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“Si Piqué tiene de esposa a Shakira, la mía debería ser Angelina Jolie”: el ‘Zurdo’ López

‘El Zurdo’, que suma siete ciclos en Junior, concedió una entrevista a EL HERALDO en la que contó sobre sus días de jugador, sus anécdotas como entrenador de Maradona y apartes de su historia rojiblanca.

Hace rato que anda en Barranquilla. Desde antes que nombraran a Alberto Gamero como entrenador de Junior, en medio de la salida del samario y la llegada de Julio Comesaña, Miguel Ángel López se encontraba caminando las calles de la ciudad, como un parroquiano más. ‘El Zurdo’, que ya tiene 75 años de edad y ha dirigido en siete ocasiones a los Tiburones, concedió una entrevista a EL HERALDO en la que contó sobre sus días como jugador, anécdotas como entrenador de Maradona y apartes de sus ciclos como rojiblanco, entre otros temas.     

P.

¿Qué hay de su vida? ¿Por qué anda en Barranquilla?

R.

Hay un hecho en mi vida particular y espiritual: normalmente he vivido en varios países y uno extraña su tierra, sus amigos, sus afectos, así me sucede con Argentina, pero de tanto estar conviviendo en Barranquilla, fui echando mis raíces. Cuando estoy en otro lado, extraño a Barranquilla. Ahora que dispongo de tiempo me vine para pasar acá el mayor tiempo posible. Ya hace rato estoy acá. Cuando quiero ir a Argentina, voy, duro 15 días por allá, y me regreso a Barranquilla. Antes hacía lo mismo con México. Estoy radicado acá.

P.

¿Cómo ve al Junior?

R.

Es una mala hora que se va a superar, no es fácil, pero sí hay con qué. 

P.

¿Falta mejor plantel?

R.

 Tiene una nómina muy buena, grandeza como equipo y un cuerpo técnico competente, sin ninguna duda.  

P.

¿Qué le pasó a Gamero entonces?

R.

 A veces no se encuentra lo mejor del equipo, a mí me ha pasado, con tantas variantes que hay. Tampoco hubo tanto tiempo para eso.

P.

¿Le faltó más tiempo a Gamero?

R.

De pronto le faltaron un par de partidos más. 

P.

¿No hubo rosca de jugadores?

R.

Estoy totalmente convencido de que no, conozco muy bien a todos, la clase de personas que hay. Son incapaces de perjudicar deliberadamente a un técnico. Pudo existir un problema particular como los que tenemos todos los técnicos, pero no una predisposición grupal para perjudicar al técnico. No lo veo posible. Criticaban a Sebastián Viera y decían que era el jefe de la rosca, pero él es excepcional como persona y como arquero, no hay duda de eso. Yo fui consultado en Argentina por dirigentes de Boca y River que tenían interés en Sebastián. Sé que lo llamaron y que él dijo que estaba feliz en Junior. Se ha difamado a una persona de bien.

P.

¿Se puede clasificar?

R.

Sí. Y aunque no hubiese chance, el prestigio y orgullo de Junior está en juego siempre.

P.

Usted era el técnico con mayor cantidad de ciclos en Junior, siete en total. Comesaña lo acaba de igualar…

R.

Eso para mí no tiene importancia. No pesa en lo que me interesa a mí. Soy un competidor nato conmigo mismo. Día tras día tengo que superarme yo mismo.

P.

¿Por qué los propietarios de Junior han recurrido en siete ocasiones tanto a usted como a Comesaña?

R.

Tienen un conocimiento de cómo intentamos nosotros hacer las cosas. Es como cuando uno ha dirigido a un jugador y piensa en él cuando uno llega a otro equipo, pienso en él porque lo conozco ya, sé lo que me puede aportar. Supongo que es por eso. La última vez que asumí, Fuad me dijo: arréglame esto, eres el técnico.

P.

¿Cómo es su relación con Comesaña?

R.

Normal. Nos conocemos de toda la vida. No somos amigos de compartir.

P.

¿Cuáles jugadores del Junior actual se van a valorizar en un corto o mediano plazo?

R.

Jarlan tiene un potencial tremendo, lo que pasa es que después de la lesión no ha llegado al ritmo de él. Hay que tener cuidado en su entrenamiento y su nutrición para que vuelva pronto con su calidad. Me gusta mucho Aponzá, tiene condiciones para que sea vendido en un buen dinero.

 

P.

Dicen que usted era un zaguero de calidad…

R.

Dicen que jugaba bien, yo creo que jugaba muy bien (risas). No se olviden que soy argentino y tengo que agregar algo. Yo me inicié como volante 10, pero no era tan bueno para la posición. Me fueron corriendo, primero como volante de marca. Después, en Estudiantes de la Plata, Osvaldo Juan Zubeldía me explicó que quería jugar con un hombre que sobrara y que tuviera panorama de juego para salir jugando. Yo tenía las actitudes técnicas y ofensivas, las defensivas las fui aprendiendo. Tenía mucha intuición y me resultaba cómodo gambetear a dos o tres jugadores. Llegué a jugar en la Selección Argentina, no en un Mundial, pero sí en amistosos. Estuve en cuatro Copas Libertadores seguidas, una intercontinental, dos Interamericanas. Gané nueve títulos como jugador. Como técnico llevo cinco.

