las páginas judiciales de este periódico casi que a diario.

Por eso es clave enviar un mensaje claro a la sociedad con la captura de los responsables de este nuevo crimen, que según la Policía ya están identificados, y que la justicia los ponga tras las rejas cuanto antes.

“Vamos a seguir combatiendo a los delincuentes, no vamos a parar hasta demostrarles que ese no es el negocio”, dijo el alcalde distrital Alejandro Char tras enterarse de la muerte de Angello, de 21 años.

Otro hecho que preocupa en materia de seguridad es el asalto de una vivienda frente a la casa del mandatario de los barranquilleros, violando la seguridad de la residencia y del exclusivo sector. Los delincuentes amordazaron a los ocupantes del inmueble y hurtaron joyas y enseres, de acuerdo con los primeros reportes. Huyeron en una camioneta de propiedad del dueño de la casa.

Son casos que, a pesar de ser aislados, afectan la percepción de seguridad y deterioran la imagen de las autoridades aunque las cifras den cuenta del trabajo que se está realizando. De ahí la importancia de actuar en forma rápida y efectiva.