“Por mi mente pasó la idea de suicidarme, estaba desesperado”: 'Mochuelo’ Torres

Lo que más recuerda la afición de él es su fuerte pegada. En el ring mostró hambre. Se reflejaba en cada uno de los golpes que lanzaba. Ricardo ‘Mochuelo’ Torres, el mismo que se coronó campeón mundial welter junior el 18 de noviembre de 2006, en Atlantic City, al derrotar a Mike Arnaoutis, está radicado en su pueblo natal: Magangué.

A pesar del dolor de espalda que dice aquejarlo, Mochuelo se resiste a colgar los guantes y cree que aún tiene casta para recuperar el fajín de monarca ecuménico.

A sus 33 años, está dedicado a cuidar a sus hijos y asegura que vive de los ahorros de las bolsas que ganaba en los combates boxísticos, pero confiesa que invirtió parte de su dinero en algunos negocios que no prosperaron.
Reconoce que ha estado deprimido y al borde de cometer una locura. “Quería hacerme daño, por mi mente pasó suicidarme, pero reflexioné y pensé en mi familia”, dice con la voz apagada.

Pero, en medio de la charla con EL HERALDO, también se mostró animado: “Quiero terminar lo que empecé y demostrar que puedo volver a ser campeón”.

¿Qué hay de la vida del ‘Mochuelo’ Torres?
Estoy recuperándome del dolor de espalda y dedicándome a mi familia aquí en Magangué. Estoy viviendo de lo poquito que alcancé a adquirir y con eso me estoy manteniendo. Estamos pensando qué negocio montar, nos quedamos parados porque algunos negocios no salieron.

¿Se alejó del boxeo?
Aún creo que no es el momento para regresar al ring, todavía no quiero. Pero estoy joven y creo que todavía tengo tres años más para regresar, estoy esperando recuperarme bien para volver en óptimas condiciones. Me estoy tomando unos medicamentos, pero no estoy haciendo las terapias porque aquí casi no cuento con las herramientas, pero sí quiero seguir en el boxeo. No he terminado lo que comencé.

¿Pero ha seguido entrenando?
No. Estoy dedicado a mis tres hijos y pendiente del colegio de ellos.

¿Qué es eso que quiere terminar?
Pues buscar mi cinturón de nuevo, quiero recuperar el título y dedicarme cien por ciento al boxeo, como siempre quise. Desafortunadamente la lesión me ha sacado de todo y en estos momentos me tiene bastante afectado. Se me pasan cosas malas por la cabeza, querer hacerme daño. Querer continuar y no poder. Todo eso me tiene preocupado, pero estamos buscando algo qué hacer. Quiero montar un negocio, pero no he querido seguir metiéndole mano a eso porque  las cosas que he hecho me han salido mal.

¿Cuáles son esas cosas malas que se le han pasado por la cabeza?
Quererme hacer daño, para ser más directo querer suicidarme. Cosas de esas así. Quiero recuperarme y continuar. El boxeo es de carisma y Dios a mí me dio eso, quiero seguir y no he podido, no es porque yo no quiera, como algunos piensan. Dijeron que a mí no me gustaba el boxeo y que tampoco me gustaba entrenar, pero a mí sí me gusta el boxeo.

¿Hace cuánto pasó por su cabeza querer suicidarse y por qué?
Ya hace algún tiempo, pero ya sentamos nuevamente cabeza. Mi señora y mis hijos me hicieron reflexionar y seguimos trabajando para ver si podemos recuperarnos. Tengo el chance y si Dios me da la oportunidad de volver al cuadrilátero, pues lo hago. La verdad sí pasó por mi mente suicidarme, pero nunca lo intenté, pero mi familia habló conmigo. Eso se dio por mi desesperación, porque quiero seguir en el boxeo y terminar lo que dejé.

¿Hace cuánto padece esa lesión en la espalda?
Esa lesión la tengo desde el 2007, cuando hice mi segunda defensa en Barranquilla con Kendall Holt. Esa fue una pelea dura, pero en el round 11 saqué el combate ganando por nocaut técnico. Después, cuando fui a festejar, me arrodillé. En ese momento se me vinieron como 30 personas, me estaban partiendo la columna. Sentí que algo se me abrió, otro me pasó un reloj por la cara y me cortó debajo de la ceja. Al día siguiente de la pelea amanecí con medio cuerpo muerto, no podía caminar bien y todo eso me afectó. Me hicieron unos exámenes, pero aún no me han encontrado nada. Quiero encontrar un médico y que me diga que es lo que tengo. He visto un poco de boxeadores viejos y malos y siguen peleando.

