Si hay una competición que atrae al aficionado del fútbol en cualquier país del mundo es la Champions League, la que disputan los mejores equipos de Europa y que ayer sorteó los grupos y el calendario de la temporada 2018/19. La Uefa, que no es la Conmebol, pero también ha tenido sus aguas sucias, ha hecho de su competición estrella una máquina de hacer plata. Y la particular Casa de Papel de la organización europea comienza a generar euros desde el mismo sorteo, con una retransmisión televisiva que, a la hora que se realice, acaba teniendo una de las mayores audiencias del día.
A todo aficionado le mueve un gusanillo especial por saber quién es el rival del Real Madrid, Barcelona, Bayern Munich, Juventus o cualquier otro equipo juegue o no juegue futbolista colombiano. Y de ese sorteo, la Uefa saca todo el provecho del mundo. Esta temporada la máquina europea tiene unos números extraordinarios, ya que ha aumentado más de un 50% los premios. Entre los 32 equipos que ayer fueron sorteados repartirá un total de 1.900 millones de euros. ¿Saben ustedes cuánto reparte la Copa Libertadores? 103.850.000 dólares.
La comparación es odiosa porque los presupuestos de los clubes europeos doblan, en el menor de los casos, al mayor de los sudamericanos. El mejor equipo del fútbol colombiano, Atlético Nacional, acaba de ser eliminado de la Copa Libertadores. La derrota significa un varapalo para la economía del club antioqueño, al que ya la masa salarial se le ha subido más de la cuenta.
De haber tenido la fortuna de seguir en la competición y quedar campeón, el Nacional sólo habría ingresado 6 millones de dólares. El próximo campeón de la Champions tendrá de premio la misma cifra, pero multiplicada por tres y en euros (19 millones).
Mientras esto pase, que desafortunadamente será durante muchos años, el fútbol sudamericano tendrá que contentarse en sobrevivir de ser un semillero del fútbol europeo. Y a los clubes colombianos no les quedará más remedio que centrar sus objetivos en las divisiones inferiores. La única forma de competir con Europa es disfrutar de los duelos que nos depara su Champions. Como por ejemplo, ver a Arias contra Falcao; a Davinson Sánchez contra Messi; a Ospina intentando frenar a Neymar, Mbappé o Cavani; a Cuadrado contra Jeison Murillo, o a James ilusionado con levantar la copa con el Bayern. Solo es pura envidia sana.
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