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Carlos Bacca recibió toda la solidaridad y apoyo de sus familiares y amigos más cercanos. Luis Rodríguez Lezama
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El último adiós a Eloísa Ahumada: fuerza, Bacca

Este martes fue sepultada la madre del futbolista en el Cementerio Municipal de Puerto Colombia.

-¿Qué le ha hecho mucha falta y no ha podido conseguir en Europa?

No era la comida ni el calor ni el mar de Puerto Colombia. La respuesta de Carlos Bacca ante la pregunta de EL HERALDO el pasado 10 de mayo, fue inmediata, sin rodeos, sin titubeos: “¡La familia! Mis viejos. Ya voy para año y medio sin verlos”.

Sus compromisos profesionales con el Villarreal de España y, sobre todo, la pandemia del coronavirus habían impedido que ‘Carlitos’ viera cara a cara, en carne propia, a Eloísa Ahumada y Gilberto Bacca durante tanto tiempo.

En el grupo de Whatsapp de la familia hay contacto permanente. Siempre una videollamada, un mensajito, un intercambio de fotos, pero no es lo mismo que tenerlos cerca y abrazarlos. “Los extraño”, dijo en la entrevista realizada días previos a la final de la Liga de Europa entre el ‘Submarino Amarillo’ y el Manchester United, que se disputó el miércoles 26 de marzo en Gdansk, Polonia.  

Después de coronarse campeón europeo por tercera ocasión en su carrera, Carlos Bacca, su esposa Shayira Santiago y sus hijos, Carlos Daniel y Karla Valentina, aterrizaron en Barranquilla en la noche del viernes pasado para reencontrarse con sus seres queridos y disfrutar de unas vacaciones en su tierra, junto a ellos.

Sin embargo, doña Eloísa se encontraba hospitalizada en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica San Martín, por complicaciones derivadas de la covid-19. Bacca la visitó ahí el sábado anterior y se puso a total disposición de los médicos para todo lo que se necesitara para sanarla.

El domingo la trasladaron a la Clínica General del Norte con la intención de empezar a someterla a unas terapias ECMO, pero lamentablemente su vida se apagó en la madrugada de este martes.  

Carlos Bacca en el cementerio Jardines de Paz, donde se realizó la velación.

Amable y humilde

Obviamente fue un golpe demasiado duro para el futbolista y para sus hermanos, Gilberto y Estherama, que tenían en doña Eloísa una inspiración, un ejemplo de lucha, de perseverancia, de amor, entrega, humildad y amabilidad.

Doña Eloísa correteaba a Bacca para que dejara el balón y agarrara los libros, pero después se dio cuenta del talento de su hijo y lo apoyó siempre a pesar de lo duro que resultaba para ella alejarse de él.

“Siempre me dolió mucho ver partir a Carlitos. La primera vez fue cuando estuvo en el Pony Fútbol, con la escuela de Toto Rubio, se lo llevaron a Medellín de 11 años, nunca nos habíamos separado y busqué todas las maneras posibles para ir, pero no conseguí los medios, eso me dio muy duro y cada vez que lo veía en la tele me ponía a llorar, me llenaba de orgullo verlo, pero me partía el alma tenerlo lejos. Y cuando se fue para Venezuela (a jugar en el Minervén) fue terrible, pero ajá era su futuro y había que apoyarlo”, comentó Eloísa en una entrevista con EL HERALDO en mayo de 2013.

“Cuando estaba en Junior, y le salió la oportunidad de irse a Bélgica, yo lo senté y le dije: ‘mijo’ vete y aprovecha esto que te está poniendo Dios en el camino, porque aquí no vas a avanzar más. Por dentro se me estaba partiendo el alma, pero sabía que era lo mejor para él”, agregó en esa oportunidad.

Este martes fue Bacca quien despidió a doña Eloísa. La misma a la que le llevaba un bombón, una chocolatina o una flor en el Día de la Madre cuando apenas era un chiquillo, la misma que lo regañó por empujar a Neymar en el partido que la selección Colombia le ganó 1-0 a Brasil, el 17 de junio de 2015, en la Copa América de Chile.

“Sentí rabia e impotencia, quería estar ahí para apartarlo y que no le pegaran porque de pronto le daban un mal golpe. Yo hubiera estado en el estadio y me hubiera quitado el tacón para pegarle a Neymar, y yo sé que muchas mujeres en el estadio me hubieran acompañado”, expresó entre risas Eloísa Ahumada en un diálogo con EL HERALDO al día siguiente del ‘célebre empujón’.

“Estaba molesta porque nunca le había visto esa actitud a Carlos en el juego. Yo le escribí y lo regañé porque no tenía que actuar así. Yo no me explico eso porque no se lo he enseñado” añadió.

El último adiós

Rodeado de sus familiares y amigos más cercanos, Carlos le dio el último adiós a su madre, que solo había recibido la primera dosis de la vacuna de Pfizer, el pasado 1 de mayo. Obviamente el futbolista porteño se encontraba bastante golpeado y afectado, pero sintiendo el apoyo y aliento de su esposa, sus hermanos, tíos, primos y amigos más cercanos.

Dos busetas de Puerto Colombia arribaron en la tarde de este martes al cementerio Jardines de Paz, donde se cumplió la velación y se ofició una misa antes del sepelio en el cementerio del municipio atlanticense.

El cortejo fúnebre partió desde allí, en el kilómetro 5 de la vía al mar, y recorrió algunas calles de Puerto hasta llegar al campo santo del pueblo.  

El utilero de Junior, Léider Frías, se hizo presente en Jardines de Paz. No se vieron jugadores, entrenadores o directivos de fútbol conocidos. La mayoría de los presentes eran familiares y amigos cercanos de doña Eloísa, que tenía encima una camiseta del Villarreal, el actual equipo de su desconsolado hijo al que solo resta decirle: fuerza, Bacca.

Eloísa Ahumada contemplando una imagen de su hijo menor, Carlos Bacca. Archivo EL HERALDO
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