P.

¿A cuál jugador de la actualidad se parecía ‘Zurdo’ López?

R.

(Largo silencio)…  Antes el que la tiraba para arriba no jugaba. “¿Qué haces burro?”, le gritaban a uno si se tiraba hacia arriba. El asunto era quitarla y salir jugando. Era algo que uno tenía en la cabeza. No vinieron más defensores con nivel técnico.

P.

¿Usted era como Piqué más o menos?

R.

(Sonrisa irónica)… Como juega Piqué… Voy a hacer una broma con el mayor de los respetos: si Piqué tiene de esposa a Shakira, yo tendría que tener de esposa  a Angelina Jolie (risas). 

P.

Era un crack entonces.

R.

Tenía mejor juego, pero Piqué es un jugadorazo completísimo. Jugar en el Barcelona no es fácil para un central. Alexis Mendoza tenía un gran nivel técnico. Debe ser el último de los centrales colombianos de esa clase que salía jugando con finura. Mathieu de lateral en el Barcelona es vergonzoso.

P.

¿Usted marcó a Pelé?

R.

Sí, una vez, en un partido River-Santos. Jugué contra Pelé, Eusebio, Cruyff. A esos jugadores no los puedes anular nunca, podrás ganarle alguna jugada, pero frenarlos completamente, nunca. Pero el jugador que más trabajo me dio a mí fue Ángel Clemente Rojas, de Boca. ‘Rojita’ tenía una cintura y una movilidad tipo Vladimir Hernández, no se sabía a dónde salía.   

P.

¿Con Pelé no apeló a la pierna fuerte?

R.

¿Pegarle a Pelé? ¡Nooooo! Prefería pegarle a Mayweather que a Pelé. Esa noche que jugamos contra Pelé, River-Santos, en cancha de Boca, había un triangular ahí, en la última jugada, córner a favor nuestro, yo voy a cabecear, saltamos todos los que estábamos ahí, la pelota me pega en la cabeza, miro y se mete. El árbitro lo anula dizque por un codazo. Le digo yo: mira, hijo de puta, vamos diez cabezas arriba, hasta con los ojos cerrados, qué voy a saber dónde tengo el brazo, ¿cómo me anulas el gol del empate al Santos de Pelé?... Terminó el partido y me voy a cenar a un restaurante al que iba habitualmente cerca de mi apartamento, ahí estaba en la barra cuando llega Pelé y Rildo con dos señoritas. Se sentaron en una mesa. El dueño, que era conocido y amigo mío, le manifestó a Pelé que en el lugar estaba yo, que había jugado con él hacía un rato. Pelé se levantó, me saludó y me llevó la mesa de él. Ahí me atendió y me preguntaba a mí como si yo fuera Pelé y él ‘El Zurdo’.  Después de un rato me fui. Fue una enseñanza de humildad y compañerismo. 

P.

Llega al Junior por primera vez en 1978, no tenía pasado como jugador acá y apenas empezaba su carrera como DT. ¿Quién lo recomienda?

R.

Yo era discípulo de Zubeldía. Eso era garantía de algo. Es como ahora que dicen: fulano es discípulo de Bielsa. Hay una referencia como para confiar.

P.

¿Cómo le fue esa vez?

R.

Hubo una epidemia de dengue y me dejó sin equipo.  En el 88 armamos un equipazo, íbamos de primero y cancelaron el campeonato. Tenía fantasía con Calero y ‘Niche’ Guerrero.

P.

¿Cómo deben manejar los futbolistas las tentaciones?

R.

La moderación es la palabra clave. Si te tomas una cerveza el domingo, después de ganar un partido, dale. Una cosa es una cerveza o dos y otra es diez cervezas. Cuando se aprende esa moderación se es profesional. El jugador de fútbol tiene que pensar en su profesión las 24 horas. El exceso de alcohol y sexo, perjudica.

P.

¿Cuáles fueron los futbolistas más profesionales que dirigió acá?

R.

Luis Carlos Ruiz y Vladimir Hernández son ejemplos en cuidado personal en Colombia. Son ejemplos de buen profesional.

P.

¿Cuál fue el mejor jugador que dirigió en Junior?

R.

Omar Pérez, ‘Ringuito’ Amaya, ‘Piojo’ Acuña, Macnelly. Macnelly nos sacó campeón en el 2004, levantó al equipo cuando estaba en el suelo. 

P.

Junior ha jugado cuatro finales con Nacional y la única que ganó fue esa en 2004…

R.

Yo no fui a Medellín a cuidar la diferencia. Me hicieron cinco, pero hice dos. Ya habíamos hecho tres. Ya en los penales no había ninguna duda de que ganábamos nosotros, nadie practica penales como yo. Les dije antes de la definición: bueno muchachos, hemos pasado ensayando penales, así que tenemos que ganar. Todos levantaron la mano, querían patear. No tuve que elegir.  Sobraban cobradores.

P.

