Las mejores historias son compartidas en el Festival Gabo

Se dio inicio a la quinta edición del Festival Gabo, un evento que celebra las mejores historias de Iberoamérica. En el Orquideorama del Jardín Botánico de Medellín la jornada comenzó con la historia de cómo se realizaron los trabajos finalistas de las distintas categorías de la premiación: innovación, imagen, texto y cobertura.

Los encargados de abrir la agenda fueron los finalistas de la categoría innovación. Florencia Coelho de Argentina, Germán Andino de México y la colombiana María Cristina Castro conversaron con la brasileña Daniela Pinheiro, miembro del jurado de la tercera ronda del premio sobre cómo fue la elaboración de sus trabajos.

El trabajo de María Cristina Castro se llama Agua bendita, sobre el que contó que el primer gran impacto que tuvo a la hora de iniciar el proyecto fue que le dieran 20 páginas a un tema como el agua. Además, dijo que “en el periodismo colombiano han salido historias que por muchos años no retratamos”.

Por su parte, Germán Andino, finalista con El hábito de la mordaza, explicó que trabajó tres años en la historia haciendo la reportería y que había algunas cosas que no podía contar, a la vez que algunos de los actores del relato iban muriendo. Además, manifestó que “el cómic es un género que ha sido menospreciado pero que a la vez es muy potente”.

Por último, Florencia Cohelo, quien hace parte del equipo de datos de La Nación, comentó cómo fue el proceso de Dos años de análisis de las escuchas de Nisman. Para este trabajo clasificaron 40 mil audios de escuchas de la policía en el caso Nisman. “Fue un trabajo colaborativo entre la tecnología y la comunidad. Nos ayudaban estudiantes universitarios", manifestó Cohelo, quien agregó que si hay una causa que mueve no hay nada imposible y que hay que pensar en equipo.

Seguido se presentaron los finalistas de la categoría Imagen: Consuelo Morales y Daniela Pastrana de México, Javier Bauluz de España y Mauricio Monteiro de Brasil quienes conversaron con la colombiana Ana Cristina Navarro, jurado de la tercera ronda del Premio Gabo.

Buscadores en un país de desaparecidos, es el trabajo de la red mexicana Periodistas de a pie que está integrado por 12 presentaciones de series documentales con familias de desaparecidos. Consuelo Morales explicó que “denunciamos que había un estado ausente y cómplice en varias regiones de México”, a la vez que Daniela Pastrana precisó que en la serie intentaban explicar la falta de voluntad del Estado por hallar a los desaparecidos.

Seguido Mauricio Monteiro, de Canal Brasil habló sobre su documental Hombres de bien.  Estableció que “Brasilia bien retratada es una película de horror. Es mérito del camarógrafo que logra que se vea cálida”. Para este trabajo se hizo un crowfounding en el que más de mil 200 personas invirtieron para que se produjera el documental. También dijo que el equipo tuvo que hacer una serie de cambios en el producto final para que fuese comprensible en el exterior.

Al final llegó el turno de Javier Bauluz que presentó su trabajo Buscando refugio para mis hijos. Bauluz comenzó por relatar que acompañó a los refugiados durante 10 semanas entre un primer viaje caminando y la estadía en Grecia. “Estábamos cruzando Europa y curiosamente eran las familias con las que viajé las que me protegían”, manifestó y añadió que en ese proceso no habría logística. “Iba con mochila, portátil y ya. Comía donde podía con poco dinero y mucha voluntad”.

Después se presentaron los tres finalistas que compiten en la categoría texto: Alberto Arce de España junto a Rodrigo Abd, Consuelo Dieguez de Brasil y Carlos Manuel Álvarez de Cuba, que vino en representación del periodista Jorge Carrazo, autor de la historia. Ellos conversaron con Mónica González, parte del jurado de la tercera ronda del certamen.

Rodrigo Abd comentó que querían contar la historia de Venezuela, que considera “un país muy grande para dividirlo entre buenos y malos”. Alberto Arce adicionó que ellos están convencidos de que el periodismo no es salir a contar lo que ya saben. Su trabajo, llamado Los nuevos piratas del Caribe, fue hecho con persistencia y espera. Sus autores reiteraron que hay que tener paciencia, puesto que la historia no está hecha tan solo con salir de casa. “Trabajamos durante 14 días y solo hasta el día 12 entendimos qué teníamos”, precisó Arce.

Luego Consuelo Dieguez presentó A onda, un reportaje en el que retrató la tragedia ambiental minera más grande que sufrió Brasil en 2015. “Las personas no sabían del riesgo que había, no existía ni una sirena que les avisara que algo podía pasar”, dijo la autora. Además, manifestó que aún no han hecho ningún juicio por el caso y que incluso la justicia suspendió la investigación por falta de pruebas.

Para terminar el editor de la revista cubana El estornudo, Carlos Manuel Álvarez, habló del trabajo de uno de los periodistas de su medio que escribió Historia de una paria, texto finalista en los premios. El trabajo es un perfil del travesti más legendario de La Habana, que decidieron hacer porque el personaje estaba distorsionado y mal contado. “El mérito de Jorge Carrasco fue sumergirse en la historia y perfilar muy bien al personaje”, estableció Álvarez.

Finalmente, los tres trabajos finalistas de la categoría cobertura hablaron acerca de los hechos noticiosos a los que le hicieron seguimiento, estuvieron Hugo Mario Cárdenas de Colombia, Martin Rodríguez de Guatemala y Mary Triny Zea conversando con la mexicana Marcela Turati, integrante del jurado que evaluó las propuestas.

Comenzó Hugo Mario Cárdenas de El País de Cali contando que su trabajo El mapa de la muerte: 15 años de homicidios en Cali, era el primer acercamiento del medio con el periodismo de datos.  “No teníamos experiencia en periodismo de datos pero si ganas. Nos convencimos de que podíamos hacerlo bien”, explicó. Gracias a su trabajo las políticas públicas de Cali cambiaron y se pudieron prevenir muchas muertes. Una de las cosas que tuvieron que hacer para estructurar la radiografía que presentaron fue buscar en las cifras no oficiales el número de homicidios que ocurrían en la ciudad, pues uno de los puntos que identificaron fue que desde la oficialidad las cifras eran reducidas.

Por otro lado, la panameña Mary Triny Zea relató las dificultades que se encontró para emprender su investigación Dudosa filantropía desde la Asamblea Nacional. En la reportería encontró que cerca de 15 diputados desviaban fondos para ONG’s y ligas deportivas. Además, dijo que al principio notó cierta reacción negativa por parte de sus mismos colegas. “Algunas veces es más cómodo hacer periodismo desde las declaraciones y ser amigo de las fuentes”, agregó.

Para cerrar Martín Rodríguez contó cómo un 8 de marzo que parecía que iba a ser un buen día, en el cual pocos periodistas de su medio Nómada no estaban trabajando provocó que reaccionaran inmediatamente ante un hecho atroz, el caso de unas niñas que fueron quemadas y posteriormente quemadas. En Cómo agentes del Estado participaron en la quema de 41 niñas le hicieron seguimiento durante 17 días al hecho con el objeto de que no quedara en la impunidad. “La fiscalía fue corroborando cada una de las historias que publicamos para que no quede en la impunidad”, manifestó.

La maratón de las mejores historias de Iberoamérica se realizó durante la primera mañana del festival. El viernes serán revelados los ganadores de cada una de las categorías, quienes recibirán un premio por 33 millones de pesos, un diploma que los acredita como ganadores y un ejemplar de la obra Gabriel del artista colombiano Antonio Caro. A su vez, cada finalista es merecedor de 6 millones de pesos.