Impuesto saludable representaría un alza del 1,89 % en la inflación: Raddar
No se espera una reducción de la ingesta de estos productos, ya que la inflación de estos en 2022 ya supera el 10 % y la demanda no ha caído.
Cálculos realizados por la firma Raddar indican que el impuesto saludable que propone la nueva reforma tributaria y que grava con el 10 % al consumo de bebidas azucaradas y de alimentos ultraprocesados con azúcares añadidos, podría generar un aumento en la inflación anual en Colombia de 1,89 %.
“Es lo mismo que si se pusiera medio punto de IVA adicional a todos los productos que tienen IVA, reduciendo el ingreso disponible de los hogares en cerca de un 8 %, con un mayor impacto en los hogares de ingresos bajos y vulnerables”, explica Raddar.
Destaca que con estas medidas se espera generar un recaudo de más o menos $1,5 billones, de los cuales sólo el 7 % se generaría en ingresos altos.
Si bien la inflación aumentará en cerca de 1,89 % anual por la aplicación de este impuesto, lo que lograría es reducir el ingreso disponible de los hogares, pero no se espera una reducción de la ingesta de estos productos, ya que la inflación de estos mismos en 2022 ya supera el 10 % y la demanda no ha caído.
La idea que se propone es que lo recaudado por el impuesto tenga un destino específico como la construcción de hospitales o bien de campos deportivos y parques, ya que como lo dice la exposición de motivos de la reforma tributaria, se busca “aumentar las inversiones en salud, destinándose a actividades para la prevención de la obesidad y diabetes en escuelas, guarderías y otros entornos comunitarios”.
Raddar señala con esto, el impuesto se acercaría a cumplir con su objetivo y no sería un mecanismo de recaudación tributaria solamente sino que ayudaría a reducir el impacto en la salud que la reforma menciona.
Si se crea un impuesto para la salud de los colombianos, su recaudo debe ir a esto o bien al sector deportivo.
Cabe señalar que el objetivo de este impuesto es “reducir el consumo de algunos bienes que resultan en externalidades negativas sobre la salud de la población, con el fin de reducir los gastos del sistema de salud asociados a la incidencia de enfermedades derivadas del consumo de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados y mejorar el bienestar de la población”.