¿Cree que aún tiene casta para volver a ser campeón?
Claro que sí. Yo dejé un nombre y sé que todo el mundo está a la expectativa para que yo reaparezca y sé que se me va a presentar la oportunidad. Pero quiero volver con todas mis condiciones y mostrar todo lo que tengo. No quiero hacer el ridículo que hice ante Raúl Pinzón, al que le gané con cojones.

“Fui el primero que puso a Miguel Cotto a besar la lona”

¿En cuánto tiempo cree que volverá a un cuadrilátero?
(Risas) En cuanto me recupere. Este año ya no se pudo. Desde el próximo año voy a continuar con las terapias y seguir con mis medicamentos.

¿Qué es lo que más recuerda de esos títulos mundiales que ganó?
Las grandes peleas. Cuando me coroné, mis defensas. Fui una persona muy llamativa, todos esos momentos me llenan de nostalgia, pero hay que continuar.

Usted estuvo a punto de ganarle a Miguel Cotto, que actualmente es el campeón mundial de la categoría mediana del CMB. ¿Qué recuerda de esta pelea?
Ese es un boxeador de gran recorrido, que le ha ganado a buenos boxeadores. Cotto sabe que fui yo el que más le pegué, conmigo sufrió bastante y fui el primero que lo puso a besar la lona. Yo nunca tuve problemas con nadie.

Mucha gente dice que usted teniendo condiciones despreció el boxeo...
A veces hay futbolistas que no les gusta el fútbol, pero es lo que saben hacer. A mí siempre me gustó el boxeo, lo que pasa es que no se puede negar que es duro. En el ring yo no voy a recibir confites, así como voy a dar golpes también me van a dar. A veces, como me cansaba, decían que no me gustaba el boxeo, pero esto es lo que yo sé hacer y es lo que Dios me dio.

¿Es cierto que usted prefirió a su pick-up que al boxeo?
No puedo negar que me gusta la música, pero eso no quiere decir que yo ando tomando. Pueden preguntar en Magangué cuantas veces me han visto borracho, a mí nunca me ha gustado el ron. En mi vida nunca me he emborrachado. El pick-up no lo manejó yo, eso es de mi familia. Quise hacer uno más grande y eso fue lo que pasó.

Independientemente de la lesión, ¿qué fue lo que más lo afectó para no continuar con su carrera en el boxeo?
La lesión de mi espalda. Lo que pasa es que cuando uno se empieza a quejar empiezan las especulaciones de que tienes miedo, que no quieres pelear, en fin. La verdad es que yo no alcancé a hacer nada, a mí no me dejaron hacer lo que quería. Muchas veces he querido correr, pero el cuerpo no me da.

¿Económicamente cómo se encuentra?
Gracias a Dios a mis hijos no les hace falta nada, tienen su sustento y su techo.

¿Cómo lo trata la gente de Magangué?
Para algunas personas sigo siendo el ídolo. No recibí lo que en verdad quería de Magangué, pero esta es mi tierra y yo la sigo queriendo.

¿Se sienta a ver boxeo?
Sí, y voy a las veladas, ahora que peleó Darleys estuve en Barranquilla. Cuando por Space pasan boxeo miro las peleas y también por Espn.

¿Cuál cree que es el mejor boxeador que tiene Colombia en este momento?
Está Darleys Pérez, porque es campeón mundial, pero prospectos no veo.

¿Qué cree que era lo mejor que tenía ‘Mochuelo’ Torres?
Carisma, a la gente le gustaba mi boxeo. Pegaba. Esto es de inteligencia y de ser guapo.

¿Se resiste a colgar los guantes o ya los colgó?
Hasta el momento, por obligación, me tocó, pero si Dios mañana me dice muévete, lo hago, pero aún no me he resignado a colgar los guantes. Tengo el deseo de demostrar que puedo dar más.