A falta quizás de una pincelada del medio hacia arriba, el dibujo del Junior 2011 parece estar completo. El triple reto de la Copa Libertadores y los torneos locales se afrontará con una nómina remozada, en la que sobresale la completa renovación de 7 puestos del medio hacia abajo.
Con excepción de lo que puedan hacer García y Fawcett, y a la espera de lo que resulte de la gira que se emprende por el Valle del Cauca; arquero, cuarteto posterior y primera línea de volantes serían ocupadas por recién llegados. Van quedando entonces apenas 3 o 4 titulares del equipo que hace 7 meses se coronó campeón, dato que después de lo que pasó en el semestre pasado no debe sorprender a nadie.
Estamos hablando entonces de un equipo nuevo. Si bien los refuerzos son jugadores experimentados, conocedores del medio y de lo que el técnico pretende, es lógico suponer que se requerirá un tiempo de ajuste prudencial mientras se sincronizan movimientos y se aflojan las piernas.
En buena hora se inició temprano la pretemporada, y la esperanza es que los amistosos que vienen sirvan precisamente para soltar músculos y recuperar la memoria de la bola en los pies. Porque aunque se trate de equipo nuevo, el Junior 2011 tiene la enormísima responsabilidad de afrontar muy pronto el inicio de la Copa Libertadores, certamen del que aún nos duele la espina que nos dejó el Racing de Uruguay hace apenas un año.
Y si recordamos bien, esa espina se atragantó con un equipo que conservó la base del 2009, lo que en el papel permitía suponer una más rápida puesta a punto, misma que llegó después cuando ya veíamos la Libertadores por televisión.
Ergo, este equipo nuevo tiene el viejo afán de producir resultados pronto. Ni la institución ni la hinchada aguantamos otro papelón, y con toda seguridad las afugias que se viven en la oficina se calmarán en la medida en que se avance en la Libertadores.
Por eso, vuelve y se aplaude el haberse llevado el equipo lejos por unos días, de manera que cuerpo técnico y jugadores puedan concentrarse en encontrar pronto el tono necesario sin las distracciones del precarnaval. Es menester decir que las cosas, hasta ahora, se están haciendo bien; y que por ello nos asiste el derecho a la esperanza y el deber del respaldo. Llegará el pitazo inicial y veremos.
Postdata: De Viera esperamos que sea un ‘arquero modelo’, no un ‘modelo de arquero’. Niñas...déjenlo quieto...
Por Alfredo Sabbagh
