Tal vez lo mejor de la nueva película del director británico Richard Loncraine, ganador del Oso de Plata en Berlín en 1996 por ‘Ricardo III’, es el prestigioso elenco de actores con que cuenta. En primera instancia está el conocido Timothy Spall (ganador del premio a mejor actor en Cannes por Mr Turner en 2014), Imelda Staunton (conocida por Vera Drake), Celia Imrie (El exótico Hotel Marigold y El diario de Bridget Jones), David Haymen (El niño del pijama de rayas), y Joanna Lumley (El lobo de Wall Street, Miss Marple).
Un Nuevo Comienzo es una comedia romántica liviana con el característico humor inglés, que a algunos fascina, pero a otros molesta, y es imposible no relacionarla con Blue Jasmine de Woody Allen, lo que la hace un poco predecible. Sin embargo, el mensaje es válido y resulta reconfortante.
La trama, escrita por Meg Leonard y Nick Moorcroft se centra en Sandra (Imelda Staunton), una mujer que parece tenerlo todo, buena situación económica, una respetada posición social, y está llegando a ese momento de la vida en que hay que retirarse y pensar en viajar y disfrutar en compañía de su esposo (John Sessions), con quien ha estado casada más de 30 años.
Pero el castillo parece desbaratarse cuando incidentalmente descubre la existencia de un affaire entre su esposo y su mejor amiga (Josie Lawrence). La traición es doble, dolorosa, y lleva tiempo. La única salida que tiene en el momento es buscar el apoyo de su hermana Bif (Celia Imrie), una mujer bohemia y desconectada de los bienes materiales, de la cual ha estado bastante alejada los últimos años.
El contacto con Bif y su mundo descomplicado y sencillo le muestra a Sandra otra perspectiva de la vida que remueve sus cimientos. El grupo donde se desenvuelve su hermana se compone de personajes de mediana edad que, a diferencia de ella, funcionan fuera de lo tradicional y quieren darle un vuelco diferente a sus vidas, en especial Charlie (Timothy Spall), quien vive en un bote y planea recorrer el mundo.
Todos asisten a sesiones de danza, la cual se convierte en el elemento de cohesión para estos personajes que, como cualquiera después de los 60, están rodeados de enfermedades, muertes y todo tipo de penas. Por eso el baile se vuelve tan importante, es lo que comparten, lo que los hace escapar de sus pesares, y les da perspectiva de cambio; y salimos de la sala pensando si esta no sería la manera ideal de retirarse y pasar los llamados años dorados.
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