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El basquetbolista barranquillero Jaime Echenique. Luis Felipe de la Hoz
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Jaime Echenique, con la mente puesta en la NBA

El pívot barranquillero, de 22 años, milita en el quinteto de Wichita State University en la NCAA. Comenzó jugando béisbol.

Jaime Echenique intimida tanto por su juego como por sus 2 metros y 12 centímetros de estatura. Nació el 27 de abril de 1997 en Barranquilla y desde hace tres años lucha incansablemente en el baloncesto universitario estadounidense para llegar a la cima: la NBA.

Hasta los 14 años, cuando su crecimiento no tenía freno y la ropa ya no le encajaba, Jaime dejó la almohadilla de la primera base y se decidió por la pelota naranja. Comenzar de cero no fue nada fácil, incluso el pívot del quinteto Wichita State University (NCAA) define sus primeros años como “malos”. 

“Yo practicaba béisbol en el Once de Noviembre. Jugaba de primera base y a veces de left field.  Pero cuando me cambié al colegio Pestalozzi y los horarios se me cruzaban, tuve que abandonar el béisbol. Al baloncesto entro luego de que en el colegio instalaran unos carteles como haciendo una selección. Yo estaba en sexto y Déiner Pineda, que en ese entonces era el entrenador, fue el que me impulsó. Al principio lo veía como un hobbie, no era bueno, era un desastre, pero con la estirada y al ver que marcaba diferencia y que los equipos comenzaban a referenciarme, lo tomo en serio. Era una especie de alero”, expresa el hijo de Lidis Salinas (El Piñón, Magdalena) , una chef, y de Jaime Echenique (Gamero, Bolívar), un conductor de una empresa de transportes.

Al terminar la escuela, a los 15 años, Jaime, quien había jugado para Trotamundos en su ciudad natal, acorrala en su mente la idea de viajar a los Estados Unidos para desarrollar su potencial. Es allí cuando Gianluca Bacci le extiende la mano para que aterrice en la Academia de la Montaña, en Medellín.

 “Me comunicaba con los entrenadores de todo el país, pero en ese momento no conocían mucho de mí. Gianluca Bacci me ayudó para llegar a Medellín con en el entrenador Hernán Darío Giraldo. Estuve tres meses, salieron ofertas, pero después me comunica con la escuela UBC de Bogotá. Allí me arman un plan, saco la visa y prácticamente comienza mi carrera. Como no podía ir a un High School, entro a un Junior College (en Texas). Allí hice dos años, me gradué en Artes Liberales. Muchas universidades se interesan por mí. Me decían: el otro año vuelvo por ti. Y lo hacían”.

Echenique jugando con Wichita State.

Llega a wichita state

Andrés Ibargüen y Yildon Mendoza, ambos jugadores samarios, fueron vitales para la llegada de Jaime a Wichita State. El barranquillero, que había representado al Magdalena a nivel nacional, se cruza con sus dos viejos amigos en Estados Unidos y deciden ingresar al Junior College. Allí muestran su nivel, pero toman caminos diferentes, y el de Jaime estuvo en Kansas.

“Me enamoré de la ciudad. Estudio sociología con un posgrado en negocio y sicología. Comencé este año, pero me homologan materias que son básicas. Tengo que completar 29 horas para graduarme, y ya falta poco. Gregg Marshall, mi entrenador, ha sido vital en mi proceso y en que mi adaptación y desarrollo haya sido rápido”.

Pese a que su talento es innato y escucha que sus condiciones se adaptan a la NBA, e incluso John Lucas, experimentado entrenador estadounidese lo llama el ‘Baby Duncan’ (por su parecido físico al exjugador de los Spurs), Jaime no se deja llevar por las emociones. Prefiero ir escalón por escalón.

“Soy una persona que va paso a paso. Es el método que me ha funcionado. Ahora quiero llegar a una buena sesión de verano y trabajar en mi juego, luego tener un buen año. Es mi ultima temporada como jugador universitario y se define si voy a Europa, a China o a la NBA. Si voy a ir al draft o voy a firmar con un equipo de la NBA. Es el año decisivo. Si se da, se da, si no, voy a trabajar duro para lograrlo. Soy consciente. No soy el único que quiere jugar en la NBA”.

Jaime calza 49 y a veces se le dificulta caminar en su propia casa. Luis Felipe de la Hoz

Es admirador de Tim Duncan y de LaMarcus Aldridge. “Duncan ha sido uno de los grandes que han tenido los Spurs de San Antonio. Y Aldridge es ahora el poste dominante y creo que es un referente. Siempre digo que ambos son mis jugadores preferidos. No elijo a uno solo, siempre a los dos”.

Jaime, pese a que no es su rol primario, le gusta anotar de a tres. “Si me entra la primera, sigo intentando. Si no entra, la pienso (risas). Con los dobles soy igual”, confiesa.

Si le tocara elegir un equipo para jugar, Jaime, sin titubeos responde que en los Spurs de San Antonio. Y cuando se le pregunta si LeBron o Jordan, piensa y elige a Michael, quien también tuvo pininos en el béisbol como él.

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