Las exigencias económicas detrás del paro de profesores
La docencia en Latinoamérica es una profesión con poco prestigio, sobre todo porque los salarios son bajos • En el país, un profesor gana 28% menos que otros profesionales.
En Colombia, según datos del DANE (2015), trabajan aproximadamente 440 mil profesores, de los cuales cerca de 305 mil lo hacen en el sector oficial. Desde el 11 de mayo, este grupo se encuentra en un paro general que busca presionar el cumplimiento del pliego de 30 peticiones que la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) presentó ante el Ministerio de Educación.
Algunas de las principales peticiones están asociadas a factores de presupuesto: los profesores piden el incremento del gasto público en educación hasta el 7,5% del PIB; el cumplimiento de los acuerdos en materia de nivelación salarial logrados en 2015; así como el fortalecimiento de los servicios de salud y sus prestaciones sociales.
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Colombia está entre los países que mayor porcentaje de su producto interno bruto (PIB) destina a la educación, por delante de países como México y Chile. Esta cifra incluye el cerca de 30% del total del gasto nacional en educación, que proviene de fuentes privadas. Además, Colombia es el penúltimo país del grupo de referencia en gasto por estudiante, solo por encima de Indonesia, que gasta cerca de 1.200 dólares por estudiante al año.
Marco Ariza, profesor del IEEC de Uninorte, señala que estas diferencias están explicadas por la forma como se construyen los indicadores. Por ejemplo, cuando se mira en su conjunto el gasto total como porcentaje del PIB, al país le va bien.
“El indicador que realmente se debe analizar es el gasto público por alumno, que se calcula con base en la población atendida (lo que explica las diferencias) y que se encuentra por debajo del promedio de la OCDE.
Además, este gasto es absorbido en más de tres cuartas partes por nómina, dejando muy poco margen para las inversiones que reclama el sector”, añade Ariza.
Los datos de la OCDE muestran que la situación de los docentes en Colombia en comparación con los países miembros es bastante precaria. El último informe sobre educación, publicado en 2016, reporta que en promedio los maestros colombianos son los número uno en horas trabajadas al año, con 1.200 horas en secundaria y media, y 1.000 en primaria. Un 71% superior al promedio de la OCDE (aproximadamente 700 horas), y equivale a casi el doble de las horas trabajadas en países líderes en educación, como Japón y Finlandia, donde los docentes trabajan en promedio 600 horas al año.
Salarios bajos
Cifras de la OCDE muestran que los salarios de enganche de los profesores en los países latinoamericanos están entre los más bajos del grupo. En promedio, los docentes colombianos en el nivel más bajo del escalafón ganan un 44% por debajo de la media de sus pares en los países pertenecientes a la OCDE. Si se comparan las remuneraciones máximas al tope de los escalafones, los colombianos reciben aproximadamente 31% menos que la media entre los países de la OCDE.
La diferencia entre el salario al inicio y al final del escalafón docente en Colombia es alta: un profesor al inicio del escalafón gana casi la mitad que uno en el máximo nivel. Esto es semejante a los escalafones docentes de países latinoamericanos como México y Chile.
De acuerdo con Valencia, en América Latina la docencia no parece atraer a los mejores candidatos, pues los que ingresan a esta carrera suelen tener un desempeño educativo promedio inferior a los que acceden a otros estudios. Y datos del Observatorio Laboral para la Educación muestran que los egresados de licenciaturas devengan en promedio un 28% menos que los profesionales en el país.
“Colombia sigue la tendencia observada a nivel latinoamericano. Según el Ministerio de Educación Nacional, entre 2001 y 2013 el número de egresados de programas de ciencias de la educación fue uno de los más bajos, si se compara con otras áreas del conocimiento. Es importante promover el ingreso de mejores estudiantes a la profesión docente, lo que estará íntimamente ligado a la capacidad de la sociedad por dar mayor crédito y reconocimiento a la labor que ejercen estos profesionales”, agrega Valencia.
Jairo Parada, profesor del IEEC de Economía de Uninorte, sostiene que la situación salarial de los docentes es un reflejo de la implementación de políticas de austeridad fiscal. “El problema no solamente se limita al magisterio, también abarca a la mayoría de los empleados públicos”, dice Parada, quien concluye que existe un desfase por parte del gobierno a la hora de atender las necesidades de sus empleados, lo que se evidencia en el hecho de que varios sindicatos del sector público, además de Fecode, se hayan unido al paro.
Diferencias regionales
Además de las diferencias que el sector educativo de Colombia tiene con otros países, a nivel interno existen disparidades regionales importantes. Según Jorge Valencia, en la región Caribe, por ejemplo, las diferencias con otras regiones del país principalmente se observan en las oportunidades de desarrollo profesional que tienen los profesores. “Las regiones que presentan mayor porcentaje de docentes con formación de posgrado son Bogotá (40%) y la región Oriental (40%), que están por encima de la media nacional (30%). Aquellas con menor participación de docentes con este nivel de formación son: Caribe (24%) y Pacífica (25%)”, añade Valencia.
