Es cierto que pudo hacerlo antes, como algunos se han apresurado a señalar. Pero tal consideración no empaña la importancia del gesto que tuvo ayer el presidente Duque al visitar el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de Miravalle, en Caquetá, donde 162 desmovilizados de las Farc intentan adaptarse a la vida democrática.
La elección del sitio no fue gratuita. De allí se fugó alias el Paisa, quien apareció en una fotografía con ‘Iván Márquez’, ‘Jesús Santrich’, ‘Romaña’ y una veintena de desmovilizados de las Farc anunciando el regreso a la lucha armada.
En la visita, Duque expresó a los excombatientes su apuesta por la paz “con legalidad”, como suele apostillar cada vez que se refiere a la implementación de los acuerdos con las Farc. Y los invitó a no atender los “cantos de sirena” de quienes pretenden arrastrarlos de nuevo al camino de la violencia.
El representante de los exguerrilleros manifestó que Duque “pasará a la historia” por ser el primer mandatario que visita el espacio de reincorporación de Miravalle y subrayó el compromiso con la paz del grupo, que desarrolla en la zona proyectos productivos de piscicultura, ‘rafting’ y fabricación de botas.
A su vez, el jefe de la misión de Verificación de la ONU, Carlos Ruiz Massieu, presente en el acto, expresó el “optimismo” de esa institución internacional por el compromiso “claro” que Duque está mostrando con la reincorpración de los exguerrilleros.
No cabe duda de que la visita de Duque a Miravalle ha sido una buena señal, en medio de todas las tensiones y dudas que se han desatado en los últimos tiempos en relación con la marcha del Acuerdo de Paz. El último capítulo es el choque entre el ministro de Defensa y al presidenta de la JEP sobre cómo actuar contra alias Mayimbú, disidente de las Farc señalado del asesinato de Karina García, candidata a la alcaldía de Suárez, Cauca, a comienzos de este mes.
Uno de los interrogantes más persistentes se refiere a la sinceridad del compromiso del presidente con la implementación de la paz. Sus detractores sostienen que el compromiso es ambiguo, tibio, y soslaya algunos de los puntos más importantes del acuerdo. Duque replica que él hace lo que puede, ya que su antecesor dejó “desfinanciada la paz”, y asegura que él ha dado más respaldo que Santos a los desmovilizados y sus proyectos.
Con su gesto de este miércoles, Duque dio un paso en la buena dirección. Lo importante ahora es seguir adelante por esa vía de reconciliación, que es manera más contundente de dejar sin argumentos a los partidarios de la violencia.