“Mi ‘Cici’ deja una huella como amigo y futbolista”: Arriaga

“Se me fue mi ‘Tonto’, hermano”, fue lo primero que Eudalio Arriaga, en tono entre cortado, le dijo a EL HERALDO, cuando lo contactó para hablar sobre la dolorosa e inesperada partida de uno de los jugadores más talentosos que ha dado el fútbol atlanticense, Ricardo Manuel Ciciliano Bustillo.

“Me quedan los mejores recuerdos… —hace una pausa, suspira y continua— los mejores. Mi ‘Tonto’, como lo bautizó (Elson) Becerra, era un hombre alegre y carismático. Siempre brindaba una sonrisa que contagiaba. Con él compartí poco en Junior —alrededor de tres meses—, pero ese escaso tiempo alcanzó para crear una linda amistad y un compadrismo que perduró hasta el día de hoy, cuando Dios decidió llevarlo a su reino. Mi ‘Cici’ dejó una gran huella como amigo y futbolista”, agregó nostálgico Eudalio.

Arriaga y Ciciliano coincidieron por primera y única vez en aquel Junior de 2002, cuando los rojiblancos armaron un equipo que ilusionaba, pero que finalmente no cumplió con las expectativas. De ese combo hacían parte, también, jugadores como Elson Becerra (QEPD), Néstor ‘Palmira’ Salazar, Oswaldo Mackenzie, Marquinho, entre otros.

“Con ‘Cici’ tengo grandes anécdotas de esa época en Junior. Jugábamos mucho Play, salíamos a comer, armábamos planes. El tiempo fue corto, porque pasó lo que pasó —los dos, junto con Becerra, fueron expulsados el equipo—, pero de ahí nació una linda amistad. Recuerdo que a él le dolió salir así de Junior, porque había esperado mucho tiempo por esa oportunidad en el equipo de su tierra. Quería quedarse muchos años en Junior. Pero bueno, creo que la vida y un mal manejo comunicacional nos jugó una mala pasada. Después, analizando las cosas, llegamos a la conclusión que no hubo un buen diálogo cuando fuimos a hacer descargos. Pero bueno, él después tuvo su revancha y eso ya lo dejó más tranquilo”, cuenta.

Arriaga destaca el legado futbolístico que dejó Ciciliano. “Era un lujo jugar a su lado”, expresa emocionado. “Tenía pase y gol, marcaba bastante. Tuvo que ser uno de los creativos con más gol en el fútbol colombiano. Era un jugador muy completo y mantuvo una regularidad muy buena a lo largo de su carrera, dejando huella en varios clubes. Eso no es fácil y él lo logró”.

El ‘Cojito’, como le dicen sus amigos de cariño, lamenta que la muerte haya cortado los sueños de su gran amigo, llegar a ser técnico profesional.

“Me acuerdo que tuve una charla larga con mi ‘Tonto’ empezando la pandemia. Hablamos de lo que estaba haciendo, de los proyectos que tenía con la escuela, de que estaba enfocado en el tema de ser técnico, se estaba preparando, enfocado también en formalizar su escuela. Soñaba y tenía muchos planes que incluían a sus amigos del fútbol. Pero mira cómo es la vida. Ahora solo queda pedirle a Dios que lo tenga en su santo reino”, dijo.

De ese triplete de amigos —con Elson Becerra y Ciciliano— solo queda él. Lo recuerdos embargan su memoria y solo espera que estén juntos, haciendo los que más les gustaba, jugar a la pelota.

“Los dos están en el cielo… seguramente jugando. Hoy (ayer) vi en EL HERALDO una foto de ambos y me dio mucha nostalgia y tristeza. A Elson los amigos le jugaron una mala pasada y a ‘Cici’ la salud no lo respetó. Solo quedan los recuerdos de esa linda amistad que creó el fútbol”, concluyó.