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Perea en la inscripción de su campaña al Senado en 1998. Con él, Édgar Rentería, Gabriel Berdugo y Dieb Maloof. Archivo EL HERALDO
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Luces y sombras en la vida de Perea, el político

Entre 1998 y 2011, ‘El Campeón’ fue senador de la República, candidato dos veces a la Alcaldía de Barranquilla, embajador de Colombia en Sudáfrica y representante del país en Namibia y Mozambique.

La política aterrizó de lleno en la vida del campeón Édgar Perea en un momento de esplendor en la narración deportiva, cuando ya era considerado tal vez el mejor del país. Venía de narrar el Mundial de Francia 98, el séptimo de su carrera, cuando su inmensa popularidad y los consejos de amigos que le venían ‘calentando’ ya la oreja para que se lanzara, según confesó después, lo animaron a dar el paso.

“Pensé que ya era hora de trabajar por el pueblo de Barranquilla y de Colombia. Me lancé al Senado sin ningún apoyo y gané la elección con 75 mil votos, la cuarta mejor votación del país en ese año”, confesó años después en una entrevista a este diario.

Pero en realidad la política siempre había tenido cabida en la vida de este combativo hombre de radio, que en su habitual espacio deportivo en Radio Mar Caribe hizo popular lo que él llamaba el ‘minuto cívico’, que se convertía en horas y que a veces copaba casi todo su espacio, sobre todo en tiempo de campaña, cuando fustigaba o elogiaba con vehemencia, según su parecer, las administraciones, las figuras políticas y las propuestas de los políticos.

Debut en el Congreso. Avalado por el Partido Liberal, Perea debutó en el Congreso de la República en julio 1998 cuando hizo de su propuesta para la creación del ministerio del Deporte su principal bandera. Sin embargo, la iniciativa no tuvo mayor eco en el gobierno del conservador Andrés Pastrana, de quien Perea siempre aseguró que había sido “el peor presidente en la historia de Colombia”.

Años después diría de su paso por el Senado que “ahí adentro es muy complicado porque hay que complacer a fulanito para que te complazca a ti. Yo no entro en ese juego porque hay intereses mezquinos. Se gastan la plata. Eso me decepcionó, no le vi gracia al Senado, no había sinceridad”, expresó. 

A los dos años, en 2002, perdió la investidura y sus derechos políticos por un fallo del Consejo de Estado, que consideró que Perea había violado la Constitución al transmitir un partido de fútbol estando en el ejercicio de sus funciones públicas. Sin embargo, tras un resonado pleito, la Corte Constitucional le restituyó su derecho a elegir y ser elegido en el año 2004.

Édgar Perea con el senador Arturo Char en correrías políticas en el Atlántico.

Aspiración a la Alcaldía. Ya para entonces, “el Campeonísimo”, como también se le conocía, había inscrito un año antes su nombre como candidato a la Alcaldía de Barranquilla, con el apoyo de un movimiento independiente, pues el liberalismo decidió no darle su aval ya que hasta ese momento solo se conocía el fallo del Consejo de Estado.

En esa elección obtuvo la segunda votación, 69.203 votos, mientras que Guillermo Hoenigsberg, el ganador, sacó 97.402 votos. Es entonces cuando Perea Arias hace pública su simpatía por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, al punto de que en 2007, cuando aspira por segunda vez a la alcaldía, se inscribe con el aval de Colombia Democrática, un movimiento orientado por el senador Mario Uribe, primo del expresidente y quien, por cierto, fue condenado después por parapolítica.

En una entrevista para EL HERALDO en agosto de 2007, el narrador expresó: “Quiero trabajar para la gente más necesitada y entregar lo que me resta de vida a los que viven en el más profundo estado de miseria“. Fiel a su estilo polémico y punzante, dijo además de su más fuerte adversario, Alejandro Char Chaljub –quien aspiraba por primera vez a la Alcaldía-, que era un “muchachito respaldado por una clase política que le ha hecho mucho daño a Barranquilla”.

Pero en esa campaña Perea sufrió una ‘paliza’ en los resultados electorales, en los que quedó de tercero. Char sacó 223.580; Máximo Noriega, del Polo, 43.628, y Perea 39.618 votos. En aquel momento se atribuyó este resultado a un error de cálculo político del reconocido narrador, al hacer público en la recta final de la campaña su apoyo al fallecido político José Name Terán, quien aspiraba a la Gobernación del Atlántico y quien, contra todo pronóstico, fue derrotado por Eduardo Verano (actual gobernador).

Entre mayo de 2008 y abril de 2011,  el presidente Uribe Vélez lo nombró embajador de Colombia en Sudáfrica, en reemplazo de Carlos Moreno de Caro. En esos años se instaló en la ciudad de Pretoria, desde donde, además representó al país en Namibia y Mozambique

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