En Un sol interior la maravillosa Julliette Binoche hace el papel de Isabelle, una artista parisina divorciada que busca un amor verdadero. Intenta varias relaciones, pero por lo general resulta involucrada con hombres que no le convienen, ya sea porque están casados o en medio de un tumultuoso divorcio, que impide que la relación evolucione.
Dirigida por la cineasta francesa Claire Denis, conocida por sus dramas de contenido político como White Material (2006) o Beau Travail (1999), esta conmovedora historia adaptada de los Fragmentos de un discurso amoroso de Roland Barthes, publicado en 1977, logra mostrar un cuadro realista en el cual la vida afectiva de Isabelle toma visos tanto de comedia como de tragedia.
A medida que experimentamos las frustraciones que vive esta mujer, ya sea en su relación con Vincent (Xavier Beauvois), un banquero casado o con Marc (Alex Descas), un actor con un drama personal intenso, nos vamos inmiscuyendo en la parte sensible de la historia; de hecho, en ciertos momentos sentimos que habitamos la piel de esta mujer, que, como tantas otras, lucha por superar los incomprensibles, enigmáticos y sorprendentes caminos del amor.
A pesar de dar una apariencia muy independiente y segura de sí misma, corroborado por su manera de andar y su particular estilo de vestir, Isabelle muestra signos de inseguridad que contribuyen a lo que podría llamarse el “fracaso” en sus relaciones, como se muestra cuando se encuentra con François (Laurent Grevill), su exmarido con quien tiene un hijo, o con la dueña de la galería con quien trabaja, Maxine (Josiane Balasko), cuyos comentarios y juicios logran afectarla de verdad.
Lo interesante de la película es que no tiene buenos ni malos; tampoco víctimas o culpables. Un sol interior presenta las situaciones con toda la humanidad del caso, tal como se dan en la vida real, hecho por el cual pone a prueba la capacidad sensible del espectador, la cual definirá el grado de disfrute del filme.
Sin caer en el melodrama o en la sensiblería, la cinta se mueve con inteligencia y habilidad entre lo mas dramático y lo mas cómico, dejándonos hacer nuestras propias evaluaciones.
Por otra parte, incluye elaborados análisis que aluden a los argumentos filosóficos de los textos, que nos hacen cuestionar desde el punto de vista intelectual aquellos detalles que socavan las posibilidades de amar.
El libreto, donde colabora también Christine Angot, logra un admirable equilibrio entre la parte sensible, corporal y racional del enigmático y a veces impenetrable terreno de las relaciones de pareja.
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