“Con mi debut me eché al bolsillo a la hinchada del Junior”
El exdelantero, oriundo de Palmira (Valle), se puso la camiseta del cuadro Tiburón en el 2002 • Salazar es el jugador de Junior que logró un doblete más tempranero en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez por torneos cortos • Ahora tiene su propia escuela de fútbol.
En sus hombros carga el peso de ser el jugador con más equipos en el fútbol colombiano. Las 13 camisetas que lució lo llenan de orgullo y, aunque hace cinco años colgó los guayos, asegura que aún podía dar más de lo que dio. Néstor Salazar aterrizó en Barranquilla en 2002 para ponerse la rojiblanca del Junior. El delantero oriundo de Palmira solo estuvo un semestre en donde convirtió cinco goles y fue dirigido por Dulio Miranda y Julio Avelino Comesaña.
Salazar se emociona cuando contesta su teléfono y le dicen que le hablan desde Barranquilla. “¡Oh, un saludo para toda la gente de ‘Quilla’ la bella!”, exclama el exjugador, que además del Junior jugó en el Cali, Cortuluá, América, Nacional, Centauros, Pereira, Quindío, Chicó, Pasto, Real Cartagena, Santa Fe e Itagüí.
Néstor Salazar es el jugador del Junior que logró un doblete más tempranero en el Metropolitano por torneos cortos.
¿Qué hay de la vida de Néstor Salazar?
Después de mi retiro del fútbol creé mi academia de fútbol y trabajo con ella aquí en Palmara. Hace cinco años que comencé con este proyecto y en estos momentos soy filial del Deportivo Cali, viendo qué calidad de jugadores hay acá en el Valle del Cauca.
¿Qué fue lo más bonito que le dejó el fútbol?
Las experiencias que uno vive en los camerinos, los viajes, las culturas de cada ciudad. Estuve en las ciudades más grandes de Colombia. Conseguí grandes amigos.
¿De esas vivencias en los camerinos cuál es la que no olvida?
Sucedió algo muy curioso en 2002. En Villavicencio, después de un partido, llegamos al camerino y no encontramos los bolsos, todo se había desaparecido.
¿De los equipos en los que estuvo cuál es el que más recuerda?
Lo que hice con América y con Nacional, esos fueron años muy buenos para mí, en donde marqué muchísimos goles.
¿Cómo cataloga su paso por el Junior?
Fue algo pasajero. Solo fue un semestre, cinco o seis meses. A Junior llegué después de haber estado en Nacional. Me tocó ponerme bien físicamente, en 11 partidos logré marcar seis o siete goles. Creo que es un buen balance. De Junior me fui a Argentina.
¿Cómo fue esa época en Junior?
Llegué con Dulio Miranda. Él dirigió al equipo como dos meses, pero los resultados no se dieron. Luego llegó Comesaña. Mi debut con Junior nunca se me olvida. Marqué tres goles que nos sirvieron para ganarle 3-1 al Once Caldas. Ese es el partido que más recuerdo.
¿Cómo fueron esos tres goles?
El primero fue un centro por derecha, aparecí en el segundo palo y definí. El segundo fue un penal que me hicieron, lo cobré yo mismo. Y el tercero lo pronostiqué. Cuando se acabó el primer tiempo y estábamos en el camerino le dije a Eudalio que iba a hacer el tercero y que era gracias a un pase de él. Así se dio.
¿Qué se queda en la memoria de Néstor Salazar en su paso por Junior?
En Barranquilla el fútbol es pasión, desde que están en el camerino sientes esa alegría del hincha costeño. Recuerdo mucho a Ciciliano, había un grupo muy bueno. Arzuaga estaba saliendo. Los entrenamientos eran muy alegres.
¿Cómo evalúa su paso por Junior?
Positivo. Llegué con poco estado físico, pero luego me acoplé. Pero me hubiese gustado volver. Creo que me fue bien. Como delantero te catalogan por los goles y marqué 7 en 11 partidos, creo que es una buena cifra. La huella que yo dejé en el Junior fue ser buen amigo, siempre era el primero en llegar a los entrenamientos.
¿Cuál es el gol que más recuerda con Junior?
Hubo uno muy bonito con el que le ganamos 1-0 a Millonarios en Barranquilla. Fue un partido muy duro, yo marqué a los 88 minutos.
¿Qué era lo mejor que tenía el Junior que usted integró?
Teníamos unos jugadores que cualquier equipo quisiera tener. Era un gran grupo, pero sobre todo éramos amigos. A todo el que le daban la oportunidad lo hacía bien. Yo hablaba con todos los compañeros, como jugador veterano siempre les daba la mano a los pelaos que estaban saliendo. Me la llevé muy bien con Arzuaga, especialmente.
¿Algo curioso que recuerde del Junior?
A las 5:30 de la mañana pasaba el bus por nosotros y a las seis ya estábamos en la sede. A las 8:30 ya estábamos todos en la casa.
¿Qué representa el Junior para usted?
Es un equipo grande de Colombia, que tiene historia y siempre debe estar en los primeros lugares.
¿Cómo lo trató la hinchada barranquillera?
A mí en Barranquilla me trataron muy bien. La gente me veía y me decía: ‘eche, ¿cuándo vas a jugar?, pilas, te estamos esperando’. Pero con mi debut me eché al bolsillo a la hinchada del Junior.
¿Qué cree que le hizo falta conseguir en el fútbol?
Si yo estuviese jugando en esta época estuviese en el fútbol del extranjero. Me faltaron más empresarios y televisión. Ahora uno ve un muchacho que hace cinco goles y de una se va para Italia, Francia o cualquier país de Europa. Yo en el año 1998 hice casi 20 goles con el Tuluá, en 2000 hice 27, en 2001 hice 14 con Nacional y lo mucho que me salió fue irme para Japón. Esa oferta no la tomé porque me estaban convocando para la Selección Colombia.
¿Hoy en día si estuviese activo en que equipo se imaginaría jugando en el extranjero?
Por mi picardía en el frente de ataque, el fútbol inglés hubiese sido bueno para mí. Siempre me gustó el Liverpool. En Francia también me hubiese adaptado.
¿Cuál cree que fue el equipo donde mejor rindió?
Soy un agradecido de la cantera del Cali, pero si tengo que darle las gracias a un club ese debe ser el Cortuluá, ese fue el club que me dio la confianza y de ahí pasé al equipo de mis amores, el América de Cali.
¿Qué otra cosa cree que le quedó pendiente en el fútbol?
Creo que había podido dar más de lo que di. Pero me quedo contento con lo que hice, dejé una buena imagen en cada uno de los equipos en los que estuve.
¿Cómo ve el presente del fútbol colombiano?
No veo el fútbol colombiano. Está muy quedado. No voy al estadio porque no me gusta. Ya no se ve el fútbol bonito de antes, ese jugador con ambición, ese delantero diferente que marque diferencia. La verdad no me motiva ver el fútbol colombiano hoy en día, es muy aburrido.
