Balón de oxígeno para Europa
La victoria del centrista Macron en la primera vuelta de las presidenciales de Francia es una buena noticia en un momento de agitación populista. Esperemos ahora que derrote a Le Pen. Ya habrá después tiempo para criticarlo.
La victoria de Emmanuel Macron en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Francia tiene diversas lecturas, según el ángulo con que se decida enfocar el análisis.
La más importante, sin duda, tiene que ver con la coyuntura histórica en que se ha producido el triunfo. Una coyuntura en la que el mundo parecía predestinado a presenciar el ascenso de opciones populistas ante el desprestigio de la política tradicional y el descontento social frente a lo que algunos perciben como una crisis estructural del capitalismo.
Las victorias de Trump en EEUU y del brexit en el Reino Unido invitaban a los peores presagios en la Europa continental, que se encuentra sumida en un momento de incertidumbre por una confluencia de factores, entre ellos el elevado desempleo, el aumento de las brechas sociales y, muy en particular, la amenaza del terrorismo yihadista.
En este contexto, parecía allanado el camino para la irrupción en el poder de candidatos de corte ultranacionalista, xenófobo y antieuropeísta. La primera prueba llegó en marzo, con las elecciones holandesas, y los peores pronósticos no se cumplieron: el liberal Mark Rutte derrotó al racista Geert Wilders.
Las aguas se calmaron a la espera de una segunda, y mucho más trascendental, prueba: las elecciones de Francia. Un país que, pese a los problemas que lo aquejan, sigue manteniendo una enorme influencia intelectual en el Viejo Continente y que, para muchos ciudadanos del mundo, aún encarna los valores de la libertad y la tolerancia heredados de la Ilustración.
Por eso había gran interés en los comicios franceses del domingo. Flotaba la percepción generalizada de que, en virtud de las nuevas tendencias de la política, la ultraderechista Marine Le Pen sería la ganadora. En el último momento empezó a despuntar en las encuestas Jean Luc-Melenchon, del movimiento de izquierda Francia Insumisa, que, aunque en orilla opuesta, compartía con Le Pen un discurso patriotero, proteccionista y antieuropeísta.
Pero los comicios no los ganó ninguno de ellos, sino Macron, un empresario centrista de 39 años, moderado, reformista, que había creado el movimiento ¡En Marcha! tan solo un año antes y que carece de maquinaria electoral. Macron no ha utilizado los recientes ataques terroristas para agitar sentimientos xenófobos y considera que el proyecto europeo, pese a sus defectos, merece ser defendido.
Por supuesto que sus posiciones liberales en lo económico pueden ser criticadas, legítimamente, por quienes no las compartan; pero, en cualquier caso, no deja de ser alentador que haya obtenido más votos que Le Pen. Solo queda esperar que esa victoria se repita en la segunda vuelta, el 7 de mayo. Ya habrá tiempo después para fiscalizar la gestión de Macron.
Más Editoriales
Pésimo mensaje de austeridad en el gobierno del cambio
De manera recurrente los hechos nos demuestran que Colombia, al margen de quien la gobierne, es un país de injustificables excesos y brutales contrastes. Bastante descorazonador por donde se mire. En vez de estar hablando acerca del devastador in
En defensa del ‘perro guardián’ de la democracia
Este 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa, fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993 para reconocer los principios de este derecho fundamental, evaluar la situación en la que se encuentra p
PAE a cuentagotas
Justo cuando comienza el cuarto mes del año en curso y dos meses después del inicio del calendario académico, de los siete departamentos de la región Caribe tres no han comenzado aún a ejecutar el Programa de Alimentación Escolar al que est
Inflación sin control
La decisión de la Junta Directiva del Banco de la República de subir las tasas de interés al 5 %, en un nuevo intento para contener la galopante inflación en el país, podría quedarse corta o ser insuficiente ante el alza de los precios que,