El Heraldo
La minería ilegal y los agroquímicos son algunos de los contaminantes en las aguas de los ríos.
Córdoba

Metales pesados están envenenando los peces del río Cauca

Un reciente estudio científico descubrió la acumulación de elementos potencialmente tóxicos en peces como el bagre y el bocachico, sustancias que afectan su apariencia física y también su comportamiento.

Laceraciones, coloración amarilla y nado errático son algunas de las características que presentan los peces tipo bocachico y bagre en el río Cauca, dos ejemplares predilectos en la dieta de las comunidades ribereñas, que sufren alteraciones físicas y comportamentales por causa de la acumulación de mercurio, arsénico entre otros metales pesados altamente tóxicos.

La situación fue puesta en conocimiento luego de un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad de Córdoba, que permitió descubrir la acumulación de sustancias potencialmente tóxicas en los peces del río Cauca, que vierte sus aguas en el río Magdalena, y actualmente se filtra hasta la ciénaga de Ayapel, por causa del boquete de Cara ’e Gato, a la altura del municipio de San Jacinto del Cauca, Bolívar.

Si bien las muestras fueron tomadas en los ríos Cauca y Nechí, la situación contaminante también se presenta en otros afluentes de importancia como el río Atrato, el Magdalena, la Amazonía, el San Jorge e incluso en el río Sinú, quizás en este último con una menor incidencia.

La Universidad de Córdoba informó que miles de peses están muriendo a raíz de los metales pesados que se encuentran en el río Cauca.

Actividades como la minería ilegal, el uso de agroquímicos, la industrialización, el mal uso del suelo, la erosión e incluso el vertimiento de aguas residuales son algunas de las principales causas de la contaminación en los lechos y las aguas de los ríos.

Los investigadores indican que este tipo de peces tiene hasta cinco veces mayor concentración de mercurio de lo que permite la Organización Mundial de la Salud, OMS, por lo que al ser ingerido podría causar dolencias en los seres humanos como malformaciones, y enfermedades degenerativas.

Aunque la investigación detectó la acumulación de metales pesados en el hígado y músculos de los peces, también llama la atención, pues muchas de las aguas de los afluentes en mención son utilizadas para labores de riego y la ganadería lo que extendería la contaminación a otras actividades productivas.

Víctor Atencio, investigador y director del Departamento de Ciencias Acuícolas, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Cinpic, de la Universidad de Córdoba, fue uno de los encargados de la labor científica, junto con el también científico José Luis Marrugo Negrete, director del Laboratorio de Toxicología de la misma institución de educación superior.

“Notamos que son valores tóxicos para la vida acuática y principalmente para los peces, esos metales se bioacumulan, y causan lesiones en el hígado y el músculo, también ocasionan enfermedades y en algunos casos la muerte. Un pez no puede  tener más de 0.5 miligramos de mercurio, es decir 500 microgramos por kilogramo de peso, porque a partir de ese momento comienzan a afectar la salud humana”, indicó.

El científico sostuvo que no es que se deba dejar de consumir la carne de pescado, pero sostuvo que se debe regular.

“No es que se tenga que dejar de comer pescado, es regular el consumo del pescado y evitarlo en mujeres embarazadas y en niños, porque hay un problema de salud pública, porque se están consumiendo esos metales que se transfieren por la cadena trófica que es la cadena de alimentación”, indicó.

Los elementos como el mercurio, arsénico, plomo, cadmio, y hierro se llaman metales pesados porque tienen una densidad ocho veces mayor que la del agua y no es común encontrarlos en las columnas de agua.

“Cuando se detectan en los ríos es porque está pasando algún tipo de contaminación, por ejemplo, se trata de metales que generalmente están en la corteza terrestre, pero cuando se hace minería se remueve la tierra y se liberan; mientras que en el caso del mercurio, es porque es una sustancias que se utiliza para extraer el oro”, explicó.

Pero no solo la minería irresponsable genera contaminantes, también se ha notado la presencia de otros químicos como el cadmio, que es un elemento presente en los fertilizantes utilizados para los cultivos.

