
La bolsa y la corona, razones por las que Marriaga se mide a Lomachenko
El pegador arjonero retará al ucraniano, monarca de las 130 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). El combate se realizará el 5 de agosto en Los Ángeles, EEUU.
Miguel Ángel Marriaga (25-2, 21 KO) tiene su segundo nombre bien puesto. No son muchos los boxeadores en el mundo que pueden contar que disputaron en dos ocasiones un título mundial en peleas seguidas y en categorías diferentes.
Solo cuatro meses después, incluidos 45 días de descanso obligados tras su última confrontación, Marriaga regresa a Los Ángeles a enfrentar a un top 5 del listado de los mejores ‘Libra por Libra’ del pugilismo mundial.
El ucraniano Vasyl Lomachenko (8-1, 6 KO) expondrá su diadema de las 130 libras o ligero junior de la OMB ante el colombiano el próximo 5 de agosto en el Microsoft Theater de la Meca del cine mundial.
Pero, ¿por qué cuando se creyó que la cuerda de Marriaga, en cabeza del mexicano Ricardo Maldonado hijo, buscaría una o dos peleas de administración buscando recuperar la forma atlética y confianza de su pupilo, salió con esa noticia el pasado lunes festivo cuando se reunió con Marriaga y el entrenador Samuel Gómez en un centro comercial, con el Castillo de San Felipe de Barajas de fondo?
La respuesta se puede intuir muy fácil: una gran oportunidad económica aunque el peleador no quiso dar detalles en su charla telefónica con EL HERALDO un día antes de su partida a México donde comenzará su rápida preparación en donde una vez más no llega como favorito.
“Cuando me reuní con don Ricardo (Maldonado) y mi entrenador, él me dijo que había hablado con la empresa (Top Tank) donde la habían propuesto combatir con un boxeador filipino (no recordó el nombre) y con (Vasyl) Lomachenko y que él se había tomado el atrevimiento de aceptar esta última sin mi consentimiento previo. Le dije que sí inmediatamente, que no había ningún problema y que voy con todo para esa pelea”, comentó el arjonero que en octubre llega a 31 años.
“Sé que no voy como favorito, pero acepté por ser una buena oportunidad en el presente y en el futuro. Es muy posible que en mi categoría (pluma) se dé una oportunidad para combatir por título mundial el año entrante con el ascenso de categoría de (Óscar) Valdez, mi anterior rival”.
En favor de Marriaga está su rendimiento en peleas de campeonatos del mundo de las que ha salido con la dignidad en alto y no ha quedado maltrecho de cara al futuro.
“Ojalá pudiera tener una revancha con Valdez, no me gana otra vez. Ustedes vieron esa pelea y se dieron cuenta que antes de mi caída el público gritaba ‘sí, se puede’ porque estaban viendo que su boxeador iba perdiendo”, recordó.
Subir una categoría
“¿Sabes con cuánto subí al ring el día de la pelea con Valdez? 129 libras. No tengo problema con ese peso”, comentó Marriaga.
Sin embargo, quedan algunas inquietudes en el sentido que más allá que no represente ningún problema para Miguel Marriaga dar el peso, sí queda por verse en qué desventaja podrá llegar con un contrincante que en la rehidratación puede rayar las 140 más allá de sus reconocidas capacidades técnicas.
“Ya me pasó con (Nicholas) Walters cuando él perdió esa pelea por sobrepeso, pero fíjate que no me tumbó y me paré frente a frente pese a esa desventaja”, aseguró Marriaga.