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Rafael Henzel, periodista sobreviviente de la tragedia aérea. Tomada de Internet
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“Nadie nos avisó de la emergencia”: Henzel, sobreviviente de accidente del Chapecoense

Se trata del periodista Rafael Henzel, quien aseguró que nadie de la tripulación les informó a los pasajeros la emergencia que se estaba presentando. Manifestó que, por un momento, pensó que todo se trataba de un sueño.  

Rafael Henzel es uno de los 21 periodistas que viajaban en el vuelo de Lamia que se accidentó el pasado 28 de noviembre en el sector Cerro Gordo del municipio de La Unión (Antioquia).

“Apagaron las luces y los motores. Eso causó cierto temor, pero nadie nos avisó de nada. Volábamos sin saber lo que iba a suceder”, afirmó el periodista en una entrevista en el programa de televisión Fantástico.

“Nadie nos dijo que nos abrocháramos los cinturones de seguridad. Cada vez que preguntábamos acerca de la llegada nos decían que faltaban diez minutos. Eso generó cierto temor, pero no fuimos avisados”.

“No cundió el pánico, ni se produjo un griterío durante la caída. Apenas había silencio”, concluyó.

A bordo de la aeronave RJ8, con matrícula CP-2933, iban nueve tripulantes, 22 jugadores del Chapecoense, 25 miembros de la comisión técnica y dirigentes del club y 21 periodistas, para un total de 77 personas, de las cuales solo sobrevivieron seis: tres futbolistas, dos miembros de la tripulación y Rafael Henzel.

El periodista, en diálogo con el medio brasilero Fantástico, relató, en primera persona, lo que tuvo que vivir. Narró detalles de los momentos previos y posteriores del impacto del avión.

Manifestó que cada vez que preguntaban por el tiempo que faltaba para aterrizar en tierras antioqueñas, los tripulantes les respondían lo mismo: 10 minutos. Cuenta que, de un momento a otro, los motores y las luces de la aeronave se apagaron. Cuando esto ocurrió –dice– “todos volvieron a sus asientos y se colocaron el cinturón de seguridad. Cuando pasó eso, hubo cierto temor, pero ninguno se imaginó que caeríamos”.

Henzel asegura que en ningún momento alguno de los tripulantes salió a informarles algo ni a advertirles que debían ponerse el cinturón de seguridad.

“Nadie de la cabina ni ninguno de los tripulantes nos dijo que nos coloquemos los cintos de seguridad porque había riesgo de esto o aquello. No avisaron nada, absolutamente nada. Seguimos volando sin saber absolutamente nada de lo que iba a pasar", dijo.

Agregó que no recuerda ver a nadie gritando ni tampoco pánico en el vuelo. “No sabíamos lo que estaba pasando hasta que llegó el choque. Tampoco recuerdo el golpe porque fue todo de repente”.

Expresó que en un inicio pensó que todo se trataba de una película o de un sueño, del cual “iba a despertar pronto”. Sin embargo, minutos después se dio cuenta que estaba equivocado, que no era ninguna pesadilla, sino su realidad.  

“Después comencé a observar que llegaba gente con algunas luces. Eran los socorristas. Ahí empecé a gritar que estaba allí, en ese lugar. Yo estaba atrapado entre dos árboles, sin embargo lo más impactante fue ver a mis dos colegas (Renan Agnolin y Djalma Araujo Neto), que estaban al lado mío, sin vida. Fue muy triste. Los llamé, pero ya estaba muertos", expresó.

Continuo el relato diciendo que  "no fue fácil, no fue nada fácil. Yo tenía siete costillas quebradas, estaba lloviendo, había una temperatura de 12 grados y era muy empinado todo. Los rescatistas no podían encontrar dónde estaba la gente. Había dos sobrevivientes detrás mío (Ximena Suárez y Erwin Tumiri) y estaban muy angustiados".

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