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La escena más conmovedora de la Caribe Champions

Aníbal Beltrán Estrada, un niño de 12 años del Barranquilla FC, festejó entre lágrimas un gol dedicado a su ángel en el cielo, su mamá. 

Las lágrimas, la emoción y los recuerdos fueron los protagonistas en la jornada de este sábado en los cuartos de final de la categoría 2008 de la Caribe Champions, desarrollada en el estadio Moderno de Barranquilla.

Muchos dicen que el fútbol es solo varias personas corriendo detrás de un balón, pero siempre, en algún lugar del mundo, existen historias por contar a través de este deporte.

En el encuentro entre Barranquilla FC y Asosucre, uno de los momentos más tensos lo protagonizó Aníbal Junior Beltrán Estrada, el niño de 12 años que anotó el gol que significó el empate del cuadro currambero, y que a la postre forzaría la definición por tiros desde el punto penal.

Ese instante y el festejo marcarían la jornada. Aníbal se levantó su camiseta, emocionado miró al cielo y dedicó el gol a quien hoy es su ángel: Martha Estrada, su madre, quien falleció hace ocho meses a causa de un cáncer de colon.

Cortesía

De inmediato, sus compañeros de equipo salieron al encuentro con el número 23, para abrazarlo y consolarlo. Aníbal, visiblemente emocionado, no pudo contener las lágrimas, que luego se convertirían también en impotencia, cuando el árbitro del partido lo amonestó por levantarse la camiseta y le mostró la tarjeta roja (ya tenía amarilla).

La sensación de malestar no se hizo esperar. Sin embargo, Aníbal Beltrán valoró el momento único que le permitió tener ese detalle con su madre y ayudar un poco a que su equipo lograra el objetivo.

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“Sentí mucha rabia por la situación de la expulsión, pero también estoy contento por lo que conseguimos y por poder dedicarle el gol a mi madre”, dijo el delantero.

Aníbal estuvo durante varios minutos apoyado por un coach deportivo.

“Hallamos a un niño con sentimientos encontrados, lleno de pasión y con muchas ganas de seguir jugando, pero que fue truncado por una roja buscada por una buena intención. La intención de dedicarle el  gol a su mami. Era algo que ya él venía diseñando y planificando y dentro del coaching y de la psicología, todo lo que imaginas y proyectas, empieza a hacerse realidad”, indicó Danny Dafer, coach deportivo.

Finalmente, Aníbal asimiló la roja que lo sacó del partido y pudo celebrar con sus demás compañeros, que se impusieron desde los doce pasos y disputarán este domingo la semifinal de la categoría ante Bolívar. Y desde el cielo, seguramente su madre seguirá impulsando sus pasos. 

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