Los deportes de los Juegos, la paz en un tatami
A 216 días de la inauguración de Barranquilla 2018 hoy presentamos uno de los deportes que en los últimos Juegos Olímpicos ha dado medallas a Colombia. El Judo, un deporte perteneciente a las artes marciales japonesas, creado a finales del Siglo XIX, llegó a este país apenas en 1955.
“Colombia es un país subdesarrollado en Judo”. La frase pertenece a Yuri Alvear, la vallecaucana que puso a Colombia en el mapa del judo mundial. Yuri habla con propiedad. Sabe de qué va el tema. Colombia en judo está apenas en pañales. Triple campeona del mundo y socia del club exclusivo de seis deportistas colombianos que han logrado medallas en dos Juegos Olímpicos (Londres y Río de Janeiro) es consciente que sus medallas, además de escribir la historia, tendrían que estar abriendo el camino para sacar más judocas con talento.
De la existencia del judo se habla desde 1888. La Federación Colombiana de Judo, sin embargo, se fundó en 1969, y la Liga del Atlántico en el 2003, hace apenas 14 años. Toda una pobre impresión teniendo en cuenta que entre los deportes preferidos por los colombianos figuran los de combate: boxeo, karate, taekwondo, judo, lucha, aquellos en los que hay contacto, los de pelea.
Pero hay más. Hubo un tiempo que el boxeo tenía en el Coliseo Cubierto un escenario de excepción en el que llegaron a realizarse grandes veladas. Hoy, en día, sin embargo, ninguno de estos deportes tiene un lugar fijo en el que practicarlo. El judo no está exento de ello. En Barranquilla el judo se practica y se intentan formar campeones en el sótano de la Columna 33 del estadio Metropolitano.
“El judo es relativamente nuevo en el Atlántico”, reconoce Francisco “Pacho” Ruiz, fundador de la Liga y hoy seleccionador absoluto, que cuenta que hasta el año pasado estuvieron trabajando con un tatami heredado de los Juegos de Cartagena del 2006. Pese a esas precariedades, Pacho Ruiz, desborda ilusión ante los Juegos Centroamericanos y del Caribe que celebrará Barranquilla entre el 19 de julio y 3 de agosto del próximo año.
“Es un gran reto”, dice convencido. “Nos quedará una gran infraestructura, con todas las herramientas. Barranquilla 2018 será un impulso para nuestro deporte”, sostiene esperanzado. “Nosotros no vamos a ver la fiesta. Nosotros vamos a ser parte de la fiesta. No estamos de vacaciones esperando el evento. Estamos trabajando fuerte. No es sólo una exigencia, también es un deseo. Deseamos formar parte de esa gloriosa selección colombiana”, señala de forma apasionada.
Sabe Pacho Ruiz que muy pocas cosas pueden frenar el hambre de triunfo. Y sabe que en su propio hogar tiene a su hijo Juan Pablo con ansias de llegar lejos en el deporte de su padre. Que existen Marcela Caraballo, Cristián Polo, Manuel Patiño o José Luis Wright, jóvenes que también trabajan para participar en la gran fiesta del deporte colombiano en Barranquilla.
Colombia aspira a ocupar por primera vez lo más alto del podio en los Juegos de Barranquilla, después de ser tercera en las últimas tres ediciones y acaba de arrasar en los Bolivarianos de Santa Marta, donde el judo fue campeón por equipos tanto en mujeres como en hombres.
Un hombre como Francisco Ruiz, que en su avatar tiene a un judoca besando un tatami y la frase “Y es aquí donde mi alma encuentra la paz”, no duda en la consolidación del judo en el Atlántico tras Barranquilla 2018. Es un deseo y toda una exigencia.
Dieciocho pruebas y 160 participantes
La sede de los combates de judo será el Colegio Marymount, el primer colegio bilingüe del Atlántico. En el mismo se desarrollarán 18 pruebas (9 de mujeres y 9 de hombres), y participarán un total de 160 judocas. Las pruebas se desarrollarán entre el 30 de julio y el 2 de agosto. En el judo los combates entre hombres tienen una duración de 5 minutos, mientras que en las mujeres es de 4. El torneo de individuales tendrá un máximo de 8 atletas por rama. Y el de equipos tendrá un mínimo de 3 y un máximo de 5. La edad mínima para competir es de 16 años.