Se habla mucho del partido de Medellín, pero en Barranquilla Junior brilló y ganó 3-0…

R.

Fíjense en la repetición del tercer gol de acá, la manera en que celebran los muchachos el gol de Peñaloza. La forma en que se tiran y se abrazan… Se me pone la piel de gallina. Eso es un equipo, eso es sentir la camiseta, eso es Junior.  

P.

¿Qué pasó en el partido de vuelta?

R.

Yo desconfiaba mucho a pesar del 3-0. No me relajé. Ellos también podían hacer tres goles. Los recogebolas entraban y el árbitro permitía. Hubo muchos factores extradeportivos.

P.

¿Qué anécdota tiene como técnico de Junior?

R.

(Risas). Cuando Édgar Perea, que en paz descanse, decía: al ‘Zurdo’ López no le tiene que parar ningún taxista, que se vaya a pie. Algunos no me paraban, seguían de largo. Después, al tiempo, cuando el equipo sale campeón, en el primer taxi que me monto le digo al chofer: ¿Cuánto le debo? Y me dice: nada, cómo le voy a cobrar, si salimos campeones (risas).  

P.

¿Qué le gritaban en los malos momentos?

R.

Siempre gritan maleta. 

P.

¿Nunca peleó con Fuad Char?

R.

Discusiones. Pelear, no, puntos de vista diferentes, sí.

P.

Usted tuvo el privilegio de dirigir a un crack del fútbol mundial como Diego Maradona. Alguna vez le preguntaron a él cuál había sido el mejor técnico que había tenido y contestó que usted. ¿Qué piensa?

R.

 Me comentaron algo. Siempre fue muy generoso en la apreciación hacia mi trabajo. Teníamos una empatía muy especial. En la primera conversación que tuve con él, le dije: Dieguito, cuídate, todo el mundo te mira. Él me respondía que sí, pero hacía lo que quería. Yo le propuse: esto es entre usted y yo, a mí no me importa nada de lo que usted hace, pero sí me tiene que decir qué hace, sabiendo qué hace, yo sé cómo lo entreno, siempre lo voy a poner 10 puntos sabiendo qué hace. Me respondió: esa me gusta. Después dio cada demostración de su calidad.

P.

¿Qué recuerda de ese ciclo con Maradona?

R.

Una vez jugábamos con Boca en cancha de Vélez. Me levanto en la mañana y veo en el periódico que Hugo Gatti, el arquero de Boca en ese momento, declara: “Maradona es un gordito”. Tomé el periódico y fui a la habitación de Diego: mira lo que dice Gatti. Me respondió: ¿Ah sí? ¡Le voy a hacer cuatro! Se levantó, bajó, la prensa lo abordó y repitió: le voy a hacer cuatro. ¿Saben cuántos goles hizo? ¡Los cuatro goles!  

P.

¿Qué otra anécdota tiene con Maradona?

R.

Una vez termina un partido que habíamos ganado y tenía que hacer un acto de inauguración en Chile, en el cual le pagaban y contaba con el permiso del club. Nosotros jugábamos el miércoles con Newll’s. Le digo yo: ¿qué vas a inaugurar a Chile? Y me dice: el cabaret más grande de América. Le digo: cuídate un poquito. Me contestó: mire, el miércoles yo hago dos goles, si ganamos es cosa suya, pero yo hago dos goles. El miércoles ganamos 3-1 con dos goles de Diego.   

P.

¿Qué se le podía decir a Maradona en una charla técnica?

R.

(Risas). Facilitaba todo él. Yo decía: la dan la pelota a Diego; si está con marca, se la dan a Diego; si está con dos marcas, se la dan a Diego; si tiene tres hombres encima, igual se la dan; si lo están marcando cuatro... miro a Diego y grita: ¡me la dan igual! Acá, en una gira en Pereira, hizo un gol como el del Mundial de México-86.

P.

¿Usted es cabalero?

R.

Uso calzoncillo rojo desde la época de Independiente, pero no es el mismo (risas).

P.

¿Habrá ‘Zurdo VIII’ en Junior?

R.

 ¿Nada más?... (se puso las gafas oscuras, se levantó y soltó una carcajada).

Frases del ‘Zurdo’

"Oswaldo Zubeldía, que ha sido el mejor entrenador que conocí en todo el mundo, utilizaba esta frase: los errores de enero se pagan todo el año".

"Con el cuento de la cantera, Barcelona dejó ir a Dani Alves y hoy le duele en el alma la salida de ese jugador".

"Un dirigente de Junior me repitió lo que le dijeron: Cardona es un gordito. Cardona es como le dicen ahora en México: 'Crackdona'. No lo compraron acá y después lo vendió Nacional en 6 millones de dólares".

"Luis Carlos Ruiz cada vez juega mejor. A mí me decían: tú eres más burro que Ruiz porque lo pones. Ruiz tenía en contra hasta la dirigencia".

"Me ponen feliz los goles de Édinson Toloza. No tiene virtudes de goleador de raza, pero tiene sus rachas. ¡Y cómo los busca siempre! Lo desaprueban, pero insiste. Únicamente erran los que están en la jugada del gol".

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