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Trabajadores del sector de hidrocarburos en un pozo. Archivo EL HERALDO
Economía

‘Fracking’, entre la necesidad y el temor

La explotación de yacimientos no convencionales puede cambiar el futuro de las reservas y de hidrocarburos en el país, pero hay quienes tienen reservas.

El moderado horizonte de  reservas y abastecimiento de petróleo y gas de Colombia podría ampliarse a mediano plazo con la explotación de los yacimientos no convencionales, según el Gobierno nacional y los gremios del sector.

Expertos afirman que la extracción de estos hidrocarburos ayudaría a triplicar la producción promedio nacional.

Cifras del Ministerio de Minas y Energía y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) indican que las reservas probadas de crudo en Colombia, en 2016, cayeron 16,8% y la relación de Reservas y Producción (R/P) para crudo quedó en 5,1 años. Este es el tiempo durante el que el país sería autosuficiente y, de no extraer más crudo, tendría que comenzar a importarlo.

Cambiar este panorama es uno de los objetivos del Gobierno, que ve en los yacimientos no convencionales una alternativa para hacerlo. Sin embargo, para la extracción de estos recursos es necesario aplicar la técnica de estimulación hidráulica, también conocida como fracking, que ha generado polémica a nivel internacional por sus efectos en el ambiente.

El ministro de Minas y Energía, Germán Arce Zapata, asegura que en los últimos años se ha trabajado con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible para mejorar la calidad del agua, las emisiones contaminantes y los pozos de inyección.

Actualmente hay una reglamentación expedida con los términos de referencia para la actividad exploratoria y se espera que el Minambiente publique los términos de referencia para la producción.

De acuerdo con Arce, se “busca incorporar los estándares y medidas requeridas para prevenir la materialización de los riesgos identificados en este tipo de operaciones”.

En qué consiste

En los yacimientos no convencionales los hidrocarburos se encuentran en una roca generadora, donde las condiciones geológicas hacen que el movimiento del fluido sea muy lento por la baja permeabilidad de estas rocas. 

Es por ello que para la extracción se requiere de la estimulación hidráulica, que consiste en inyectar un fluido a la capa que contiene el hidrocarburo y luego, por efecto de la alta presión con que es inyectado, se crean microfisuras (de un grosor menor a una hebra de cabello) en las formaciones rocosas que permiten la liberación del crudo o gas por el pozo.

Quienes cuestionan este sistema aseguran que inyectar la tierra a presión con mezclas como agua y arena y, en ocasiones, con diversos gases para crear huecos por donde salga el gas o el crudo, genera graves daños al medio ambiente, tales como erosión y los temblores y movimientos sísmicos.

El senador del Polo Democrático Jorge Robledo señala que se pueden generar daños en la atmósfera por las fugas de metano.

Precisamente en el Congreso se han realizado dos debates en lo que va de este año para analizar el impacto ambiental, económico y social que generaría el fracking en el país.

La senadora Maritza Martínez se muestra partidaria de la realización de consultas populares para conocer la posición de las comunidades sobre esta tecnología.

En qué va Colombia

El país lleva cerca de ocho años definiendo la regulación y los estándares que se requieren para desarrollar los yacimientos no convencionales, asegura el presidente de la Asociación Colombiana de Petróleos (ACP), Francisco Lloreda.

El ejecutivo asegura que si Colombia aspira a seguir siendo autosuficiente en petróleo y gas, y a exportar, debe necesariamente desarrollar los yacimientos no convencionales. Recordó que el 10% de la producción mundial diaria de petróleo lo representan los yacimientos no convencionales en más de 20 países.

El gremio espera que se avance en el arranque de pozos exploratorios con el fin de verificar la presencia de petróleo y gas en estos yacimientos, para decidir después si se pasa a la etapa de producción.

Hay algunas proyecciones que señalan que en estos yacimientos habría un potencial entre 5.000 y 8.000 millones de barriles, con los que se incrementaría la autosuficiencia petrolera de Colombia, hasta unos 16 años.

“La industria pide que se proceda por lo menos a verificar y validar si los recursos existen para tomar la decisión de desarrollarlos o no”, agrega Lloreda.

La región que concentra el mayor potencial de yacimientos no convencionales es el valle del Magdalena Medio, entre Santander y Cesar. Datos de la ANH indican que en el país hay 22 áreas con prospectividad y 6 contratos firmados.

Cinco bloques fueron adjudicados en la Ronda Colombia 2012 y uno en la de 2014.

Más información

El presidente de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol), Germán Espinosa, señala que es fundamental generar consciencia de que la disyuntiva de escoger entre petróleo y agua “es un mito que, aunque muy propagado, carece de sustento técnico que soporte este falso dilema”.

Asegura que “es necesario el diálogo informado para acercar posiciones negativas polarizantes, que no contribuyen a la construcción del país que queremos. No se trata de desconocer derechos de unos u otros. Por el contrario, se trata de garantizar los derechos de todos”.

Señala que las consultas populares petroleras son un mecanismo válido de expresión popular garantizado por la Constitución, pero que no se pueden convertir en un instrumento que vulnere los derechos fundamentales de la población que aspira a desarrollo regional sostenible, dentro de un equilibrio del cuidado ambiental y buen desarrollo de la actividad petrolera.

Francisco Lloreda coincide con Espinosa en que los yacimientos no convencionales “han sido estigmatizados” y que hay desinformación en cuanto a la tecnología del fracking.

Asevera que en la medida en que se conozca más de la tecnología y su impacto, la preocupación que genera terminará cediendo porque se evidencia que puede desarrollarse de manera responsable y en armonía con el ambiente.

San Martín a Consulta popular

San Martín es una población ubicada en el sur del Cesar, donde se ha gestado un fuerte movimiento ‘anti-fracking’ frente a las operaciones que realiza la compañía CoconocoPhilips en zona rural. Carlos Andrés Santiago, vocero de la Corporación Defensora del Agua, Territorio y Ecosistema, asegura que a pesar de las acciones que ha realizado, la compañía sigue con sus actividades. Indicó que se han registrado un pronunciamiento de la Contraloría General sobre el caso, y que recientemente interpusieron una acción popular ante el Tribunal de Santander para frenar estas operaciones. Además, comenzaron a preparar una campaña de recolección de firmas para realizar una consulta popular. 

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