Miguel ‘El Fercho’ o ‘Fosforito’ González Palacio es una de las glorias del fútbol samario que lucha por revivir este deporte en el Magdalena. Su amor por el balón y las canchas lo mantienen ligado a la formación de los nuevos talentos del balompié en Santa Marta.
Con su club, el cual lleva su nombre, se esmera por inculcarle a sus dirigidos el temperamento y la entrega dentro de un terreno de juego. Para El Fercho, la garra samaria se ha ido perdiendo, por lo que, desde su cargo como entrenador se ha dado a la tarea de rescatarla.
“Trato de la mejor manera de transmitirle a los niños y jóvenes, los conocimientos que adquirí como futbolista profesional y de las enseñanzas que me dieron cada uno de los entrenadores que tuve. Esta es una faceta de mi vida que disfruto de la mejor manera, ya que el fútbol es mi pasión y con el que he salido adelante con mi familia”, expresó.
Miguel ‘El Fercho’ o ‘Fosforito’ González Palacio es una de las glorias del fútbol samario, que lucha por revivir este deporte.
Agregó que “no me gusta perder, por eso más de uno dice que soy temperamental, pero no es eso, me gusta que los pequeños sean ganadores desde que inician”.
A sus 52 años, manifiesta que no se la sabe toda en este deporte a pesar de haber jugado durante muchos años, por lo que, siempre busca estar actualizado de los nuevos modelos tácticos. “Es un proceso en el que uno va aprendido cada día y eso debe seguir su marcha al pasarlos a los integrantes del Club Miguel González Palacio”, indicó el exfutbolista pescaitero.
El presente de la Selección Colombia es otros de los puntos de referencia que toma Fosforito para su proceso de enseñanza. “Es un orgullo para todos los que vienen haciendo esa gamada de muchachos y eso ha generado un gran entusiasmo entre los nuevos talentos, por lo que, los ánimos para que luchen por sus sueños y puedan llegar muy lejos en esta linda carrera”, sostuvo.
Carrera futbolística
Inició en la Escuela Infantil de Caballito Atencio, donde aprendió a darle los primeros toques al balón. Allí, tuvo la oportunidad de compartir con pequeños que poco tiempo después lograron ser grandes en el balompié como Anthony ‘El Pipa’ de Ávila, Didí Alex Valderrama, Alberto Gamero, Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, entre otros.
Posteriormente pasó al Deportivo Los Pipos, equipo en el cual mostró condiciones como defensor central. Luego llegó al Club Independiente y no demoró mucho tiempo, ya que recibió el llamado del profesor Héctor Chalares para integrar la Escuela de Fútbol del Magdalena. A los 15 años debutó en la primera categoría con la mencionada escuadra.
Su sacrificio y entrega le permitieron integrar la Selección Juvenil del Magdalena, afrontando el Campeonato Nacional en Popayán, lo reclutó el técnico yugoslavo Blagoje Vidinic, quien lo convocó a la Selección Colombia de la categoría para participar en el Torneo Suramericano que se efectuó en Paysandú, Uruguay.
En su primera experiencia con el combinado tricolor, el cual se cumplió en 1979, pasó de ser defensor a volante, y compartió camerino con Sergio ‘Checho’ Ángulo, Didí Alex Valderrama Víctor Luna, Jorge Porras y Guillermo Serrano.
En 1980, llegó al equipo de reservas del Atlético Junior por solicitud del entrenador Carlos ‘Papi’ Peña. Entrenó con la escuadra profesional y se curtió con jugadores como Óscar Bolaño, Dulio Miranda, Gabriel Berdugo, Rafael Reyes, Toto Rubio, Juan Carlos Delménico, Miguel Ángel Convertí y demás figuras.
“Fue una experiencia maravillosa para mi vida como futbolista, con 17 años y jugar con estos consagrados jugadores me llenó de fortaleza y entusiasmo para seguir luchando”, expresó González Palacio.
Llegó al Unión Magdalena en 1981, bajo la batuta de Perfecto Rodríguez debutó en el fútbol profesional colombiano. Su primer juego lo cumplió ante el Junior en el estadio Romelio Martínez de Barranquilla. “Un momento indescriptible, el cual me sirvió para despegar en el fútbol”, indicó.
Miguel González se esmera por inculcarle a sus dirigidos el temperamento y la entrega dentro de un terreno de juego.
En el 1985 pasó al Atlético Bucaramanga, donde actuó durante dos años. Seguidamente llegó a las filas del Deportivo Independiente Medellín, equipo con el que tuvo la oportunidad de llegar hasta las instancias finales del rentado nacional.
Los problemas económicos del onceno paisa generaron que lo cedieran a préstamo al Cúcuta Deportivo. Su carrera en el fútbol colombiano la terminó en el Sporting de Barranquilla en 1989.
Estrella en Venezuela
Cuando pensaba colgar los guayos, recibió el llamado del Anzoátegui Fútbol Club, escuadra recién ascendida en la Liga de Venezuela. “Fui con las manos abajo pero con las ganas de demostrar mi talento. Encontré un excelente grupo, integrado por jóvenes y el extranjero que estaba era Pablo ‘Yico’ Valderrama, con quien hice buena pareja para sacar adelante el equipo”, agregó.
En el primer año en el rentado venezolano logró salir campeón, lo que le permitió colmar las expectativas de los directivos y afición. Posteriormente recomendó a Didí Alex Valderrama y Pedro ‘La Zorra’ Brito, con quienes logró reforzar la escuadra y obtener dos títulos más.
Su popularidad creció en el vecino país y fue contratado por el Caracas Fútbol Club, donde consiguió tres estrellas más y le permitió jugar en dos oportunidades la Copa Libertadores de América.
“Vivo agradecido de los venezolanos, quienes me abrieron las puertas y me dieron la confianza para jugar mi fútbol. Hasta me nacionalizaron e hicieron que cantará en varias ocasiones el himno de ese país”, dijo Miguel Palacio.