Con la reciente noticia sobre la construcción de la primera etapa del plan vial del Atlántico, el Departamento da un paso necesario y decisivo para ser el más conectado de la Región Caribe, lo cual se complementa con su privilegiada ubicación geográfica.
Este es, sin lugar a dudas, el mejor lote de la República. Lo bañan el río Magdalena por la franja oriental, el mar Caribe por el norte y el Canal del Dique por el occidente, lo cual lo hace muy apetecible por su facilidad para la navegación y su conexión con el exterior.
Ahora, con este proyecto de la Gobernación, 120 kilómetros de nuevas vías se agregarán a los 340 que hay en el Departamento. De modo que la interconexión entre veredas, corregimientos, municipios y otras ciudades estará a tono con las necesidades del siglo XXI.
Buena falta hacía un proyecto ambicioso en materia de vías, sobre todo porque el Atlántico es de topografía fácil. No hay, ni había, razón para tener tramos intransitables o vías con huecos y puentes rotos.
Uno de los mayores beneficios será para los campesinos y para la gente de las veredas alejadas de las cabeceras. Por supuesto, un impacto positivo lo tendrá el sector turístico, de manera especial en las playas como Salgar, Caño Dulce y Puerto Velero, cuya oferta es cada vez mayor en infraestructura, gastronomía y deportes. Los resultados de esta necesaria interconexión se verían pronto con municipios más cercanos entre sí y de Barranquilla, y el renglón de la economía que más se moverá será, sin duda, el agrícola.
Para que los contratistas cumplan con los plazos establecidos –entre siete y 16 meses–, la Gobernación dividió en nueve grupos los proyectos de mejoramiento y construcción de las vías, que deben comenzar en 15 días. En síntesis, las obras se realizarán en los municipios de Manatí, Usiacurí, Puerto Colombia, Soledad, Candelaria, Santo Tomás, Repelón y Tubará, y el costo total del proyecto, que estará a cargo de 22 firmas, será de $215 mil millones.
Vías en poblaciones cuyos nombres son hoy ajenos a miles de barranquilleros podrán ser mejoradas, como la de Punta Polonia-Manatí-Candelaria. O la del Corredor Ambiental Salao-Platanal; la interconexión La Virgencita; el acceso a Juaruco; la vía Pocitos hasta la Ye de Guaimaral; la vía Usiacurí-Aguas Vivas, con acceso al Bosque de Lurissa, y el puente El Vaivén, en Juan de Acosta. También las obras de La Cordialidad-Santa Cruz-Cien Pesos-Las Tablas-Arroyo Negro, en Repelón, y la vía La Peña-Aguada de Pablo.
Esperemos que este importante proyecto vial se cumpla sin contratiempos, lo que ayudará, sin duda, a que el Atlántico sea más competitivo.
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