“El cadmio también es un compuesto importante de los fertilizantes entonces el pico en el río Cauca está asociado a la actividad agrícola, es una mezcla que tiene que ver con la actividad productiva, con la minería y la agricultura. Esto es dañino tanto para la vida acuática como para los humanos”, aseguró.

La deforestación sigue siendo un problema no solo por el riesgo de inundaciones, o por la estética de los ecosistemas, pues según los científicos este tipo de puntos críticos son zonas en los que la tierra se remueve y libera metales pesados altamente tóxicos.

Si bien el estudio fue realizado en el Cauca, esta es una situación que se estaría registrando en otros afluentes como el Magdalena, el San Jorge y el Sinú.

“Esto es algo que ocurre en otros ríos, en el Magdalena, el Cauca y el río Atrato y en los ríos de la Amazonía, porque es un problema  de contaminación tanto orgánica como inorgánica. Es decir, cuando se habla de contaminación orgánica se está hablando de aguas servidas y de las basuras porque la mayoría de los municipios que drenan sus aguas a estas cuencas no tienen plantas de tratamiento de agua, esa es la contaminación orgánica”, insistió.

Actualmente el río Cauca se ha desbordado hacia zonas de cultivo y centros poblados en la subregión de la Mojana, por causa del boquete de Cara ’e Gato, lo que podría estar llevando contaminantes a espejos de agua de 10 municipios de la región Caribe.

Inspección

Con el objetivo de garantizar la inocuidad, la calidad de los productos de la pesca y el cumplimiento de los requerimientos sanitarios establecidos, la Secretaría de Salud municipal realiza visitas frecuentes de inspección, vigilancia y control a la pesquera ubicada en el barrio Villa Cielo, en el Supermercado Popular de Oriente y el Mercado del Sur.

El ingeniero de alimentos de la Secretaría de Salud municipal, Delimiro Galeano, es el encargado de visitar a los expendedores de pescado y recalcar sobre cuáles son las características normales que deben tener los ejemplares, puntualmente en los ojos, cómo deben ser las escamas, la piel y las agallas del pescado.

“Cabe aclarar que, para el consumo seguro de pescado, este debe cumplir con las condiciones higiénico sanitarias, además, verificar que el producto esté fresco, teniendo en cuenta características físicas como ojos redondos y salientes, las branquias deben estar húmedas y brillantes, el color debe ser entre rosado y rojo intenso, nunca marrón; el pescado fresco huele poco, un olor fuerte es signo de que el producto no es apto; la carne debe ser dura y estar bien adherida a los huesos, no debe ceder al tacto”, concluyó.

Controles a la venta de pescado en Montería.
Se necesita de 30 años para recuperar las aguas de los metales pesados

Víctor Atencio considera que debido al uso histórico de estas técnicas contaminantes, tomaría entre 30 y 50 años recuperar las zonas afectadas por la alta concentración de metales pesados.
“Hay un marcado impacto, pero si comenzamos a corregir el rumbo a partir de este momento tendríamos que realizar todas las actividades de manera responsable, es decir minería, agricultura, pero los efectos que se presentan hasta ahora, si comenzamos a corregir método, dejar de usar el mercurio y dejar de hacer remoción y hacer un estudio de los suelos para ver cómo se pueden remover, se podría tomar un tiempo entre los 30 y los 50 años para poder recuperar estas zonas, sería un tiempo mínimo, comenzando ya mismo”, recomienda.

Asegura que es una tarea complicada, pero necesaria debido a la incidencia de enfermedades que son causadas por estos elementos altamente tóxicos, como el cáncer, retraso mental entre otras afecciones. “Es una cosa bastante complicada y es por eso que en todas estas zonas se están registrando muchos casos de cáncer, problemas en los niños de bajo coeficiente intelectual, muchas enfermedades neurológicas que están asociadas a los metales, incluso la agresividad en las personas es una cosa muy importante. Esos metales pesados causan agresividad como parte de los impactos sobre la salud humana y muchas malformaciones en los fetos por eso a las mujeres en estado de embarazo lo mejor es que no coman pescado del río Cauca, porque puede tener afectación sobre la formación del feto”, concluyó.

 

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.