Una mujer fantástica es la única cinta en español nominada al Óscar como Mejor Película en Idioma Extranjero, después de haber ganando Oso de Plata por Mejor Guion en Berlín, y Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Actuación en los Premios Fénix.

En realidad, se merece esto y mucho mas. Después de verla por segunda vez y poder apreciar cómo el talento artístico responde al poderoso mensaje social que conlleva, es cuando se reconoce el valor de este director ya conocido por Gloria (2013), donde hace un profundo análisis de la vida de una mujer madura que confronta prejuicios sociales.

Una mujer fantástica cuenta la historia de Marina Vidal (Daniela Vega), una mujer transexual que para sorpresa de quienes no lo creen posible, lleva una vida normal como la de cualquier otro ser humano. Trabaja como mesera en un restaurante, canta de noche en un cabaret, y ha logrado una relación estable con un hombre mayor, Orlando (Francisco Reyes), que la quiere y la respeta. De hecho están planeando un futuro juntos, y Marina se ha pasado a vivir con él. 

Pero estos planes se desvanecen con un repentino accidente que da comienzo a la historia, plagada de confrontaciones y desventurados encuentros entre Marina y los familiares de Orlando, quienes le quieren destituir de sus derechos por el simple hecho de su orientación sexual.

La película está inspirada en la vida real de Daniela Vega, quien es transexual, actriz y cantante. Con esta actuación se convierte en un símbolo de aquellos que luchan por la igualdad de género, y el respeto por los simples derechos humanos que les corresponden. Participó activamente en la elaboración del guión, conformando ese cuadro desgarrador donde un medio, caracterizado por la intolerancia y los prejuicios, insiste en hundirla y acusarla de un crimen que no solo no cometió, sino que no existe.

Lelio logra mostrar la dificultad que tiene un ser transgénero para integrarse a la sociedad, una sociedad que aunque por un lado pretende concederle derechos, se los quita o se los cobra por otro. Mientras no haya un cambio radical, mientras la mentalidad conservadora, la religión y el machismo prevalezcan, las situaciones absurdas y surrealistas que aquí se muestran seguirán sucediendo.

En este sentido la cámara es maravillosa, y logra introducirnos en la psiquis de esta heroína de carne y hueso, tan fuerte en apariencia pero tan frágil y sensible por dentro, que nos suspende en tiempo y espacio, y nos hace volar cuando no hay otra forma de confrontar el dolor y la frustración.

Lelio es un genio en mostrar la complejidad de seres simples y naturales, de carne y hueso, que con asertividad y resiliencia confrontan la violencia de lo establecido provocando empatía y comprensión, haciéndonos cuestionar y ojalá concientizar acerca de cuales deberían ser los verdaderos valores. No es casual que la crítica lo haya elogiado en forma unánime.