“La Costa Caribe debe ser un nodo para las cadenas globales de valor”
El investigador es uno de los invitados internacionales que participan en el Caribe Biz Forum, que organiza la Cámara de Comercio de Barranquilla.
Ricardo Hausmann, profesor de Economía del Desarrollo en Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard, asegura que la Costa Caribe cuenta con las condiciones para convertirse en un nodo de las cadenas globales de valor de manufacturas.
El economista de origen venezolano lideró el Comité Directivo de la Misión de Internacionalización del Gobierno nacional que trabajó en el diseño e implementación de estrategias de política pública que favorezcan una mayor y más efectiva integración de la economía colombiana en la internacional.
Hausmann es uno de los conferencistas internacionales invitados al Caribe BIZ Forum 2021, ‘El Poder de los Cambios’, que comienza desde este martes en la ciudad organizado por la Cámara de Comercio de Barranquilla.
El investigador aseguró que es fundamental que en Colombia se siga trabajando para reducir las brechas, en especial de ingresos de la población y tecnológica.
¿Cuál es la importancia que tiene el trabajo de la Misión de Internacionalización para la recuperación económica de Colombia?
La misión presentó un conjunto de iniciativas relativamente sencillas que pueden acelerar la recuperación del país. Analizamos el desempeño económico de Colombia en los últimos 60 años para identificar las cosas que van bien y las que es importante que mejoren. Entre las primeras, está el enorme progreso que se ha hecho en materia de salud y expectativa de vida, educación, incluida la universitaria, urbanización y empoderamiento y participación de las mujeres, donde las brechas con respecto a los países industrializados se han cerrado
¿Cuáles son las otras brechas en las que se debe trabajar?
Hay otras áreas en las que el progreso ha sido mucho menor y las brechas no dan muestras de comenzar a cerrarse. La más importante es la brecha de ingresos: si bien el ingreso per cápita en Colombia se ha triplicado en los últimos 60 años, también lo hizo en los países avanzados, por lo que la brecha sigue igual. El ingreso per cápita en Colombia, aún tomando diferencias de poder de compra, es menos de un cuarto del de EE. UU. Pensamos que una reducción de las brechas de salud, de género, de educación y de urbanización sin cierre de brechas de ingreso refleja una brecha tecnológica creciente. El mundo está desarrollando tecnología más rápido de lo que Colombia la está adoptando. Nuestras recomendaciones estuvieron centradas en cómo Colombia puede cerrar la brecha tecnológica. El gobierno puede hacer cosas para ayudar a que la sociedad cierre esa brecha tecnológica, pero al final es la sociedad la que debe hacerlo y por eso hicimos un llamado a la acción a empresas, universidades, centros de investigación y a la sociedad en general.
¿Cuáles son los principales retos que tiene el país para poner en marcha las líneas de acción que se definieron en la Misión de Internacionalización?
Las empresas colombianas tienen que tomar el reto de insertarse más en el mundo, adoptando y adaptando más tecnología y participando más en las oportunidades que existen fuera de Colombia. La sociedad tiene que ponerse de acuerdo en la importancia de competir por atraer el talento del mundo, haciendo de Colombia un destino accesible y acogedor para los que poseen los conocimientos tecnológicos que el país requiere y no posee. Las empresas tienen que prestarles más atención y recursos a la investigación y desarrollo, y las universidades y centros de investigación tienen que aumentar sus actividades de investigación aplicada para que las empresas puedan convertir inversión en I+D en resultados. Y la sociedad tiene que valorizar y conectarse con los 5 millones de colombianos que viven fuera del país y que pueden ayudar a insertar a Colombia en nuevas actividades que ayuden a transformar el país.
¿Cuáles son las oportunidades que plantea el actual escenario internacional de la pandemia para un país como Colombia?
La recuperación de la postpandemia en Colombia viene fuerte. Los casos y las muertes han bajado dramáticamente y el proceso de vacunación se ha acelerado. Según el FMI, el PIB de Colombia en el 2021 ya ha recuperado los niveles del 2019 y la mejora de los términos de intercambio va a facilitar que la recuperación continúe. Hay gente muy golpeada por la caída del empleo, pero el shock de la situación de corto plazo parece en vías de recuperación. Tres cambios importantes creo que van a hacer el futuro distinto a lo que pensábamos que iba a ser. Primero, la pandemia nos enseñó que lo que hacíamos en el trabajo se puede hacer desde casa. Pero lo que se puede hacer desde la casa, se puede hacer desde el exterior. Eso va a llevar a un gran aumento del teletrabajo internacional. Tanto Richard Baldwin como yo dirigimos investigaciones para explorar ese fenómeno y la expectativa es que esto sea un fenómeno importante en la reconfiguración de cadenas de valor. Segundo, el crecimiento verde va a abrir espacio a países ricos en energías renovables. Chile lo está haciendo con el sol en el norte y el viento en el sur. Hay que ver en qué medida Colombia logra montarse en esa ola. Finalmente, es importante retornar al equilibrio fiscal y a recuperar la educación, pues muchos niños fueron afectados y es importante que el daño aquí sea solo transitorio.
¿En qué sectores ve potencial para Colombia dentro del proceso de internacionalización?
Veo muchas posibilidades. El teletrabajo que ya mencioné puede convertirse en algo grande. Lo está siendo en Argentina a través de la exportación de servicios administrativos complejos. Colombia tiene varias multilatinas importantes. Creo que estas empresas pueden ayudar a internacionalizar al resto del país. Ya Nutresa está haciendo anuncios al respecto. Éxito podría llevar sus cadenas de suministro al exterior. La agricultura podría beneficiarse de una revolución tecnológica como ha ocurrido en Perú y en otros países de América Latina. Creo que las condiciones están dadas, incluidos los estímulos fiscales, para que en Colombia haya mucha más innovación. Falta que las empresas y las universidades desarrollen una cultura de cooperación. Creo que la inmigración de talento y la diáspora tienen un gran rol que jugar.
¿De qué manera se integran las regiones en la estrategia de internacionalización que define la misión?
Las medidas que proponemos empoderarían a las regiones a poder hacer más: atrayendo más talento, fortaleciendo sus iniciativas clúster y permitiendo que florezcan más agentes de cambio.
En el caso de la Costa Caribe, ¿cuáles son las fortalezas y retos que identifica para seguir avanzando en la internacionalización?
No estudiamos la Costa Caribe específicamente, pero quisiera mencionar tres temas. Primero, mientras Colombia siempre ha argumentado que su escasa participación en comercio mundial se debe a que las tres cordilleras dificultan el transporte, la Costa Caribe no tiene esos problemas. Con acuerdos de libre comercio, con puertos que funcionan y con un marco de políticas como las zonas económicas especiales y el Plan Vallejo, la Costa Caribe debiera poder ser un nodo muy importante en las cadenas globales de valor en manufactura. Y siempre está el potencial turístico que debe recuperarse en la postpandemia. La Costa tiene la historia de haber atraído más inmigrantes emprendedores que el resto del país. Las políticas de atracción de talento que proponemos pueden tener un impacto mayor en las regiones con más historia de apertura a la diversidad cultural, como es la Costa Caribe.
