
Alianza EL HERALDO-Universidad del Norte Instituto de Estudios Económicos del Caribe Lo dijo Édgar Rentería el mes pasado cuando Los Gigantes de San Francisco, equipo con en el que acababa ser campeón, decidió no renovarle el contrato para la próxima temporada, a pesar de ser elegido el Jugador Más Valioso de la final: el deporte es un negocio. Pese a esto, el análisis del deporte desde la economía es posible hacerlo con una perspectiva totalmente in-game, es decir concentrada en el estudio del juego en sí, en lugar de sus características financieras. Iván Yunis, egresado del programa de Economía de Uninorte, realizó un trabajo de análisis técnico sobre el fútbol profesional colombiano para encontrar determinantes del tipo de acciones que toman los jugadores y cuerpo técnico de cada uno de los clubes participantes. Para esto, utilizó un modelo econométrico en el análisis empírico, a partir de los resultados alcanzados dentro del ámbito puramente deportivo. Una de las conclusiones del estudio, es que la localía influye en gran medida en el resultado final de un partido del torneo colombiano. “Esto se debe a dos razones: primero, el mito de que el local tiene ventaja y por ende debe ganar está muy arraigado en el país. Y, segundo, el torneo premia la mediocridad, cualquier equipo con un mínimo de puntos llega a la final, y pensando en esa cantidad de puntos se plantean las metas”, dice Yunis. Esto se ve cuando el octavo en la primera fase puede terminar siendo campeón. El margen que se utiliza para entrar a las finales son 27 puntos, que son los que se pueden conseguir ganando de local, por eso los equipos no tienen la ambición de ir a ganar afuera. Claro que en finales la consigna cambia. “Lo de la mediocridad es notable. Ha hecho carrera que los equipos comiencen los torneos esperando, sin hacer su mayor esfuerzo, apenas aprovechando los partidos de local”, sostiene César Corredor, director del IEEC de Uninorte. Según Corredor, es por eso que al principio se ve la lógica de los triunfos del equipo que juega en casa. Sólo cuando llega la etapa de definición y en las instancias finales es que los visitantes buscan más el triunfo. Hay otros elementos que hacen que la localía sea importante, los cuales tienen que ver con el contexto del partido, como clima, altura, y una serie de condiciones que los jugadores locales asimilan mejor. Algunos son aspectos relacionados con la cancha (tamaño, dureza del terreno) y aspectos psicológicos que van desde el miedo escénico que la hinchada local genera sobre el equipo visitante, la presión sobre el arbitro. Por otro lado, se está jugando con una especie de fuerza calendario. “Es un sistema disparejo, porque mientras en un torneo un equipo puede ir, por ejemplo, a jugar dos veces a Bogotá, en el siguiente no”, apunta Yunis. El torneo es tan corto que los presupuestos no alcanzan a ser un factor diferenciador. Tenemos equipos que quedan campeón en un torneo y al siguiente bajan su nivel de juego en gran medida. “Me atrevería a decir que no vamos a tener un campeonato justo hasta que los partidos sean ida y vuelta”, concluye Yunis. El valor de la estrategia La economía estudia el comportamiento humano, y así como se puede aplicar a empresas o países, también se puede a partidos de fútbol, que es una competencia, igual que dos empresas, entre dos rivales intentando tener una ganancia. La teoría de juegos es una forma de análisis utilizada por la economía para describir, en un contexto de dos agentes, la forma en la que estos responden recíprocamente a las decisiones del otro, es decir en las estrategias de dos contrincantes. En ese sentido, el fútbol se enmarca en un juego donde la estrategia puede ser estudiada a través de una modelación que incluye beneficios y costos de adoptar cierta postura, en este caso de carácter ofensivo o defensivo de acuerdo a las condiciones.