Aunque para muchos discutir de estos temas es un poco retrógrado y otros en cambio prefieren callar, la verdad es que no hablar de ello y hacer como si no nos importara recrudece más sus secuelas.

Las funestas consecuencias que sobrevienen después de los abortos tales como la perforación y ruptura uterina, el peligro del shock séptico o endotóxico, la secuela de la esterilidad, las ulteriores infecciones, incluso la muerte, toda vez que esos episodios realizados por personal no ético, poco capacitado, a veces paramédico y que generalmente opera en las sombras en donde la ciencia se confunde con la delincuencia.

En Colombia es legal la interrupción del embarazo desde el año 2006 en 3 casos (violación, malformación del feto o si implica un riesgo para la vida de la madre). Profamilia, en su más reciente informe, concluye que se realizaron 16.878 abortos, lo que significa un crecimiento del 60,5% con respecto al año  anterior (2017 – 2018) Esta es una prueba fehaciente del descontrol que existe, especialmente, en nuestros jóvenes.

¿Será posible en lo sucesivo evitar que una madre de bajos recursos y escaso nivel de cultural tome la píldora para anular una vida ya concebida, antes que prevenir su concepción por los métodos tradicionales?

Por el contrario, se abrirá la puerta de una nueva era de libertinaje sin barreras morales y despejará el camino de la fornicación sin cautela.

El aborto es sin duda un acto “inhumano” cierra toda esperanza de creer que por fin habremos construido un mundo mejor y más humano. Al privar a un ser ya formado, latente, vivo, del derecho a la existencia, es encontrar la puerta cerrada que nos hace desandar más de 100 millones de años de evolución de la especie humana, si es que hemos evolucionado.

Y es que después de ese largo recorrido encontraríamos inevitablemente a nuestras primeras madres en el mismo nivel de las mulas, único ser de la creación dotado del inexplicable instinto de matar a sus propios hijos al momento de nacer.

La madre, obra perfecta del creador, ha sido vulnerada con el uso de la píldora que cierra para ella la puerta del paraíso. Esto daría los resultados apetecidos por aquellos gobiernos empeñados en limitar los nacimientos.  

Parejas y mujeres del mundo, si están en embarazo y desean abortar, porque es la salida más fácil, el problema para ustedes no solo es el embarazo, lo detestable y que no cabe en la comprensión es no  haber tomado las prevenciones basadas en la elemental educación y opciones que están en la puerta de la esquina, para evitar lo que para las abuelas era definido como el estado más bello de una mujer y que hoy, al parecer, es con el dolor en el alma, para muchas el más incómodo de sus vidas.

Actualmente, se plantea un proyecto para reglamentar el aborto como derecho fundamental hasta los 9 meses de embarazo. La Comisión Episcopal de Vida, en cabeza de su presidente, Monseñor Juan Vicente Córdoba, manifestó su rechazo al proyecto e invitó a marchar en pro de la vida, como Dios manda.