¿Debe realizarse el Carnaval 2021? Hacedores dan su opinión
Disfraces, directores de danzas y comparsas, reyes momos y proveedores del espectáculo plantean sus posiciones frente a la realización de la Fiesta.
El 22 de febrero en Barranquilla tuvo lugar la fiesta más importante de Colombia. A pesar del creciente temor que empezaba a sentirse entre los habitantes de la ciudad por la propagación del Covid-19 en el mundo, el Carnaval 2020 se llevó a cabo sin contratiempos.
El 6 de marzo, 13 días después del Sábado de Carnaval, el Ministerio de Salud confirmó el primer caso de Covid en Colombia en una joven de 19 años proveniente de Milán. Desde ese momento el crecimiento de los contagios fue exponencial, tanto que al cierre de esta edición había 489.122 casos confirmados en el país, 15.619 fallecidos y 312.323 recuperados.
Existe un panorama incierto sobre la realización del evento en 2021 debido a que entre los lineamientos inamovibles del Gobierno y la mayoría de países en el Mundo, para la mitigación del virus es necesario el distanciamiento social y por consiguiente la cancelación de eventos masivos. Sin embargo, para quienes trabajan todo el año en hacer posible el Carnaval de Barranquilla es más que un simple evento. Es un conjunto de manifestaciones en las que converge el quehacer Caribe. “Un espacio antropológico” en el que el ser humano se desprende de sus penas para recargarse de nuevas energías, y por supuesto, de vida.
Pero no se trata solamente de que el Carnaval sea Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad —declarado en 2003. La celebración movió en 2019 entre el sábado de la Batalla de Flores y el martes de la Muerte de Joselito, 405 mil millones de pesos, según datos entregados por Carnaval de Barranquilla S.A.S.
Hoteles, palcos, minipalcos y silleteros, almacenes textiles, aerolíneas, licoreras, empresas publicitarias, agencias de sonido y productores, marcas, cadenas de audiovisuales, dulcerías, distribuidores de agua, almacenes de bisutería, empresas de sublimado, estampados, impresión digital, discotecas, restaurantes, ventas de licor, ventas ambulantes, peluquerías, centros de maquillaje, entre muchos otros son los sectores que se benefician de la realización de esta fiesta, explica Angélica Ortega, directora artística de la comparsa de fantasía Dacaná.
Para Carnaval S.A.S., la institución dirigida por Carla Celia, en las circunstancias actuales es prematuro aún hablar de celebración y del Carnaval de Barranquilla.
“Se tomarán decisiones de acuerdo con las condiciones sanitarias, decisiones que no sean riesgosas ni para los hacedores del Carnaval ni para los barranquilleros que lo disfrutamos. La prioridad es la preservación de la salud y de la vida. Así lo ha manifestado el alcalde Jaime Pumarejo”, explica la entidad.
Para Mónica Lindo, coreógrafa y hacedora del Carnaval de Barranquilla, esta fiesta ha sido históricamente un espacio en el que “la sociedad se transforma y se sublima contra el sufrimiento y las condiciones adversas para recargarse de esperanza, positivismo y seguir asumiendo la realidad de una cotidianidad”.
“El decidir si debe hacerse o no el Carnaval, dependerá de lo que cada uno entiende y espera de él. Pienso que el del 2021 nos mostraría una forma distinta de vivirlo en el marco del respeto por las diferencias, de la reflexión verdadera por lo patrimonial, del cuidado de sí mismos y de los otros hasta que a futuro todo se normalice”.
Carlos Sojo, hacedor con 40 años de experiencia en esta fiesta, explica que el Carnaval “jamás se ha dejado de hacer como hecho popular” y recalca que “hay que ser responsables con la ciudad y sus habitantes, pero también con el compromiso con la tradición y con la Unesco”.
“No se dejó de hacer en las Guerras Mundiales, la Peste española, el accidente aéreo del Tablazo —dónde falleció gente de Barranquilla un Sábado de Carnaval—, el desastre del Sur del Atlántico. Es bueno recordar que el evento más conocido de la Fiesta, la Batalla de Flores, surge como respuesta a un tema doloroso: la Guerra de los Mil Días”.
Para Lindo, independientemente de las decisiones que tomen las autoridades sobre si debe o no realizarse la fiesta dice que, finalmente, el Carnaval es como la vida y cada quien “decide si disfrutarla, sufrirla, ignorar lo que en ella pase o dejar que otros la vivan a su manera”.
A continuación, varios hacedores del Carnaval expresan sus argumentos a favor y en contra sobre la realización de la fiesta en 2021.
“Nosotros los hacedores no somos quien para decidir, eso se lo dejamos al Gobierno Nacional. Si se logra desarrollar una vacuna pienso que puede haber Carnaval, pero sin vacuna no hay Carnaval. Para nosotros es difícil, yo promocioné en mi reinado las artesanías y desde muy joven había sido testigo de cómo las ventas de máscaras se disparan en el taller de Galapa durante el precarnaval. Cada año me visitan periodistas de Europa, de África y de Norteamérica para conocer este proceso y me compran souvenirs, viene gente de todas partes al taller para llevarse las máscaras. Por primera vez nos sentimos muy afectados. Esto golpea nuestra economía, pero ¿qué podemos hacer?
Por ahora solo cuidar nuestra salud”.
