Sector de la energía eléctrica pierde atractivo para inversores
La caída de sectores productivos de alto consumo energético ha llevado a que la demanda de electricidad baje y la rentabilidad económica genere preocupaciones.
La producción del sector de energía eléctrica en Colombia presentó un estancamiento durante el primer semestre del 2017 (-0,1%, según el Dane), que empieza a marcar una tendencia desde el 2016, cuando el país vivió una crisis energética por causa del fenómeno del Niño y el incremento del costo del gas natural. A pesar de esta situación, el primer semestre del año anterior el valor agregado de la producción y distribución de energía eléctrica en el país tuvo un crecimiento de 2%.
El comportamiento del sector empieza a generar preocupación, aunque es entendible que se haya presentado una desaceleración debido al comportamiento de la economía nacional el primer semestre. Sectores de alto consumo energético como la explotación minera decreció -7,7% y la industria -1,5%, mientras el gasto de los hogares en servicios públicos presentó un crecimiento moderado de 2,8%.
De acuerdo con Camilo Almanza, profesor del IEEC de Uninorte, la dinámica de la demanda y el consumo de energía en Colombia está determinado por el comportamiento que muestre la economía. “El debilitamiento de sectores intensivos en el uso de electricidad, como la industria, el comercio y la explotación de minas y canteras, ha sido el principal responsable de esta disminución en la demanda y consumo de energía en el país”.
Un aspecto que preocupa aún más y que puede ser más determinante en los balances económicos del sector eléctrico, es la caída de la inversión extranjera directa. Según el Banco de la República, la inversión de esta naturaleza destinada al sector de Electricidad, Gas y Agua ha decrecido desde que se dio la venta de Isagen, en enero del año anterior. En los trimestres posteriores a la venta de esta empresa, la inversión extranjera directa a este sector decreció a un promedio de -31% hasta el primer trimestre de 2017.
La disminución de esta inversión en el sector de servicios públicos se ha evidenciado en una pérdida de atractivo de los inversionistas, debido a las expectativas negativas sobre la dinámica productiva que ha mostrado el sector. Entre todas las posibles consecuencias, se hacen notables la disminución en la posibilidad de mejorar la productividad, la tecnología y la innovación para mejorar la calidad y la eficiencia en el sector.
Según XM, operador del Sistema Interconectado Nacional y el Sistema de Información Eléctrico Colombiano de la Unidad de Planeación Minero Energética de Colombia, el primer semestre de 2017 la demanda real de energía eléctrica solamente aumentó 1,03%. En el mes de febrero, la crisis presentada en los sectores de industria y de comercio produjo que por primera vez en el año disminuyera la demanda de energía eléctrica en el país en -4,46%. Son cifras que no le hacen bien al sector y que encienden las alarmas.
Energía en el Atlántico. El departamento del Atlántico registró un bajo crecimiento (0,56%) del consumo de energía eléctrica en el primer semestre del año, de acuerdo con los datos del Sistema Único de Información de Servicios Públicos Domiciliarios, entidad que suministra información solamente de empresas prestadoras registradas en el Registro Único de Prestadores de Servicios Públicos.
Los sectores que presentaron mayores crecimientos en el consumo fueron el residencial (2,08%), comercio (1,24%) y oficial (1,89%), mientras el industrial decreció -0,32%.
Con el fin de reactivar la demanda y el consumo de energía, luego de la caída presentada en febrero, las empresas de servicios públicos del Atlántico con mayor número de suscriptores, Electricaribe (98,4%) y Vatia (1,54%) han realizado constantes reducciones en las tarifas de energía eléctrica en lo corrido del año.
En marzo, Vatia disminuyó sus tarifas mensuales aproximadamente en un 2,28% respecto a las de febrero. Por otro lado, entre los meses de abril y junio, Electricaribe disminuyó también la tarifa cobrada por Kwh consumido. Para Camilo Almanza, las medidas de disminución de tarifas podrían estimular el crecimiento de sectores importantes del departamento, como el de comercio e industria. “Se disminuirían los costos de operación de muchas empresas, lo que generaría mayores incentivos para producir”.
Por otro lado, José Soto Ortiz e Ingrid Oliveros, profesores de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de Uninorte, aclaran que para garantizar el crecimiento de la economía del departamento se debe mejorar en la calidad del servicio eléctrico. “Las interrupciones del servicio eléctrico, por el lapso de algunos microsegundos, ocasionan un gasto para la producción industrial, lo cual es muy costoso por el tiempo de parada”.
Soto y Oliveros, consideran que, para mejorar el servicio de energía eléctrica en el Atlántico, se debe cumplir lo planteado en el plan 5 Caribe del Ministerio de Minas y Energía para Electricaribe. Y añaden que es necesario realizar estudios técnico económicos que permitan proporcionar un servicio óptimo en calidad y cobertura, así como dar apertura a la información de redes de distribución a las universidades para que estas puedan colaborar con el desarrollo del servicio en la región.