“Pienso que en estos momentos es apresurado hablar sobre la realización del Carnaval 2021. Somos Patrimonio de la Humanidad y es cierto que hasta ahora han empezado a reactivarse sectores de la economía e incluso algunas actividades. Sin embargo, todavía no existe una seguridad de no contagio en una fecha tan próxima y de que se puedan realizar estos eventos de forma segura. Hasta que no exista una vacuna no creo que sea seguro que se realice el evento el año entrante”.
“Con más razón debe hacerse el Carnaval. El Carnaval es alegría, es esperanza, es vida. Después de todo este proceso hay que recuperarse no nos vamos a quedar en velorio ni llorando. El Carnaval es una fuerza en este país que mueve toda una economía al mismo tiempo, vendedores informales, artesanos, sector hotelero, restaurantes, bares, aerolíneas, almacenes grandes y pequeños. Fundicarnaval apoya el 100% que se realice el Carnaval con todas sus dimensiones. Virtual no funciona ¿qué economía va a moverse virtualmente?”.
“Hoy no es posible decir que se puede o que no porque la decisión definitiva depende del tema vacunas, comportamiento de la enfermedad y las determinaciones del Gobierno Nacional y local. Hay que ser prudentes porque hay vidas de por medio, pero también hay personas cuyo modo de vida depende en alto porcentaje de las actividades que se derivan del Carnaval (…) Propondría hacerlo por partes durante el primer semestre, eventos académicos no masivos, otros presenciales dónde las condiciones lo permitan. En una segunda etapa con actividades en sitio fijo y hasta un desfile nocturno tipo Guacherna y, si es posible, a mitad de año hacer los desfiles sábado, domingo y lunes en uno de los puentes. La situación económica aún no da para que los grupos salgan en dos ocasiones. Sería un Carnaval sin monarquía porque es difícil que alguna familia se decida a gastar en una reina para que sea conocida como la reina de la pandemia”.
“Sabemos que la fiesta es una manifestación que mueve la economía, pero en estos momentos afrontamos un problema social al que hay que buscarle solución porque la crisis después de la pandemia puede estallar. El Carnaval es una solución si hay las condiciones médicas y la vacuna. Desde la virtualidad se pueden crear espacios de reflexión académica. No olvidemos que somos Patrimonio de la Humanidad y tenemos un plan de salvaguardia. En mi caso particular me es imposible participar presencialmente en la agrupación del Colegio Marco Fidel Súarez Garabato jóvenes y niños. Las directivas y los padres se oponen por cuestiones lógicas, pero podemos seguir educando sobre nuestra danza. Como actor y Organizador del encuentro de Comedias del Carnaval este se puede realizar en alternancia virtual y presencial, pues los grupos no son numerosos y se realizaría con poco público teniendo todas las medidas. Este es un evento que reúne familias y nunca se ha permitido el licor. El Carnaval 2021 presencial y sin vacuna es un peligro total”.
“Sí debe hacerse el Carnaval de Barranquilla porque no solo le pertenece a la ciudad, le pertenece al país y al mundo. No debe verse solamente como una actividad de esparcimiento; es toda una manifestación cultural que vendría bien para la salud mental de todo un pueblo. Cuando el covid empiece a ceder deberá estar reglamentado y reconsiderado para proteger al público y a los actores. Algunos de los eventos deberán ser modificados (los que concentren asistencia masiva). Debemos revisar el impacto en audiencia de los diferentes eventos televisados y sabremos lo importante de no cancelar este magno evento. La tecnología permite difundir de manera segura los aspectos más relevantes del Carnaval manteniendo viva la tradición y las costumbres. En lo que respecta a lo económico genera importantes ingresos en todos los segmentos. En la fase final de la enfermedad es muy importante echar andar la economía ya bastante maltrecha por la pandemia”.
“En esta fecha consiguen empleo las costureras, zapateros, maquilladores, decoradores de carroza, orquestas, papayeras, grupos de millo, personal de logística, acróbatas, actores, gimnastas, dueños de tráiler y carros para sonido, contratación de los buses, alquiler de salones sociales, entre otros. Pero hoy nuestro escenario cambio. Como directora de una de las agrupaciones afectadas económicamente por no tener la plaza artística para laborar y porque fui una de las victimas del covid-19, digo que es necesario que este Carnaval sea diferente. Es necesario cambiar el formato, así esto implique que los desfiles y presentaciones en escenario estático sean presentados en una fecha posterior a las establecidas. El Carnaval no es solo una celebración: es también el sustento económico de muchas familias, pero lo primero es la vida. Podemos pensar en un Carnaval en las plataformas virtuales en el que mostremos en febrero un esplendor pedagógico, didáctico y artístico para conservar la tradición de los 40 días antes de Semana Santa sin poner en riesgo la salud de los artistas y bajo un régimen de bioseguridad estricto que no esté abierto al público. A su vez debemos trabajar en una programación presencial para que sea presentada en junio, julio o agosto del 2021. Pensar en desfiles y palcos en febrero significa volver al contagio masivo”.
“Para Barranquilla es importante la realización por la parte económica, la generación de empleo y el emprendimiento en general. Si en febrero están dadas las condiciones pienso que sí se puede llevar a cabo el Carnaval, pero depende del tema de salud y de si hay una vacuna. En Europa se están llevando a cabo actividades deportivas, incluso conciertos. Si los contagios, llegada la fecha han disminuido, sí es factible; si no, se puede aplazar para que prime la seguridad y la salud. La pandemia va a permanecer por mucho tiempo entre nosotros. No nos podemos quedar con los brazos cruzados a esperar que esto fracturé cada día más nuestra economía, la de nuestra ciudad y de nuestro país”.
